Efecto psicosocial del racismo en la mujer negra
30/09/1995
- Opinión
La mujer negra durante cinco siglos en América ha sido triplemente
discriminada, por ser negra, por ser mujer y por ser pobre. Desde ese
genocidio llamado "Descubrimiento de América", viene enfrentando las más
grandes violaciones a sus más elementales derechos de seres humanos.
En todo este proceso de desequilibrio mental, Ecuador no fue la excepción, la
mujer negra fue y es tratada como un objeto sexual, buena para cocinar, para
los quehaceres domésticos, como prostituta y ladrona.
Se utiliza un lenguaje despreciativo para dirigirse a nosotras, no nos quieren
en las fábricas, no nos quieren como secretarias y peor en los bancos porque
nuestra presencia es nociva para la clientela. Esto ha repercutido mucho en
nuestro accionar en diferentes campos. Psicológicamente las mujeres que no
han tenido una educación desde su hogar (ya que la educación formal lo que
hace es alienarlas) se sienten inferiores e incapaces de levantar la cabeza
por temor a ser aplastadas y humilladas en su Yo.
Muchas tienen miedo de presentarse en fábricas y oficinas para solicitar un
puesto de trabajo dife-rente a los quehaceres domésticos, ya que siempre se
exige la "buena presencia", que está dada por el color de la piel. Estos son
ejemplos de las formas de discriminación que existen en nuestro país y las
grandes trabas que esta sociedad nos pone para discriminarnos y negarnos la
oportunidad de una vida mejor.
Con todos estos ejemplos, queremos poner de manifiesto que el Ecuador es un
país con prejuicios institucionalizados y no institucionalizados lo cual
empuja a los sexos a unirse por encima de las barreras del color. Pero debe
entenderse que este fenómeno no prueba la inexistencia del racismo el mismo
que se manifiesta de manera frontal o encubierta.
Combatiendo el racismo
Conscientes de esta situación de desequilibrio y deterioro, el Comité de
Defensa de los Derechos de la Mujer Negra (CODEMUNE) está empeñado en combatir
el racismo y el machismo que diariamente se ejerce contra nosotras en este
país, y buscar estrategias de defensa legal contra situaciones de injusticia
como sucede diariamente con las empleadas domésticas en Quito y Guayaquil.
Para nosotras los efectos psicosociales del racismo, han sido negativos y
positivos. Negativos porque nos han discriminado, marginado y explotado pero
al mismo tiempo toda esta cadena de situaciones, nos han permitido luchar,
resistir y mantenernos como raza, y en ello nosotras las mujeres negras hemos
tenido un papel preponderante, ya que aunque en la historia de nuestra raza
jamás se mencionó el nombre de una mujer, siempre hemos estado al frente de
todas las situaciones sociales, económicas, políticas y culturales.
Los logros que las mujeres negras hemos tenido en el campo de la lucha por
nuestras reivindicaciones sociales son muchos, ya que nunca podrán matar
nuestro deseo inmenso de cambio, esa esperanza firme en nuestra lucha y un
futuro mejor para nuestros descendientes.
Hemos participado en las grandes luchas libertarias del Ecuador. En los
palenques éramos las mujeres quienes realizábamos la labor de espionaje,
guardábamos las armas y defendíamos el palenque cuando los hombres no estaban
y aún estando ellos presentes lo hacíamos, defendíamos las vida de nuestros
hijos pequeños.
Por todo lo que hemos vivido creemos que cada mujer negra, que ha quedado en
completo abandono de su hombre negro criando 5, 6, 7, 10 o más hijos sin
padre, es una heroína en la historia del pueblo negro ecuatoriano. Ella vela
por la alimentación, educación y vestimenta de sus hijos; sobrecargada de
trabajo, desempeña las tareas domésticas tanto en casa como fuera de ella;
también es real su angustia, su insatisfacción, su desasosiego y su hastío.
Esta mujer que se debate ante actitudes hostiles, producto de una sociedad
machista, también asimila normas de conducta de sumisión, de resignación, de
inseguridad, en una sociedad discriminatoria que ha impedido el desarrollo de
valores emotivos y la intuición, en menoscabo de su capacidad creadora,
cerrando su horizonte en torno a la familia. Sus intereses han sido escasos y
sus aspiraciones mínimas, encontrándose atrapada en las redes de una sociedad
masculina y racista.
En la actualidad, la mujeres negras que hemos logrado concientizarnos de
nuestra problemática estamos superando aquella situación, y ayudamos a
nuestras hermanas negras a recuperarse de ese estado de resignación y hastío
en que se encuentran.
* Integrantes de la Fundación para la Cultura Negra Ecuatoriana (FCUNE)
* Este documento es parte de "Afroamericanos: Buscando raíces, afirmando identidad", serie Aportes para el Debate No. 4.
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