2 de julio: signos ominosos
26/06/2006
- Opinión
Concluido ya el plazo en el que los aspirantes a la presidencia de la República y al resto de cargos de elección popular -legisladores, jefe de Gobierno del Distrito Federal y tres gobernadores- persisten en el país situaciones por conflictos no resueltos, tres de los cuales la Secretaría de Gobernación reconoce como "focos rojos", en tanto que en otros no pocos observadores advierten el riesgo de procesos poselectorales y alertan sobre posibles intentos de fraude que podrían obstaculizar un resultado cierto de los comicios del domingo próximo.
Para salir al paso de imputaciones sobre el apoyo que su partido de izquierda estaría dando a movimientos contestatarios, el candidato del PRD (Partido de la Revolución Democrática), Andrés Manuel López Obrador, personalmente tomó dos decisiones significativas: canceló el acto de cierre de campaña en el Estado de Oaxaca -como los que los contendientes han realizado en todo el país- para evitar que se le señale como instigador o parte en el conflicto magisterial que mantiene paralizadas las actividades escolares en la capital de la entidad y en otras poblaciones por las demandas de los trabajadores de la educación para una retabulación de salarios. En cuanto a otro de los "focos rojos", López Obrador pidió a las dirigencias de las organizaciones sindicales de tendencias de izquierda, que en su mayoría lo apoyan, cancelar o posponer la huelga general que se preparaba para el miércoles 28 como protesta por la injerencia de las autoridades gubernamentales en la autonomía sindical con el desconocimiento del líder de los trabajadores mineros, Napoleón Gómez Urrutia, en contra de la voluntad de sus agremiados. El paro nacional fue suspendido para evitar la acusación de injerencia a López Obrador.
El tercer punto sensible admitido por la Secretaría de Gobernación en la inminencia de las elecciones lo constituye el de los grupos de San Salvador Atenco, quienes persisten en la acusación a las policías federal y del Estado de México de abusos de autoridad, tortura y violaciones a mujeres en perjuicio de los detenidos durante el enfrentamiento del pasado 3 de mayo. A esta situación se agrega una ola de asesinatos mediante ejecuciones y atentados personales, registrados principalmente en los estados de Guerrero -donde se ubica el centro turístico de Acapulco--, de Sinaloa, de Baja California y de otras entidades.
El panorama electoral se complica además por una serie de revelaciones periodísticas que pondrían en evidencia el uso indebido de información electoral que podría configurar la disposición de datos, por parte de partidos políticos y dependencias gubernamentales, con la finalidad de influir en el electorado y hasta permitir un fraude cibernético de grandes proporciones. La periodista Carmen Aristegui acaba de dar a conocer el resultado de una serie de investigaciones que pondrían al descubierto que el Partido Acción Nacional dispuso, al margen de la ley, de la relación completa del padrón de electores -nombres y direcciones de más de setenta millones de ciudadanos- con información precisa incluso respecto a preferencias partidistas personales. En las últimas semanas, personal de supuestas agencias de investigación hizo un crecido número de llamadas a teléfonos particulares en los que se buscaba inducir el voto en favor del candidato del PAN, Felipe Calderón Hinojosa.
Vedadas ya las actividades proselitistas, conocidas las últimas encuestas de opinión que situaban en su mayoría a López Obrador en primer lugar en las preferencias electorales con un margen de entre cinco y dos puntos sobre Felipe Calderón, una de las incógnitas es hasta dónde influyó en el ánimo de los votantes la campaña de la derecha panista, organizaciones empresariales y el propio gobierno para presentar al candidato del PRD como un "peligro" para el país por su "populismo" y su pretendida irresponsabilidad en el manejo presupuestal. López Obrador acudió a numerosos acercamientos con grupos de la iniciativa privada y con representantes de la jerarquía católica, con la intención de contrarrestar lo que se califica como la campaña del miedo y tranquilizar los temores que ésta suscitaría en los hombres del capital y en los propios organismos financieros internacionales.
Hasta el último momento, Felipe Calderón mantuvo en el centro de su discurso la acusación a López Obrador de ser un peligro para la estabilidad del país. Inclusive en el acto de cierre de su campaña, con una asistencia que abarrotó el gigantesco estadio de fútbol Azteca de la capital del país, el nombre de López Obrador ocupó la mayor parte de su intervención.
El candidato del Partido Revolucionario Institucional, Roberto Madrazo Pintado, culminó sus actividades proselitistas con llamados a la "lealtad" de los seguidores tradicionales de esa formación que gobernó al país durante más de setenta años. Tal fidelidad se encontraría principalmente en los sectores rurales más apartados de la República y en organizaciones que han mantenido su pertenencia al PRI, aunque el voto de cuyos agremiados no puede estar garantizado en su favor. En los últimos días, organizaciones como la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos, tradicionalmente priísta, se declaró en favor de López Obrador, por quien se propone el sufragio con el único fin de detener un eventual triunfo de la derecha panista. Aun así, se espera que el PRI dispute a Acción Nacional la primera mayoría en las cámaras legislativas, que -según se advierte-no será alcanzada por el PRD aun si su candidato triunfara en la contienda por la presidencia.
A unos cuantos días de las elecciones, por encima de campañas cargadas de ataques personales más que de propuestas y planteamientos ideológicos, los candidatos de los tres principales partidos mantienen sus posturas políticas definidas: El PRD en una izquierda resuelta a una serie de ajustes administrativos, de austeridad y restricción en el gasto y prudente en cuanto al manejo de la economía; el PAN en la derecha decidida a la continuación del modelo económico de privatización y apertura indiscriminada a la inversión extranjera intentada por el presidente Vicente Fox, y el PRI en un centro en el que aspira a reconquistar el poder perdido en los comicios del año 2000.
https://www.alainet.org/es/active/12047
Del mismo autor
- Pemex: crónica de una muerte pausada 04/03/2016
- Guantánamo, reducto de una era superada 27/07/2015
- Razón de más 26/05/2015
- El solitario de Palacio 24/01/2015
- Cuba-EU, la esperanza de la distensión 05/01/2015
- Aun diferentes, todos somos americanos 18/12/2014
- Los tres Octavio Paz 31/03/2014
- La partición del mundo 17/03/2014
- De Santa Anna a Peña, la relación entre México y EU 19/02/2014
- Desarme nuclear: Oídos sordos de las Grandes potencias 14/02/2014