COICA: Crisis interna y retos

01/08/2005
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La Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), fue creada en la ciudad de Lima – Perú, el 14 de marzo de 1984. Actualmente su sede se encuentra en la ciudad de Quito – Ecuador y es una organización internacional que representa los intereses de las siguientes organizaciones indígenas de la cuenca amazónica: Asociación Interétnica de la Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP - Perú), Asociación de Pueblos Amerindios de Guyana (APA - Guyana), Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB - Bolivia), Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Amazonía Brasileña (COIAB – Brasil), Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (CONFENIAE – Ecuador), Federación de Organizaciones Autóctonas de Guyana Francesa (FOAG – Guyana Francesa), Consejo Nacional Indio de Venezuela (CONIVE – Venezuela), Organización de Indígenas de Surinam (OIS – Surinam) y Organización de Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana (OPIAC – Colombia). La COICA, en los últimos años se constituyó en una de las organizaciones indígenas con mayor credibilidad en el ámbito internacional, tanto ante los organismos especializados del sistema de las Naciones Unidas, especialmente en aquellos de derechos humanos, desarrollo sostenible y ambientales, así como frente a otros organismos multilaterales y de cooperación, tanto oficiales como de las organizaciones no gubernamentales que tratan los temas indígenas. Esta credibilidad que ha venido construyendo la COICA, a lo largo de su historia, se ha debido fundamentalmente a que logró trascender proactivamente la denuncia con hechos reales de incidencia en la política internacional sobre la base de la reflexión y posicionamientos de consenso como pueblos indígenas amazónicos. Desde el auge de la constitución de las organizaciones en la década de los 80, ninguna otra en el mundo ha podido consolidarse con las características de representación y coordinación como lo ha logrado la COICA, rebasando las fronteras nacionales. Lo mencionado, nos hace ver que la COICA construyó un proceso organizativo que puso en evidencia la fortaleza de las organizaciones indígenas amazónicas, desde lo local hasta lo internacional, y se constituyeron en actores imprescindibles para la toma de decisiones sobre lo que se debe hacer o no hacer en un espacio geográfico tan inmenso como es la cuenca amazónica con una extensión de 10'268.471 km2, con una población indígena de 2'779.478 habitantes, pertenecientes a 390 pueblos amazónicos culturalmente diferenciados. (1) ¿Por qué se creó la COICA, cuáles son sus objetivos básicos, su visión y misión? Las demandas políticas y civiles de los pueblos indígenas, así como las económicas, culturales y sociales rebasan el alcance de las organizaciones locales y nacionales. En este sentido, dar respuestas a las políticas de la globalización implican también que las organizaciones indígenas se proyecten mas allá de sus ámbitos locales. Así nace la COICA, básicamente para generar un proyecto político, plural y participativo con todas las organizaciones de los pueblos indígenas amazónicos que tiene como objetivos básicos, entre otros, los siguientes: - Defender las reivindicaciones territoriales, la autodeterminación de los pueblos indígenas y el respeto a los derechos humanos fundamentales de sus integrantes. - Coordinar con las organizaciones miembros, ante las diversas instancias intergubernamentales y organizaciones no gubernamentales de nivel internacional, las diferentes acciones dentro de la cuenca amazónica. Si miramos el primero de estos objetivos básicos enunciados, podemos notar que su accionar se vuelve limitado para alcanzar el reconocimiento por estos derechos como a los territorios indígenas y la autodeterminación, en el ámbito local y nacional, y precisamente por ello, en el siguiente objetivo, la COICA, se proyectó a desplegar todas sus energías en coordinación con sus organizaciones miembros, ante los organismos internacionales en donde se adoptan las grandes políticas globales que finalmente terminan incidiendo en el futuro y situación de los pueblos indígenas, como las políticas ambientales y forestales, extractivas y de desarrollo. Dice la COICA, que su visión es la de ser una instancia de convergencia de esfuerzos para la promoción, protección y seguridad de los territorios indígenas, con sus propias formas de vida, principios y valores sociales, espirituales, culturales, políticos y económicos. Su preexistencia como pueblos indígenas distintos, se enmarca por la defensa de la vida y de la amazonía como el espacio libre y de paz, afirmando y determinados a continuar como semilla de la tierra. Su misión institucional es la de generar una política propia como pueblos indígenas amazónicos, identificando y consolidando objetivos comunes a fin de desarrollar acciones conjuntas para la sostenibilidad humana, ambiental y económica de su propia perspectiva. (2) El Rol de la COICA, en su política de incidencia internacional se ha caracterizado siempre por estar a la vanguardia de las propuestas y en más de una ocasión, ha sido la organización que ha liderado muchas de las actividades en pro del reconocimiento de los derechos colectivos de los pueblos indígenas no solamente amazónicos. La bandera de lucha de la COICA, ha sido la libre determinación de los pueblos indígenas, la seguridad jurídica de sus territorios ancestrales y el medio ambiente, el control sobre los recursos naturales existentes en sus territorios, el respeto por los derechos colectivos sobre los conocimientos ancestrales, la no superposición de áreas protegidas en territorios indígenas, entre otros, en donde esta organización tiene inmensas fortalezas en el tratamiento de estos temas. ¿Por qué la actual crisis interna? Con profunda preocupación hemos observado la actual situación de crisis interna que afecta a esta gran organización COICA, y que se encuentre en riesgo ese esfuerzo colectivo de los grandes líderes y dirigentes indígenas amazónicos que hicieron posible su creación. Habiendo prestado mis servicios por cerca de 9 años en la COICA, tuve la oportunidad de observar de cerca el proceso de fortalecimiento organizativo e institucional de esta organización, por lo que puedo sacar las siguientes conclusiones: 1.- La participación política de los pueblos indígenas en los espacios de poder de un país, es absolutamente legítimo y considero que gracias a esta presencia se han materializado algunos de los derechos hoy reconocidos constitucionalmente, como son los casos de Colombia, Ecuador y Venezuela. Sin embargo, pienso que desde las estructuras estatales se han diseñado maneras y formas de participación política para los pueblos indígenas que en nada contribuyen a la unidad y consolidación de sus estructuras organizativas. Por lo menos en el caso ecuatoriano, a ello se debe la fuerte división interna al interior de las organizaciones de la propia Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, CONAIE. Se han institucionalizado mecanismos de participación acordes con los mismos esquemas de la partidocracia tradicional y que no responden al proyecto político que los pueblos indígenas han diseñado para defender sus propios derechos y su participación en el escenario nacional, entonces, se han mezclado entre intereses de diferentes sectores sociales con el proyecto político del movimiento indígena, y en muchos de los casos a nombre de los pueblos indígenas, otros sectores sociales se han beneficiado política y económicamente sacando grandes réditos. Por tanto, considero que las altas dirigencias y los actores decisorios de los pueblos indígenas deberían hacer una evaluación seria de la actual situación que están atravesando las organizaciones no solo en el Ecuador, sino en toda la región porque esto definitivamente no conduce a ningún norte, mientras que la globalización y las políticas neoliberales de nuestros países nos están llevando al etnocidio y a la capacidad de que podamos actuar como pueblos y como un colectivo frente a las amenazas como el TLC con los EE.UU., el Plan Colombia, el Proyecto IIRSA, entre otros. 2. Las estrategias geopolíticas de los organismos internacionales y los países desarrollados con respecto a la cuenca amazónica, apuntan a que se sienten las condiciones políticas y jurídicas favorables para la explotación irracional de los recursos naturales estratégicos, como son los hidrocarburos, las minas, la biodiversidad, la madera, el agua y los conocimientos ancestrales de los pueblos indígenas. La construcción de ejes viales claves en la cuenca amazónica y la declaratoria de los llamados corredores biológicos, son solamente un ejemplo de esta realidad y que paradójicamente éstos afectan directamente a los territorios indígenas. COICA, como organización regional de los pueblos indígenas amazónicos, entonces es el escenario propicio para tratar estos temas globales de la región y plantear estrategias de defensa y respeto a los derechos legítimamente adquiridos, y este conflicto interno que atraviesa la organización, mucho tiene que ver con estos grandes intereses estratégicos sobre la cuenca amazónica. 3. Gracias a los derechos consagrados constitucionalmente, hoy los pueblos indígenas gozamos de algunos beneficios postergados durante toda la época colonial y republicana, y el rol que han jugado las organizaciones indígenas es muy relevante. Las acciones de movilización, respuestas contestatarias y discursos de nuestros líderes en cierta manera han persuadido a las clases políticas tradicionales, pero siento que muchos de estos logros y proyectos políticos se han ido diluyendo por la falta de propuestas para que se los hagan factibles y viables dentro de las estructuras estatales o para que se viabilicen profundas transformaciones jurídico políticas. Igual situación ocurre en los organismos internacionales en donde se adoptan las grandes decisiones con respecto a los pueblos indígenas y allí tenemos serias deficiencias para actuar proactivamente en las negociaciones en pro de la defensa o el reconocimiento de nuestros derechos. El llamado a los líderes y organizaciones indígenas no solamente amazónicas, sino de todos nuestros países es que se consoliden las estrategias de negociación internacional y no se dispersen energías en asuntos internos que en nada benefician a los pueblos. Los grandes proyectos globales de impacto directo en los pueblos indígenas se aplican con toda tranquilidad y con la venia de los Estados Nacionales, y casi no tienen ninguna capacidad de reacción proactiva de las organizaciones indígenas, es por ello que la mayoría de acciones se han limitado a actitudes contestatarias. Por tanto, es absolutamente emergente que los pueblos indígenas trabajemos en el desarrollo de las propuestas que nuestras mismas organizaciones lograron, como las Entidades Territoriales Indígenas (ETIS) en Colombia, las Circunscripciones Territoriales Indígenas (CTI) en Ecuador, las CTO en Bolivia, los Derechos Intelectuales Colectivos, entre otros. 4. La cooperación internacional, especialmente los llamados ambientalistas han desempeñado un rol importante para la consolidación de las organizaciones indígenas amazónicas invirtiendo ingentes recursos financieros bajo el argumento de es importante este apoyo para que los pueblos indígenas conserven sus bosques y el medio ambiente, en unos casos para contrarrestar el efecto invernadero por el gran potencial de los bosques tropicales para la captación de CO2 y generación de oxígeno puro, y en otros casos, simplemente para palear la marginalidad y pobreza en que viven las comunidades. De esta manera, las organizaciones indígenas han visto llegar el dinero fácil a sus arcas, siendo aun mas agravante las erogaciones paternalistas que realizan las empresas extractivas, especialmente las petroleras para persuadir a las organizaciones y sus líderes con el fin de lograr su adhesión a las llamadas políticas de "buenas relaciones comunitarias". Entonces, tanto las organizaciones de cooperación, así como las empresas extractivas han generado una cierta dependencia en las organizaciones indígenas en detrimento directo de los programas serios de desarrollo socioeconómicos que fomenten la autogestión, así pues, muchos proyectos destinados para la cooperación al desarrollo en los pueblos indígenas amazónicos, han terminado fomentando el "desarrollismo" y la "dependencia", con resultados nada favorables. Esta situación de paternalismo que se ha enraizado en toda la cuenca amazónica, pueda ser también una de las causas para esta crisis que actualmente viven las organizaciones indígenas de la región, y por tanto, sería urgente que se analicen y adopten nuevos paradigmas de desarrollo o lo que los tecnócratas llaman, el desarrollo sostenible o sustentable, pero en base a los propios e inmensos recursos naturales que tienen los territorios de los pueblos indígenas. ¿Por qué se les ha hecho creer a los indígenas amazónicos que solamente deben estar predestinados a conservar los recursos de los bosques y su medio ambiente para que otros (empresas multinacionales de todo tipo), los exploten irracionalmente y obtengan utilidades millonarias con el contubernio de los gobiernos de turno? 5. Tuve la oportunidad de trabajar muy de cerca con esta organización en la cual, gracias a la experiencia de sus líderes y organizaciones, adquirí muchos conocimientos sobre todo relacionados con la importancia que tiene el medio ambiente y sus territorios, para consolidarse como pueblos con una propia identidad. Tuve la experiencia de constatar los enormes intereses que hay detrás de los recursos estratégicos en toda la cuenca amazónica por parte de las empresas extractivas multinacionales y los Estados Nacionales, y en más de una ocasión fui testigo presencial en los debates o los llamados diálogos en los que, con altura y profunda convicción de sus intereses como pueblos, se planteaban las posiciones políticas en temas como de áreas protegidas, recursos genéticos, la propiedad intelectual, manejo de bosques, hidrocarburos, minas y otros. También en este proceso se acompañó, desde la organización, a que se materialicen las grandes transformaciones que en el tema de derechos de los pueblos indígenas, están ahora viviendo las organizaciones indígenas de la hermana Republica Bolivariana de Venezuela. Acompañé de cerca al proceso de formación académica de líderes indígenas de la región en Derechos Indígenas y Recursos Hidrocarburíferos que la COICA desarrolló con la FLACSO, un programa realmente innovador frente al pasado inmediato del desarrollo de un plan de capacitación que se aplicaba con el Banco Mundial, OLADE y ARPEL. Seguí muy de cerca y apoyando al posicionamiento de la COICA, en los debates internacionales sobre el tema de los recursos genéticos, los derechos de propiedad intelectual y los conocimientos tradicionales, en el que actualmente me encuentro involucrado, y hoy tengo la satisfacción de seguir sus lineamientos para el posicionamiento en estos temas en los organismos como la Comunidad Andina de Naciones (CAN), el CDB, la OMPI, la UNCTAD y otros. 6. La COICA, actualmente ha desarrollado una propuesta de agenda propia, mas conocida como la llamada Agenda Indígena Amazónica, AIA, y considero que los dos actores del conflicto interno de la organización deberían dejar a un lado sus diferencias e intereses particulares y aunar esfuerzos por un bien colectivo. La AIA, es una buena herramienta de trabajo, pero deben buscarse complementariedades con otras prioridades como en el ámbito internacional, en donde el nombre de esta organización aun ocupa un lugar privilegiado. Finalmente, considero que la determinación sobre el destino de esta organización no esta en manos de actores externos de la región, sino en sus propios lideres. Así que confiemos en sus propias capacidades de resolución de conflictos, para que la COICA vuelva y retome el liderazgo que siempre le ha caracterizado. Rodrigo de la Cruz, abogado kichua, fue funcionario de la COICA.
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