Luis Guillermo Solís asume la presidencia de Costa Rica
Modesto salto hacia el reformismo
30/04/2014
- Opinión
Luis Solís, el candidato socialdemócrata, ganó en segunda vuelta con el 78% de los votos
Equilibrio: tras un largo período de crudo capitalismo un socialdemócrata asume la presidencia de Costa Rica. Luis Solís promete disminuir la desigualdad social y la pobreza extrema; reactivar el sector agropecuario; darle mayor participación a la población en las decisiones clave; fortalecer las políticas de infraestructura, salud y educación; y una reforma tributaria para reducir el déficit fiscal que en 2013 cerró en el 5,4% del PIB. Dijo que evitará la dependencia directa con Washington aunque no revisará los Tratados de Libre Comercio (TLC). Adelantó que impulsará las relaciones con Suramérica, en particular con Brasil, Ecuador, Chile, Argentina y Colombia.
“Tengo la más absoluta claridad de que el mandato de la gente es no repetir las mismas prácticas del pasado y si algo habrá de defender este gobierno, es ese mandato”, dijo Luis Guillermo Solís, declarado socialdemócrata, a poco de haber ganado las elecciones presidenciales de Costa Rica.
Solís encabezará el primer gobierno del Partido Acción Ciudadana (PAC) en la historia con su triunfo en segunda vuelta con casi 78% (1,3 millones) de los votos, en una jornada electoral con 43% de abstención. El candidato del gobernante Partido Liberación Nacional (PLN) Johnny Araya obtuvo 22% tras anunciar su virtual renuncia a la postulación y haber desistido de hacer campaña electoral.
El nuevo mandatario es historiador y experto en ciencias políticas, fue profesor durante 30 años. Fue jefe de gabinete de la Cancillería en el primer gobierno de Óscar Arias (1986-1990); embajador para Asuntos Centroamericanos y director de política exterior de Jose María Figueres Olsen (1994-1998), ambos del PLN al que ahora combatió. Renunció al PLN en 2005 por “graves irregularidades en las elecciones internas” y hace apenas cinco años se unió al PAC, fundado en 2000.
Solís aprovechó en su campaña electoral el enorme desgaste del PLN, al que acusó de “desgobierno” tras cuatro años de Óscar Arias (2006-2010) y los últimos cuatro de Laura Chinchilla. Sus cuestionamientos a la “corrupción”, la “política clientelista” y el “neoliberalismo” fueron suficientes para ganar por escaso margen en la primera vuelta y con una histórica ventaja en segunda.
“Acción ciudadana”
Solís deberá realizar acuerdos en el Congreso luego de que en la primera vuelta de elecciones, el 2 de febrero, consiguiera sólo 13 diputados de los 57 que integran el Legislativo. El PLN obtuvo 18 curules y el resto se divide en otros siete partidos políticos: nueve del Frente Amplio (FA, izquierda); ocho del Partido Unidad Social Cristiana (Pusc, derecha); cuatro del Partido Movimiento Libertario (PML) y cinco de partidos menores.
Esta paridad en el Congreso le dio más impulso a una de las propuestas de Solís durante la campaña electoral: un programa de participación de ciudadanos que permitirá “plantear directamente a las comunidades los puntos de vista del Gobierno para que sean discutidos (…) recoger sugerencias y adaptarlas en lo que corresponda”. Aun así el nuevo presidente aclaró que “no se trata de trasladar al colectivo la responsabilidad del Poder Ejecutivo”.
“Gran referente”
Durante una reciente entrevista con la Agencia France Press (AFP), Solís adelantó que piensa “fortalecer la relación con Brasil, Ecuador, Chile, Argentina, Colombia”. Agregó que “es fundamental retomar el diálogo político con ese grupo de países; intentaría acercarnos mucho más a Brasil que es el gran referente latinoamericano”. Rechazó la posibilidad de incorporarse a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América (Alba): “no creo que de esa incorporación obtengamos alguna ventaja, por razones geopolíticas y prácticas”.
Agregó en esa entrevista que las relaciones con Venezuela y Cuba “se seguirán desarrollando con normalidad. Con Cuba tenemos una gran cantidad de intercambio cultural y educativo. Con Venezuela tenemos relaciones normales y deseamos mantenerlas en beneficio de distintos sectores de la economía o de la vida nacional”.
El presidente reivindicó la Alianza del Pacífico aunque adelantó que estudia introducir algunos cambios a los acuerdos firmados recientemente por la presidente saliente Laura Chinchilla en su pedido formal de integrar este grupo neoliberal junto a Colombia, Chile, Perú y México. “La Cuenca del Asia Pacífico es la nueva frontera de Costa Rica. Para que el país compita con éxito en esa enorme cuenca geopolítica se requiere que esté asociada a otros países de Latinoamérica. Me han sorprendido, sin embargo, contenidos del acuerdo de incorporación a esa Alianza, como los niveles de desgravación arancelaria, eliminación de visas e incluso modificación de los TLC ya firmados. Eso lo estoy analizando”, señaló.
“Sin monogamia”
En otras entrevistas reivindicó la cooperación con Estados Unidos como parte de la lucha contra el narcotráfico aunque admitió que “la militarización en el combate a las drogas ha resultado fallida. Se requiere mucha mayor inteligencia policial, intercambio de información”.
En ese camino, el flamante presidente entiende que “la monogamia que hemos mantenido largo tiempo con Estados Unidos no es deseable en un mundo globalizado”. Durante una entrevista publicada por el diario Le Monde aclaró que es “imposible renegociar” el TLC con Washington porque se trata de “un hecho consumado aunque yo no comparta su ideología neoliberal”.
En materia económica Solís recibió dos malas noticias apenas unas horas después de ganar las elecciones. El 8 de abril la multinacional tecnológica Intel anunció el cierre antes de fin de año de su planta de manufactura en la que trabajan 1.500 personas desde 1997. La empresa, que tiene su fábrica de microprocesadores en la provincia de Heredia, en el centro del país, es la principal empresa exportadora del país. Las ventas al exterior en 2013 fueron de 2.377,7 millones de dólares (20% de las exportaciones totales del año). Ese mismo día el Bank of America confirmó el cierre de sus centros de llamadas de atención al cliente en Costa Rica y deja en la calle a otras 1.400 personas.
Asuntos pendientes con Nicaragua
Desde Nicaragua, el presidente Daniel Ortega felicitó a Luis Solís por su llegada a la Presidencia y reiteró la voluntad de diálogo de su país en la disputa territorial que mantiene desde 2010 con Costa Rica que deberá zanjar la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
“Independientemente de los casos que están en la Corte, esto no debe cerrar a Costa Rica y Nicaragua a establecer un diálogo en el campo político y diplomático también (porque) somos países hermanos”, dijo Ortega. Recordó que muchos nicaragüenses trabajan en Costa Rica (cerca de 400 mil según cifras oficiales) y muchos empresarios costarricenses tienen intereses económicos en Nicaragua.
En octubre de 2010 San José acusó a Managua ante la Corte de La Haya de arrojar sedimentos a su territorio por las obras de dragado del río San Juan (limítrofe) e invadir con tropas la isla Calero. En 2011 Nicaragua acusó a Costa Rica de construir una ruta paralela al río que funciona como frontera natural entre las dos naciones. El febrero pasado la ahora expresidenta Laura Chinchilla presentó una nueva demanda para que la Corte Internacional establezca los límites marítimos entre ambos países. El organismo dio plazo hasta febrero para que presenten su memoria.
El nuevo presidente costarricense avaló la presentación de su antecesora porque “la soberanía nacional podría verse afectada hasta en 50 mil km2 de mar” aunque señaló que “sería un grave error que ambos gobiernos se desencuentren en los niveles operativos por el diferendo en sus límites terrestres y marítimos”. De todas maneras ratificó que no se reunirá con Ortega “mientras Nicaragua tenga pretensiones territoriales sobre Costa Rica y el Presidente ponga en duda la soberanía costarricense”.
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Presidencia de la Celac
Los presidentes de Bolivia, Ecuador y Venezuela se anotaron entre los primeros en saludar la llegada de Luis Solís al gobierno de Costa Rica, país que ejerce la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
El mandatario de Bolivia, Evo Morales, calificó al resultado de las elecciones como “histórico” porque “después de mucho tiempo ahora se trabajará por y para el pueblo de Costa Rica, por los pueblos de nuestra América”.
El gobierno de Venezuela mostró su voluntad de “impulsar la integración regional, en el marco de la Celac”. En el mismo sentido se manifestó el presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien reiteró “la plena disposición de trabajar junto al Gobierno y al hermano pueblo costarricense para fortalecer la cooperación entre nuestros países, así como apoyar la integración regional, en el marco de la Celac”.
El presidente electo de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén (del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, que asumirá el 1 de junio), afirmó que hará valer la “amistad” con su par costarricense para mejorar las relaciones binacionales y regionales. “Con él hemos tenido ya algunas conversaciones telefónicas y vamos a profundizar nuestras relaciones con Costa Rica y no dudamos que (Solís) va a proceder a un mayor nivel de participación en la integración centroamericana”.
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