Las revoluciones del sentido común: ¿no son revoluciones?

05/02/2014
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Según la vieja “partidocracia” (que también se daba en la izquierda mundial, los que creían en la Revolución Marxista) no son sino unos peones del imperialismo norteamericano, los que intentaban una “revolución a medias”. Los entendidos en estas materias históricas (yo no soy uno de ellos) indican que la ex Unión Soviética se fue al diablo porque no quiso ver más allá de sus narices. En cambio, los que no tenían antecedentes marxistas hicieron unas revoluciones muy grandes (tipo Cuba, con Fidel Castro Ruz) y sus barbudos, que bajaron de la Sierra Maestra, un primero de enero de 1959.
 
Según los estudiosos (yo no soy uno de ellos) Lenin, que hacía la revolución bolchevique en la antigua Rusia, se dio cuenta y quiso hacer la NED (no la de ahora) en esos tiempos (1917 y pico) ya que los primeros años de la revolución mundial no eran del gusto de todos. Por ahí Lenin, se dio cuenta que en materia de revoluciones, no hay cómo hacerla de la noche a la mañana sino por partes. No le hicieron caso a Lenin y después vinieron Stalin y sus longevos, que echaron a pique a la antigua URSS, en 1990 del siglo 20. A pesar de que Putin (de vez en cuando) se da modos para decirnos que vive todavía la URSS, a pesar de que está bien muerta. Lo mismo la China de Mao, que ha desarrollado el “neoliberalismo estatal” y que abarca a todos, especialmente a esta América Latina (AL).
 
Es decir que las revoluciones, que están ocurriendo en esta AL (Venezuela con Hugo Chávez y con Nicolás Maduro; Nicaragua, con Daniel Ortega y su “combo” Bolivia, con el indio del Evo Morales, Ecuador con el Rafael Correa, Uruguay con el extupamaro José “Pepe” Mujica, etc.) no son como nuestros “padres marxistas” querían sino como nosotros queremos. No hay confiscaciones ni estatizaciones, por lo que los viejos marxistas dicen que no hay revolución. Pregunto: ¿de dónde salieron los superricos millonarios de la vieja URSS, a los que Putin perdona?  De ser cierta la doctrina de los viejos marxistas, no debe haber superricos en la vieja Rusia. No olvido tampoco lo que me decía un cubano (que vive en Cuba) “que para defender la revolución, había que tener algo puertas adentro”, Y ejemplificaba: “lo mejor es que sea uno dueño de una tienda barrial o de algo”.
 
Es decir, no era verdad que había que desterrar el neo capitalismo de una tajada, porque algo bueno tiene. Y ese algo tiene que unirse al nuevo socialismo siglo 21. Y he aquí que esta “mala palabra” (me estoy refiriéndome al socialismo, según el neo capitalismo) que Hugo Chávez, se atrevió a imponer en Venezuela; y que en Nicaragua y en Bolivia y en este Ecuador, tratan de introducir Ortega, Morales y el Rafael Correa, sin tener antecedentes de marxistas; según ellos, no vale para nada. Es decir que las revoluciones del sentido común no son para los “marxistas” de antaño. Pregunto: ¿por qué entonces la mayoría de los marxistas de antaño están con estas revoluciones? Y están con este tipo de revoluciones (no olvidemos que el sentido común es el menos común de los sentidos) con uno de los aparatos del antiguo neo liberalismo: las elecciones. Si no ganan las elecciones, no valen para nada.
 
Vuelvo a lo mío. Según la vieja partidocracia, solo hay revolución cuando hay confiscaciones. Y en los países de esta AL no hay confiscaciones que sepamos. En Venezuela les impiden a los ricos hacerse más ricos imponiendo un mil por ciento de ganancia, en las importaciones, a precio de dólares estatales. No así en Colombia; no hablamos para nada de México ni de Chile. Allá esos países. Pero que asistieron a la segunda cumbre de la Comunidad de América Latina y el Caribe (CELAC) en La Habana (Cuba) presididos nada menos que por el Raúl Castro (todos querían ver a Fidel) Esto, ni pensar hace 5 o más años. Que el Secretario General de la OEA esté en La Habana, es un milagro. Uno, que no me acuerdo, decía que Fidel (600 y pico de amenazas de muerte, solo de la CIA norteamericana) que tiene una bendición de Dios, que es el que le protege. Porque de estar vivo aún, es un milagro (ojalá que sea por muchos años más)
 
Y no dice (ni los marxistas que aún sueñan) con estatizar todo lo que ven. Y piensan en una tienda de la esquina, del barrio pobre. Y la disminución de la pobreza en AL viene de la mano con estas revoluciones del sentido común. Lo mismo, las buenas carreteras, inclusive por donde no había nada; y la salud, todos tienen derecho a enfermarse, no solo los ricos; y la educación sigue siendo buena y gratuita, en este Ecuador y en los países que están haciendo el socialismo siglo 21. Y no todo está por resolverse de la noche a la mañana. Juran y rejuran los pelucones (que hay en todas partes) que antes era mejor porque ellos podían curarse en una clínica privada y carísima. Y la pelucona que no tenía una “cesárea” era despreciable. Y así por el estilo. Es decir, la salud y sus “variables” no pueden ser sino de las y los pelucones, sino de todo el mundo.
 
Si los viejos marxistas estuvieran “vivos” (no son todos, pero hay algunos vivísimos) para que haya una revolución-revolución es necesario que confisquen algo o mucho de lo anterior. Si había haciendas, pues las haciendas; si había industrias, pues las industrias, si había comercios, pues los comercios; y así por el estilo. Si no, no había revoluciones. Para volver a lo mismo ya que la estatización no es de todos. Decía que la ex URSS se fue a pique porque trató de estatizar todo. Lo mismo le iba a pasar a la Cuba socialista desde el siglo 20, solo que para eso estaba el menor de los Castro (el Raúl) y la Asamblea Nacional. Por eso yo llamo las “revoluciones del sentido común” que es lo que podían hacer los “momios” que nos antecedieron y que no hicieron nada.
 
No hay que ser un sabio para hacer las revoluciones del sentido común.
 
He dicho
 
Quito, febrero 04 del 2014
 
Alberto Maldonado S.
Periodista – Ecuador
https://www.alainet.org/en/node/82941
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