Sectores abandonan bipartidismo golpeados por el modelo económico
14/02/2006
- Opinión
Entrevista a José Merino, diputado electo del Partido Frente Amplio en Costa Rica
La Unidad desaparece y a Liberación Nacional empiezan a abandonarlo las capas medias y populares que antes los apoyaban, porque han sido golpeadas por el modelo económico implantado por el bipartidismo. Este es un proceso lento pero inexorable que se viene cumpliendo, y el TLC ha tenido la virtud de dinamizar la confrontación sobre el "proyecto país" que los costarricenses quieren.
El diputado electo del Frente Amplio, José Merino, analiza el significado de las pasadas elecciones, y asegura que regresa al congreso "con más experiencia y entusiasmo" a renovar junto al movimiento social el trabajo en la Asamblea Legislativa, que se ha convertido en un "cascarón" vacío y divorciado de las esperanzas del pueblo.
Lo sucedido en las elecciones del pasado 5 de febrero es extraordinario. En cualquiera de los escenarios que se presenten tras el virtual empate con Ottón Solís, Oscar Arias "ya perdió" políticamente. Si asume el gobierno va a tener que tomar en cuenta a un movimiento social emergente, porque si no tendrá que gobernar "a garrotazos", consideró Merino, en declaraciones a Informa-tico.com.
Derrota oligarca
"Hay que recordar - apuntó Merino - que el empeño de Oscar Arias en la reelección se fraguó en una importante reunión en donde estaban el dueño de La Nación, José María Figueres, Miguel Angel Rodríguez y el mismo Arias, es decir grupos muy poderosos de la oligarquía".
Fue un acuerdo del PLUSC (Liberación-Unidad Social Cristiana). Ellos observaban que se les estaba descomponiendo la situación, miraron el panorama y dijeron que Arias podría sacar a flote la situación que veían deteriorarse con alarma para el bipartidismo.
Lo que no preveían era el desarrollo de los acontecimientos, como el hundimiento tan rápido de la Unidad Social Cristiana, que mantenía una hegemonía en los sectores más pobres del país, por lo menos en los últimos procesos electorales.
La Unidad ganaba elecciones en Limón, Puntarenas y Guanacaste y en las barriadas marginales de la Meseta Central, pero ahora ese partido desaparece, mientras que las capas populares y medias, que tradicionalmente le daban el apoyo a Liberación, empiezan a abandonar ese partido, porque el modelo las ha golpeado muy duramente.
Obviamente también ha afectado a los pobres, pero el sector que tiene más conciencia de lo que está perdiendo es el que más ha recibido, y son esas capas que más se han beneficiado del sistema de educación pública, de la seguridad social, que saben lo que significan las telecomunicaciones, las vías de progreso, que sus hijos puedan vivir mejor o por lo menos igual que ellos.
Era gente, que además creía en la legitimidad de los que los representaban, es gente muy golpeada por el modelo económico y dejan de creer, subraya Merino.
Añade que lo sucedido no es solo una coyuntura electoral, es algo que se viene gestando lenta pero inexorablemente, con los sectores que se consideran más excluidos del Estado social que ellos habían ayudado a construir y que Liberación representaba.
En este marco, el TLC ha tenido la virtud de poner a muchos de estos sectores a discutir sobre el proyecto de país.
"Antes discutíamos, incluso en lo del Combo del ICE (2000) pero era un debate más reducido, sobre la importancia de las telecomunicaciones, la corrupción, etc, pero no había la confrontación general de ahora.
"Creo que los partidarios del TLC no se pueden imaginar el favor que nos han hecho, porque a los sectores descontentos no permitió no sólo articular un discurso sino una visión."
"Al tener que decir no al TLC, tuvimos que ver qué pasaba con nuestras instituciones, con nuestro medio ambiente, con todo, y se formó un gran frente del no con una visibilidad, no siempre muy clara, pero con un trabajo de base muy profundo."
"El no al TLC implicaba anteponer una propuesta país, y ha sido enorme la cantidad de espacios de foros alternativos que han producido sobre la Costa Rica que queremos, con una diversidad social, política, ideológica.", valoró Merino.
Mito roto
Según Merino en las pasadas elecciones "se ha rato el gran mito de la no beligerancia política de las organizaciones sociales."
"Yo creo que esto es importantísimo para crear un grupo de alternativas, que numéricamente no son a veces muy importantes, pero que tienen una influencia en el tejido social extraordinaria."
Ha habido sindicados, organizaciones sociales, grupos religiosos que han llamado a orientar el voto, que han dicho 'no boten por los candidatos que apoyan el TLC', que los han señalado con el dedo, y aquí se incluye la actitud de la iglesia, "un hecho novedoso en las últimas décadas que no se si eso significará un viraje profundo, pero ha sido un hecho extraordinario."
"Todo esto le ha dado a las clases medias y populares mucha confianza, para salir a votar en la urna, que era decirle no al que era 'ganador'. Creo que eso no hubiera sido posible en un proceso electoral si no hubiera esta recomposición de la sociedad costarricense, en donde hay un cambio de la clase media de Costa Rica.", dice
Aunque estadísticamente - añade - es difícil establecer qué representa hoy día la clase media en Costa Rica, lo que sí es real es que ésta se ha proletarizado, que a sus integrantes no les alcanza para llegar a fin de mes, que están desesperados porque sus hijos no encuentran empleo, están hartos de que si sus hijos no van a un colegio privado probablemente no tendrán oportunidad de ascender en la escala social.
"Esto ha creado un ambiente de enorme malestar y el mapa político ha tenido una modificación, que no es cosmética, el bipartidismo que se había consolidado en los últimos 30 años, simplemente ya no se puede recomponer."
En este nuevo mapa político van a perder importancia política relativa los partidos políticos como tales, habrá más beligerancia política de la sociedad, de los movimientos, que van a querer incluso disputarle el monopolio de la representación política a los partidos.
Alrededor de la lucha del Combo se vio ya una manifestación de esto. Había más beligerancia, más confianza de la sociedad civil.
Paradoja
Pero hay una paradoja en Costa Rica, en la que hay una izquierda social que logra una resistencia al neoliberalismo, logra que el Combo no pase, y mientras que en todos los países de América Latina, con excepción de Uruguay, el neoliberalismo pasó, aquí se le derrotó, y eso sigue sorprendiendo.
La paradoja es que hay unas fuerzas sociales en Costa Rica que se ubican en lo que se podría llamar la 'nueva izquierda latinoamericana", que dentro de su diversidad evoca un imaginario común, pero en el país no hay una izquierda política que refleje eso.
"¿En qué momento la izquierda social irrumpirá con su propia identidad en una izquierda política?. Creo que eso está madurando. No sé como evolucionará, como evolucionaremos todos, pero sí creo que lo que está madurando no es un mapa político en el que partidos tradicionales, en el marco del juego electoral, estén jugando al mismo tipo de representación, sino que está madurando algo que se revelará con características propias, con fórmulas propias en el marco institucional de Costa Rica."
TLC
Merino cree que la oligarquía ya sufrió una derrota con el TLC, pues descarta que en esta administración puedan aprobarlo, y en un eventual gobierno de Arias podrían intentarlo, pero en ese caso "empujarán una conflagración de consecuencias sociales."
"Si Arias intenta presionar el TLC y hacer alguna maniobra en la asamblea, este país se paralizará, no porque lo diga yo, sino por una cuestión de realidades. Ellos tendrían el gobierno pero al frente habría un poder emergente de las fuerzas sociales."
"Es que estamos hablando una erosión de la legitimidad que está ocurriendo, eso de tener a la gente en la calle cuestionando abiertamente al tribunal supremo de elecciones es una erosión de la legitimidad en que hoy está nuestro país."
"Aquí se cuestionan muchas cosas. Se cuestiona a la clase política, los medios de comunicación, las encuestadoras, que no es que se hayan equivocado, es que desde hace año y medio ya 'pusieron' presidente en este país, y los grandes medios apostaron y perdieron."
"Pero también es importante ver como en la sociedad aparecen medios alternativos, medios electrónicos, programas de radio independientes, programas comunales, los cuales parece que no tienen peso, pero que si se van sumando van creando un ambiente alternativo de opinión extraordinario."
Merino reconoce que la toma de conciencia y la movilización ha sido más difícil en las zonas pobres y en las llamadas provincias periféricas (Limón, Puntarenas y Guanacaste), "donde Liberación ha llegado a comprar conciencias", y es donde se ha visto más banderas y la forma tradicional de hacer política.
Para los sectores sociales y los intelectuales esas zonas son un reto para la toma de conciencia de su situación, lo mismo que el sector fabril y obrero de la empresa privada, que es un "desierto" sin organización, que potencialmente podría salir a defender a un peligro como Arias.
Liberación Nacional
"Una cosa es cierta, Liberación no tenía otro candidato capaz de salvarlo del desastre y si hubiera presentado a otro que no fuera el ex presidente no hubiera sacado más del 10% de votos y a estas alturas tendrían un partido en la sala de cuidados intensivos."
"En Liberación lo que querían era volver a ganar el gobierno y que con el botín del gobierno volver a recomponer este partido muerto. Yo creo que embarcaron a Arias."
"Arias como persona ya es perdedor. ¿Cómo va a gobernar este país? Tendrá que gobernar a garrotazos, por encima de la voluntad popular, el tiene que estar desesperado. (..) ese factor que parece que le agrada tanto, que es la erótica del poder, se acabó. Es un hombre que no puede salir a la calle" libremente.
Renovación legislativa
Al referirse al trabajo que piensa desplegar en la Asamblea Legislativa, el diputado del Frente Amplio dice que lo primero que hará es "darle una beligerancia real política a las organizaciones sociales."
"No es solo consultarles, es darles un protagonismo y que nosotros, en una relación horizontal, decimos: bueno, aquí está el parlamento, ingresemos con nuestros proyectos de ley, con nuestros instrumentos de control político, con nuestra posición de rendición de cuentas."
"Creo que eso podría revolucionar el parlamento. No pienso ir a gastar ahí ni un minuto en negociaciones de cúpula con este diputado o el otro, eso está agotado", advierte Merino, aunque aclara que siempre estará abierto al diálogo transparente.
El trabajo parlamentario no puede seguir con ese mismo esquema, hay que darle "un revolcón" a la concepción del trabajo parlamentario.
"La democracia representativa está en crisis, la democracia política está en crisis, no se trata de eliminarlos, pero hay que ver una refundación de la política, ¿cómo? yo y la gente de parte de la sociedad civil tenemos muchas ideas."
"Creo que esas ideas se pueden aplicar, pero en todo caso también hay problemas fundamentales, como la correlación de fuerzas, hay que lograr que exista una verdadera correlación de fuerzas para obligar a la clase política profesional a que salga de este control institucional que tiene".
"No descarto tampoco la protesta social, creo que hay que reanimarla, eso no debe asustar a la sociedad, creo que eso es muy sano. Creo en la política de la calle en un sentido a lo costarricense, cuando no hay protesta, la clase política roba más y todo eso".
Merino indica que ahora hay mucha gente joven con unas ideas nuevas que esta participando en los movimientos sociales, incluso a las últimas protestas sociales le han aportado alegría e renovación de métodos.
Lo mejor que puede hacer José Merino es predicar con el ejemplo, que haya coherencia entre lo que se dice y lo que se hace y en un marco de absoluta honestidad y transparencia, dialogar, pero no el diálogo que no ha sido diálogo, que ha sido un monólogo que hay actualmente entre las fuerzas políticas del país, donde cada una quiere imponer su criterio, donde se menosprecia habitualmente a las minorías o a las minorías -eso también se ha roto con estas elecciones- se las ha visto como que se las puede manejar comprándolas con una partida, con darles apoyo a un proyectito.
Abstencionistas.
Preguntado sobre el significado del alto abstencionismo que hubo en esta elección (35%), Merino dice que si bien no hay "un retrato hablado", es evidente que ese sector lo componen personas pobres que viven en los límites de la sobrevivencia del día a día, pero también hay un ciudadano descontento, muy crítico, desconfiado, que no cree en los partidos.
No creen en la vía electoral y "no dejan de tener sus razones, porque el fraude con las elecciones empieza antes de contar los votos."
Merino reconoce que hay un sector decepcionado tanto de los partidos tradicionales como de la izquierda.
Hay una izquierda crítica muy beligerante dentro de los movimientos sociales que no quiere saber nada de procesos electorales. "Creo que es un error, pero hay que respetarlos; hay que buscar los espacios de diálogo, y cómo vincular la lucha institucional con la lucha social.", concluye.
Fuente: Semanario Informa-tico: http://www.informa-tico.com
https://www.alainet.org/es/active/10602