Chile, ¿solidario?

04/07/2006
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En una columna de opinión, publicada en el diario El Mercurio del domingo 2 de julio pasado, el Director Social del Hogar de Cristo, Benito Baranda, denunciaba la profunda segregación que genera el sistema económico, y que no resuelven las actuales políticas habitacionales del gobierno. El Ministerio de la Vivienda cuenta con cerca de 15 programas subsidiarios a personas o familias, a los que se supone que según su condición socio-económica, vulnerabilidad, situación habitacional, se clasifica y postula. Para el 1° y 2° quintil mas pobres, personas que vivan en condición de indigencia, allegados o en viviendas irrecuperables (cartón), se ofrece un programa habitacional de fondo concursable, 100 por ciento ejecutado por la empresa privada. En este programa existen dos modalidades, casas nuevas y casas usadas. En el primero las familias interesadas deben forma comités con un mínimo de 10 y un máximo de 300 familias, éstas tienen que buscar un terreno urbanizado, y apropiado. Pero esta solución en realidad no funciona. Una de ellas es el alto costo de los terrenos en Santiago -que pertenecen a privados-, otro es la reserva de terrenos que son de propiedad del Estado, y que los destina para otros fines, y por las limitaciones de una política de expropiación que no contempla vivienda social. Lo más importante es el bajo aporte del subsidio estatal, que en la práctica hace inviable el programa de viviendas del fondo concursable para familias de escasos recursos. Pero además, la falta de difusión de estos programas conspira contra quienes necesitan estas soluciones habitacionales. En realidad la información acerca de su existencia llega a la población solamente vía “rumor”, no existe propaganda municipal, ni publicidad gubernamental, acerca de lo que está haciendo o hará el gobierno con respecto al tema, hay hermetismo y esto causa incertidumbre, inseguridad, frustración y muchas veces humillación. Para verificar esta situación realicé todo el proceso de gestión. El objetivo era comprobar si una familia de la comuna de San Joaquín perteneciente al último quintil más pobre, tiene realmente el derecho de obtener este beneficio habitacional. Al ir a la Municipalidad que le corresponde a una persona de estas características ¿Qué le dicen? Primero que forme un comité de vivienda. Sin embargo, no entregan la información con respecto a la existencia de comités en la comuna, en realidad la única alternativa que dan es la segunda, inscribirse en el municipio por-si-acaso algún día cambian las políticas, y por el momento dejan durmiendo sus fichas por largos y largos años. Esto fue exactamente lo que ocurrió en mi caso. Comprobé que en la Municipalidad de San Joaquín, es evidente que no tienen ningún interés en resolver el problema habitacional a nadie. El Programa de Fondos Concursables para casas usadas es otra situación obscura. En este caso, la modalidad de postulación es individual, se requiere sólo de una cantidad de dinero, 10 UF (uno 180 mil pesos) en la libreta de vivienda, y la ficha CAS que demuestre que es pobre. Según el Jefe de Unidad de Planes y Programas del Secretario Regional Ministerial, Juan Espinoza, el mercado inmobiliario maneja una cantidad de mil 700 casas usadas, y que están disponibles. Para comprobar si este beneficio existía en la realidad, intente postular realizando todo lo que se me indicó en el ministerio de la Vivienda y Urbanismo (MINVIU). En el Minviu me entregaron una lista de empresas que supuestamente tenían esas casas disponibles para la postulación. Las empresas en cuestión son CONVIVIENDA, PLANNING, IBAÑEZ Y DROGUETT, LA CÁMARA CHILENA DE LA CONSTRUCCIÓN, entre otras. La mayoría de estas constructoras tiene sucursal en pleno centro, por tanto no fue necesario gastar mucho en transporte para hacer la gestión. Sin embargo, al preguntar por las casas todas estas empresas niegan la existencia de aquellas. Señalan que nunca las han tenido. Después de esta explicación me piden que busque una casa en venta que no exceda los cuatro millones 700 mil pesos, me ponga de acuerdo con el dueño y lo lleve a la constructora para preparar los documentos que se requieren en Bienes Raíces, luego se firmará la promesa de compra-venta y posterior, y finalmente, se hará la postulación al Minviu. Es bueno recordar que el gobierno entrega cinco millones 200 mil pesos a la empresa para buscar viviendas y postular a las personas. En realidad no hicieron nada, pues todo el trabajo lo realiza una misma. Todo esto resulta absolutamente falso y frustrante, pues no se encuentran casas dignas de menos de cinco millones. Las viviendas sociales de este rango de precios que se encuentran en venta son aquellas que están en la periferia, en poblaciones con graves problemas sociales, con mucha delincuencia, con fallas estructurales graves. Se trata de viviendas que están siendo abandonadas por familias que ya no soportan más el aislamiento y la despreocupación de las autoridades por ellos. Es decir, tal como señala Baranda, se condena a estas personas a la segregación social. Efectivamente, el sistema es el primer responsable, pero de esta política excluyente y segregadora también hay responsables en el Minvu, en el Serviu, en la Municipalidad y el mismo Seremi. El Programa del Fondo Solidario de vivienda es absolutamente ineficiente. Todo esto es una falta de respeto y da cuenta de la poca seriedad con que se maneja un problema tan delicado, que tiene que ver con la dignidad humana. Finalmente, es necesario destacar que existen numerosos estudios, realizados por el Instituto Nacional de la Vivienda, la Fundación para la Superación de la Pobreza, universidades y el propio Colegio de Arquitectos de Chile, que insisten en que el planteamiento original con respecto a las soluciones habitacionales para los más pobres en la práctica no se llevan a cabo. Lo que ocurre es el evidente incumplimiento de un programa que presume ser SOLIDARIO. Y eso es algo que deberemos precisar, pues cuando hablan de “solidaridad” ellos nos están hablando de un producto que “se vende y se compra”. - Vania Cantero es allegada y dirigente de un Comité de Allegados de la comuna de San Joaquín. Fuente: Crónica Digital (Santiago de Chile) http://www.cronicadigital.cl
https://www.alainet.org/es/active/12138

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