El alfabeto de Cuba al mundo

17/04/2006
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Habana A 45 años de que la República de Cuba, cumpliera con la alfabetización de toda su población, como lo prometiera Fidel Castro en su primer e histórico discurso en la Asamblea General de Naciones Unidas, orgullosas las maestras que dirigen el Museo que muestra la gran cruzada y guarda celosamente los documentos que la atestiguan, nos expresan: este país habla pos si solo cuando logro la proeza que le ganara el reconocimiento mundial, bajamos el analfabetismo del 20 por ciento al 3,9, ahora apenas es del 0,2 por ciento de una población de 12 millones. Esa es la razón meridiana y evidente del porque el sistema de alfabetización cubano, "Yo si puedo", esté en muchos países, incluyendo a México. En aquella ocasión, nos relatan, como deber ser pedagógicamente, las maestras Laura Campos Gallardo, directora, y Susana Morejón Martínez, sustituta, que fue el 26 de septiembre de 1960, cuando Fidel Castro, pronunció en Naciones Unidas su famosa, comprometida e histórica frase: "Cuba será el primer país de América que a la vuelta de algunos meses pueda decir que no tiene un solo analfabeto". Es de recordarse que en esa intervención el ahora presidente cubano rindió tributo con frases profundas a Los Niños Héroes de Chapultepec. Y se logró la meta al año siguiente, no obstante los innumerables obstáculos de la contrarrevolución que contó y sigue contando con el apoyo del imperialista presuntuoso, fue el 23 de diciembre de 1961, ante una Plaza de la Revolución colmada de niños, jóvenes, adultos y adultos mayores, cuando Naciones Unidas entrega a Cuba la bandera blanca del alfabetismo. La promesa de Fidel se había cumplido y se le declara a la isla: "Territorio libre del analfabetismo". La campaña de Alfabetización, que fue en la realidad una movilización sin precedentes por la educación y la cultura del pueblo cubano, enfrentó toda clase de vicisitudes, desde la Contrarrevolución que asesinaba con todos los horrores de los tormentos previos, lo mismo a alfabetizadores que analfabetos entregados al estudio, todo fue con el propósito de hacer abortar la cruzada de las letras. Por eso en el Museo, se recuerda en una especie de altar, que custodian dos estatuas de una y un brigadista, los nombres de los mártires de la alfabetización, 9 asesinados y 31 más que murieron en diferentes accidentes. En especial al primero, un joven de 18 años, Conrado Benítez García, quien después de haber sido martirizado fue ahorcado por bandas contrarrevolucionarias. Pero nadie pudo con la determinación de la Revolución, Fidel llamó a 100 mil estudiantes, respondieron 105 mil, incluyendo a dos niños de 7 años, Elam Manuel Menéndez y Griselda, ambos ahora de 52 años, él médico veterinario y ella maestra ahora titulada. Fueron en total los que intervinieron en la Campaña alfabetizadora 2 millones, entre maestros, brigadistas, obreros, miembros de las fuerzas armadas y trabajadores de la educación. Las clases siempre fueron de noche, con lámparas de petróleo donadas por la República Popular de China, pues de ninguna manera se podía parar la producción de la nación. Probado el sistema de la Cartilla Alfabetización, ahora enriquecido con las experiencias, los conocimientos adquiridos y el apoyo de las nuevas tecnologías, Cuba ofrece desinteresada a todas las naciones su sistema; por ello está en Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, El Salvador, Honduras, México, Mozambique, Nicaragua, Nueva Zelanda, Paraguay, Perú, República Dominicana y Venezuela. En nuestro país, para nuestra sorpresa, nos enteramos que la Cartilla está traducida al náhuatl. No cabe otra frase final, sino la misma con la que titulamos esta entrega: El alfabeto de Cuba al mundo. - Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor, vicepresidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP.
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