Unidad de Europa comenzó en un día como hoy: un 9 de Mayo. El inicio de la unión pacifica de los países será probablemente considerado en el futuro como el hecho político más importante del siglo XX. Hace 61 años, el francés y el alemán que combatían en las trincheras uno contra otro, habrían considerado una utopía imaginar que sus nietos tendrían pasaportes comunes y que vivirían en una Europa sin fronteras. Hoy, una bandera con 25 estrellas simboliza la integración de los países de la Unión Europea (UE) y los pasaportes dicen que el ciudadano es además de Alemán o Francés, es un ciudadano comunitario europeo. Lo que hizo posible ese logro en países históricamente distintos, por su lenguaje, religión, rasgos étnicos, antes enfrentados interminablemente en guerras a lo largo de los siglos: fue el de evitar una tercera guerra mundial. Comenzó un proyecto audaz: crear una Comunidad. Se decidió que, Alemania y Francia produjeran conjuntamente carbón y acero, fundamentales para la industria bélica de la época. A partir de entonces fueron concretadas: la unión aduanera, el mercado común, acciones relativas a la energía, la investigación, educación, transferencia tecnológica, defensa del medio ambiente, libre circulación de ciudadanos y capitales, uso de una moneda comunes, etc. Toma de decisiones comunes a través de instituciones como el Parlamento, Consejo y Tribunal de Justicia europeos . Los Latinos Americanos fuimos los pioneros en estos ideales. La historia entrelazada de nuestros países fue fruto de hombres como Bolívar, O`Higgins, San Martín,... que dedicaron su vida a la libertad y a la integración. La historia nos ha legado mayores, más numerosas y sólidas bases para lograr con facilidad la integración: idiomas, religiones, cultura e historia semejantes. Solo la unidad de los latinoamericanos nos permitirá salir de la pobreza, que afecta a más del 40% de sus habitantes. Haría innecesarios los gastos militares y los recursos podrán utilizarse en salud, educación, trabajo y vivienda. Junto con eso, la solidaridad de hecho que una integración produce, permitiría disminuir las diferencias entre los países más ricos y los más pobres de la región, tal como se hizo en la UE, donde se asignaron fondos y programas especiales a las zonas más pobres para superar la desigualdad. Una de las características de los países menos desarrollados es el centralismo. Con la unidad se enriquecen las relaciones entre las regiones vecinas de distintos países, lo cual favorece su desarrollo relativamente autónomo y, por ende, la descentralización. El gobierno de Chile ha cometido un error: no hay razones económicas, históricas, ni culturales para privilegiar el Tratado de Libre Comercio con EE.UU. o con la UE, por sobre la integración con el resto de América Latina. Es imprescindible una rectificación. La Presidenta Bachelet ha iniciado esta corrección. Es ineludible contribuir, en forma preferente y decidida, a la Unión de América Latina. La unión es el único camino para enfrentar la globalización. Nos permitirá asumir en mejores condiciones las relaciones con el poderío de EE.UU. y de la UE y obtener resultados más justos. La integración no sólo debe ser en lo económico, financiero o comercial, sino en todas las dimensiones de la vida. Así lo han comprendido Argentina y Brasil, Bolivia, Cuba, Paraguay, Uruguay, Venezuela y otros gobiernos. Un enorme avance ha sido: la incorporación de Brasil a la Corporación Andina de Fomento aumentando significativamente su capital; la conformación de las empresas multinacionales estatales del Petróleo; la Televisora del Sur que luego se verá en todo el mundo, en Chile se puede ver por Internet; la decisión de construir un gasoducto, de 8 mil kilómetros de extensión, que partiendo de Venezuela pase por Bolivia, Argentina y llegue a Brasil; conexiones por carreteras y por ferrocarriles y otras decisiones. Plebiscito Las decisiones que nos afectan a todos, deben ser adoptadas por todos. ¿Cuál sería la respuesta si se consultara a los ciudadanos? Con seguridad los latinoamericanos decidirían la integración de nuestros países. ¿No es un deber de los gobiernos: consultar a los ciudadanos a través de un plebiscito vinculante o simbólico? Preguntar a los ciudadanos si están de acuerdo con: ¿La Integración de Nuestras Naciones? ¿Unidamente buscar acuerdos, con otros países? ¿Concordar un Plan de Desarme Progresivo entre las Naciones de A. Latina? ¿NO hacer más Inversiones en Armas? La unión es el mejor disuasivo de la guerra y de los conflictos limítrofes. Alemania, Francia y Gran Bretaña lo están viviendo. Probablemente es el período mayor de su historia que han vivido en paz. En un futuro, todavía lejano habrá un solo gobierno mundial respetuoso de las distintas identidades culturales. Es posible y deseable que lo vivan nuestros nietos. Así como actualmente los nietos de ese francés y de ese alemán, que hace 60 años se disparaban en las trincheras, viven en una Unión Europea en paz y sin fronteras. - Edgardo Condeza Vaccaro es Presidente del Movimiento por la Consulta y los Derechos Ciudadanos.