No es lo mismo equivocarse de buena fe que lo contrario
02/09/2013
- Opinión
El Presidente Rafael Correa se equivocó del medio a la mitad en lo del Yasuní-ITT. Él, que se ha caracterizado por ser enemigo del neo liberalismo, confió en “el buen corazón” de los supermillonarios que no abundan en este mundo. Él, que los ha combatido a brazo partido, en este Ecuador, no tiene sino que explotar el yacimiento del Ishpingo,Tambococha y Tiputine (ITT) en el oriente ecuatoriano. Tuvo que reconocerlo que los super millonarios de este mundo, no tienen el corazón blando; y que se negaron a dar lo que les pedía a cambio.
Hace años ocurrió en Manabí (una provincia de la costa pacífica del Ecuador) que se declararon los ecologistas de última hora (comenzando por los medios mediáticos).! No clamaron porque los “pobres tiburones” iban a desaparecer!, porque el Presidente Correa quiso reglamentar (el uso /y abuso) de las partes de este animal, que los pescadores ecuatorianos les cortaban las aletas y tiraban el resto (es decir, todo el cuerpo) al mar, porque los japoneses les pagaban por la aletas muy bien. Entonces, los que nunca habían sido ecologistas, se pronunciaron a “favor” de los tiburones, aun cuando en su vida han visto uno en el mar; y tienen miedo, en las orillas, de que aparezca uno y les coma. Y no dicen nada hoy de los tiburones que abundan en esas costas.
Lo mismo está sucediendo en el Yasuní, que en este Ecuador resume la flora y fauna (únicas) amazónicas, solo porque el Presidente Correa quiso preservarlo de la voracidad de las transnacionales del petróleo. Y pretendió que los cerca de mil millones de barriles de crudo queden bajo tierra en este paraíso. No se dio cuenta que las transnacionales no le perdonan que les haya quitado el 85% que se llevaban; ahora fluctúa lo que tienen que dejar en el país de Manuelito, que antes se llevaban. Si no que le pregunten a la Chevron-Texaco que anda por ahí, botando sus millones solo por no pagarle la enorme deuda que contrajeron en el oriente amazónico. Y eso que los abogados ecuatorianos cobran mucho menos. Pero cobran.
Hablando de los ecologistas de última data, también el Yasuní-ITT ha destapado el afán de muchos que en su vida han tratado, peor han tenido, uno de los mil y un animales que luchan por sobrevivir en ese sector ecuatoriano. El Comercio, que es un diario sipiano que se edita en Quito, decía hace poco (edición de lunes 26 de agosto/2013) que fueron los “texacos” de la Península de Santa Elena, que descubrieron, en los límites del Yasuní ecuatoriano, el petróleo, sino que en aquellas fechas (hace años) las transnacionales se contentaron con colocar una especie de monumento en la zona petrolera y que no hicieron nada por explotarlo, por la sencilla razón de que era petróleo pesado (15 grados) que en esos tiempos, no se los utilizaban o no servían. Para los fines de ellos.
No dijeron nada (o muy poco) los ecologistas que han aparecido cuando el señor Guillermo Noboa Bejarano (en su papel de Presidente de este Ecuador) dijo que los “ecologistas” que han aparecido en escena, porque van cortan unas flores o unas ramas o a matar unos pájaros, por ese sector. Tampoco dijeron nada porque en la nueva Constitución consta un artículo que dice, ni más ni menos, que la “sabia naturaleza tiene sus derechos” Ahora vienen a protestar. Y son los mismos que arman bronca. Ahí están los “tira piedras” que el Presidente Correa que les dedica unas frases, cada sábado; son los mismos que el señor Luis Villacís, que es el jefe visible de eso que se llama a si mismo MPD (Movimiento Popular Democrático) y que el 30-S (del 2010) hablaba, desde una camioneta de la Policía, de “los compañeros policías”. Y hoy no tiene reparos en insultarles y patearles, porque son pocos los que va a todas partes, a protestar contra el Gobierno; los que no dicen ni pío de la agresión que le preparan a Siria, solo porque aquel país está en el Medio Oriente y es víctima de los judíos, que en la segunda guerra mundial llevaron la peor parte de Hitler. ¿Por qué sería?
Razón tenía el ahora desaparecido periodista Polo Barriga, cuando identificaba a las personas por lo que habían sido y lo que eran. Decía el Polo que respetaba las gentes por lo que habían sido y seguían siendo. Es decir, para él, el joven que era derechoso desde chiquito y seguía siendo derechoso, merecía su aplauso; y no aquel que siendo derechoso se transformaba en izquierdista de última data. Que esos no le merecían el menor respeto. No olvidaba el Polo a los más, que siendo izquierdistas de toda su juventud, aparecían como derechosos, porque les iba mucho mejor. No aclaraba el Polo que eran más, mucho más, los que siendo izquierdistas aparecen como derechosos, por conveniencias. Y eso era todo.
Y lo Yasuní-ITT se presta para otra equivocación que tiene nombre y apellido: es la señora Baki. De ella no se sabe sino que es de procedencia de Quevedo (Ecuador) y que el apellido de soltera era Juez. Fue a los EE.UU. se radicó en ese país y allí hizo fortuna y nombre, porque se casó con un descendiente de la familia Baki. La señora saltó a la fama en Ecuador porque fue, siendo Ministra, que se gastó unos 5 millones de dólares en el llamado concurso de Mis Universo (a nivel mundial). Los malos, que no faltan, dicen que fue siete millones para que el señor Triunf, norteamericano, haga más millones, por lo que es demandado en los propios Estados Unidos. La señora Baki no fue capaz de sacarles a los petroleros, ni el uno por ciento de lo que pedían, para dejar de sacar el petróleo del ITT. La señora Baki reunió unos pocos millones, que no alcanzaban para nada; hasta que el Presidente Correa tuvo que devolverlos a sus dueños. Menos. Desde luego, lo que la señora Baki se gastó en los viajes que hizo, por el mundo entero. Si el Presidente Correa quiere enmendar este segundo error, debe cobrarle a la señora Baki lo que se gastó. Y en su lugar, debió haber nombrado a una de las jovencitas que abundan en Alianza País.
Sea lo que fuere. Lo cierto es que el Presidente Correa puede equivocarse, una o dos veces, o más. El mismo lo reconoce. Pero una cosa es equivocarse de buena fe y otra muy distinta es equivocarse de mala fe. El economista Rafael no será nadie en el 2017, así lo ha dicho y lo ha confirmado a los siete vientos. Pero no a los petroleros del mundo. Esos si que están vivitos. Lo del ITT-Yasuní no es sino un dolor de cabeza. El Presidente Correa pinta como Presidente de este Ecuador, hasta el año 20117 (mayo, por más señas) y desde allí, los banqueros y sus “ñaños” (los petroleros) andan que el ITT ni qué ocho cuartos. Lo cierto es que con el hambre que tienen, lo del ITT se queda corto. Que pueblos no conectados ni qué nada: lo cierto es que para qué son desconectados; vendrán otros y esta es la mejor vía. Para hacer dinero.
Quito, septiembre 2/2013
Alberto Maldonado S.
Periodista – Ecuador
https://www.alainet.org/en/node/78965
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