Un sistema explotador y asesino premia a uno de los suyos
05/06/2013
- Opinión
Pérez Molina estaba más cerca de la sangre que Ríos Montt, fue Pérez Molina quien estaba en contacto con las víctimas cara a cara y quien a veces realizaba personalmente los interrogatorios, como estaba haciendo cuando lo encontramos en 1982 en Nebaj, afirmó el periodista estadounidense Allan Nairn.[i] ¿Cómo es posible que este mismo sujeto sea nombrado “Líder del Año 2013” por el Grupo Latinoamericano de Inversión y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)?
Al ubicar a quienes brindan el premio como lo que realmente son, es fácil comprender. Ambas instituciones promueven el “desarrollo económico” entendido por ellos como el crecimiento y acaparamiento de los recursos, bienes, medios de producción, fuerza de trabajo y ganancias. Ellos promueven ese “desarrollo” para su propio beneficio, sin importarles los daños ambientales y sociales que provocan, sin valorar los derechos de los pueblos, sin respetar las leyes nacionales, la dignidad ni la cultura de los pueblos. Ellos promueven ese “desarrollo” utilizando los recursos del estado, vendiendo el territorio nacional, endeudando al país y a las generaciones futuras. Ellos promueven ese llamado “desarrollo” porque los beneficia directamente y responde a los intereses del sistema dominante.[ii]
El BID es una institución interamericana controlada por la economía de Estados Unidos, respondiendo al sistema capitalista. Respondiendo a un sistema que está en crisis y que busca nuevas estrategias para estabilizarse, deshacerse del exceso de capital, y acaparar los recursos naturales y los mercados internacionales.[iii]
Al ver el cuadro completo, se observa cómo el sistema económico dominante entrena en su escuela militar de Las Américas[iv]a uno de sus peones, Otto Pérez Molina, lo respalda en la contienda electoral y lo premia cuando su popularidad a nivel nacional decayó de 68 a 48% en el último año.
Durante el ejercicio presidencial de Otto Pérez Molina se asesinó a ocho personas que manifestaban en defensa de sus derechos y su territorio en Totonicapán, y se hirió a treinta personas; violaciones impunes hasta el momento. En el mismo período se impuso estado de sitio en cuatro municipios, un dirigente comunitario fue asesinado, seis personas heridas y se cometieron múltiples violaciones de los derechos humanos contra la población afectada para favorecer los intereses de una empresa minera canadiense. No avanza efectivamente el programa gubernamental Hambre Cero, cuando el 50% de la población infantil nacional sufre desnutrición crónica.[v] No se aplican las medidas cautelares otorgadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en favor de dieciocho comunidades afectadas por la mina Marlin.[vi]
Estos ejemplos del ejercicio de Otto Pérez Molina evidencian que el premio recibido, no responde al buen servicio para el pueblo guatemalteco, sino a los intereses de las élites oligárquicas y las corporaciones transnacionales. Es un títere ensangrentado que busca ser aplaudido por quienes provocan más hambre, explotación y destrucción en Guatemala.
Leonor Hurtado, Food First
https://www.alainet.org/en/node/76559
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