Habana A todo el equipo de trabajo que "contribuye a una nueva forma de pensar acerca de la discapacidad intelectual" Así como en otros renglones ni un sólo cubano queda excluido de los servicios sociales, los que sufren del Síndrome de Dawn, en este país tan atacado y vilipendiado por el imperialismo intervencionista, reciben una excelente atención médica y psicopedagógica de excelencia que convierte a los más en trabajadores autosuficientes y con autoestima y a los menos en seres con la seguridad que da la segunda opción. Conmovedora ha sido la visita al Centro Psicopedagógico "Hogar Castellana", uno de los 26 que funcionan en el todo el país, donde se atienden a 327 pacientes entre niños y jóvenes, muchos de ellos incorporados desde pequeños bajo un programa integral donde no se permite quede uno solo sin la debida inscripción en estas instituciones, previo convencimiento de los padres, principalmente de la madre, que en algunos casos se le convierte en terapeuta de su vástago. En el I Congreso de Genética Comunitaria, se tomaron dos decisiones humanitarias sin parangón en el mundo, primero abatir el nacimiento de niños con el mal, con resultados tan estupendos que las estadísticas en este tema se comparan con los países más ricos: 1.25 de cada cien niños presentan discapacidad intelectual, el promedio en las naciones en proceso de desarrollo supera el 3 por ciento. Lateralmente a lo anterior, los Comités de Defensa Revolucionario y los Activistas Agrarios, con la ayuda de los estudiantes universitarios, que en vacaciones destinan 15 días para el Trabajo Comunitario, en un tiempo perentorio se peinaron todo el territorio nacional, hasta detectar a todo niño o joven con capacidades especiales. Cuando el problema es de tal manera serio, que la madre tiene que renunciar a su trabajo, para atender fuera del horario del Centro Psicopedagógico, el Estado la contrata sobre el régimen laboral actual con todos sus derechos, inclusive el de jubilación. La directora del "Hogar Castellana", la psicopedagoga, Emelia Icart, quien por cierto es diputada a la Asamblea Nacional Popular, recuérdese que en esta República los legisladores no cobran emolumentos, nos explica todo el proceso que se inicia con el convencimiento de los padres, la incorporación a los centros, las primeras atenciones médicas, sicológicas y pedagógicas, que continúan con las fisioterapias correspondientes, el deporte, para luego entrar de lleno como consecuencia de lo anterior en el adiestramiento de las artes, de las manualidades y del trabajo en el campo, que aquí es parte de lo que se conoce como la agricultura urbana. Fuimos testigos, de cómo estos niños, con la regularidad de cualquier párvulo, aprenden a pintar, a manejar los cubiertos de mesa, a cantar y bailar. Vimos grupos de jóvenes danzar con precisión, que ya quisieran muchos de los que nos decimos normales, nos comenta la médico, Icart. Nos sorprendimos con la facilidad que han adquirido en la elaboración de artesanías como es la fabricación de muñecas y sombreros de palma con el tejido que impone. El trabajo en el campo agrícola es de no creerse, por el cuidado y la atención que prestan. Sólo este Centro tiene una producción anual de 8 toneladas. Todo el trabajo es remunerado y los jóvenes capacitados, devengan salarios con todos los derechos laborales. La salud en Cuba es gratuita, es uno de los derechos más representativos del humanismo que garantiza la Constitución de esta nación, que desde hace 46 años sufre la agresión económica del imperio, llamado eufemísticamente embargo económico. El único país de América y de muchas partes del mundo que orgulloso izó desde el 22 de diciembre de 1961, la bandera del alfabetismo. Tiene razón el cantaautor Silvio Rodríguez cuando exclama en su tonada: "Sólo el amor engendra la maravilla...", que es la frase emblemática del "Hogar Castellana". - Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor, vicepresidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP.