Pronunciamiento público

La democracia colombiana, en una encrucijada

22/05/2006
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A partir del 17 de mayo del presente año, una organización que se autodenomina “Grupo Colombia Libre de Comunistas”, Mesa Central de Dirección Nacional, ha hecho llegar sendos comunicados a un grupo de organizaciones sociales, movimientos sociales e instituciones académicas, en los cuales, utilizando calificativos recientemente utilizados explícitamente por la campaña del Candidato-Presidente, reviven el macartismo anticomunista del pasado como instrumento para impedir la expresión de otras formas de manifestación política diferentes al discurso oficial. La intimidación y la amenaza de exterminio a todo el movimiento social que viene impulsando un proyecto societal distinto al del presidente Uribe, coloca de presente no sólo el problema de las garantías para dicho proceso electoral, sino las posibilidades reales para la democracia colombiana. La democracia no es sólo la existencia del ejercicio de sus elementos formales, como votar. Tampoco es sólo el que las decisiones se legitimen por las mayorías. Lo es, ante todo, porque los ciudadanos ejercen sus derechos en libertad y además cuentan con un Estado que no sólo actúa como garante de los mismos, sino que dispone de unos mecanismos para que los ciudadanos(as) los desarrollen. Esta circunstancia no es precisamente la que en la actualidad vive Colombia. Al precio que sea necesario, así sea apelando a instrumentos abiertamente ilegales, se quiere imponer el pensamiento único, sin que el Gobierno de una manera clara y contundente fije su postura; más bien, recurriendo a un silencio que linda con la complicidad. En cualquier caso, al respecto apelamos a la pronta y efectiva acción de los organismos de seguridad. Estos hechos no corresponden sólo a una respuesta que derive de la coyuntura política. Es preciso que ello sea leído como el presagio de que la continuidad del régimen político actual no tendrá precisamente dentro de su agenda el respeto por las libertades políticas y el desarrollo de la democracia. Todo el movimiento social se encuentra hoy amenazado. ¿Será posible ceder a la intencionalidad de los autores de los comunicados aludidos, de manera que el miedo nos reduzca a la impotencia? El momento reclama que el movimiento social, como nunca antes, actúe de una manera unificada y que haga valer democráticamente el ejercicio de sus derechos, dentro de los cuales está la posibilidad irrenunciable de defender unos valores sociales y políticos y un proyecto de sociedad. - Instituto Popular de Capacitación (IPC)
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