La acción de la derecha internacional
28/07/2006
- Opinión
* Morris y Solá, los consejeros de Calderón
* América Latina, objetivo inmediato
En la espera del fallo del cuerpo constitucionalmente autorizado para calificar los procesos electorales, surgen a la luz los elementos confirmatorios de una maquinación de las fuerzas de la derecha internacional para inclinar el resultado de la elección del pasado 2 de julio en favor del ultra conservador Felipe Calderón Hinojosa sobre Andrés Manuel López Obrador, postulado por una coalición con elementos del centro-izquierda, cuyos representantes reclaman un fraude previo y durante los comicios, prolongado ahora con una campaña de desprestigio hacia las impugnaciones presentadas ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
En días pasados, el político y teórico Porfirio Muñoz Ledo señalaba en una entrevista periodística la presencia de una estrategia puesta en práctica con la participación de elementos internos y externos para impedir el arribo de López Obrador a la presidencia de la República, instrumentada con recursos similares a los empleados en campañas similares a través de la historia. Muñoz Ledo, un político que ha transitado desde las filas del Partido Revolucionario Institucional hasta por dos veces el de la Revolución Democrática pasando por su colaboración con el gobierno de Vicente Fox, pero cuya visión teórica alcanza dimensión internacional, recuerda cómo desde la época del levantamiento del general Francisco Franco en España, hace setenta años, se desplegó una campaña en busca de infundir temor en la población presentando al adversario como un riesgo para el ciudadano, para su familia y para el país.
En España la insistencia de las acusaciones a los "rojos" y a la República representante de la democracia, cayó en terreno abonado en una sociedad profundamente católica y tradicional, en buena parte convencida por la prédica desde el púlpito y otras fuentes de propaganda que alertaban sobre el arribo del comunismo. Contra López Obrador funcionó, además de las maniobras para eliminarlo de la contienda mediante acusaciones penales infundadas, la acusación repetida a través de todos los medios de constituir un peligro para el país por su "populismo" y sus propósitos de atacar a la empresa privada en favor de la participación del estado en la economía. El plan que permitió reducir en las encuestas de opinión y en los resultados preliminares de la votación la amplia ventaja de López Obrador sostenida hasta días antes de la elección, forma parte de una serie de acciones programadas desde los centros de poder de la derecha internacional. Recientes revelaciones de investigadores y activistas de la campaña de López Obrador ponen al descubierto detalles de esos planes y de la intención de prolongarlos en otros sitios del ámbito latinoamericano.
Por lo pronto, se prepara ya la "fabricación" de un candidato opositor a la postulación del presidente de Venezuela, Hugo Chávez para las elecciones en las que el actual mandatario busca su reelección, Expertos en mercadotecnia política, por lo menos de Estados Unidos y del derechista Partido Popular de España que participaron en la campaña de Felipe Calderón configuran el perfil del personaje que deberá enfrentar a Chávez en los comicios venezolanos, precisan sus rasgos y definen la estrategia de adoctrinamiento entre la población para hacerlo llegar a la presidencia. La organizción Ciudadanos Jaliscienses, integrada por investigadores políticos que apoyan la candidatura de López Obrador, distribuye a través de diversos medios un material en el que se presentan los antecedentes y acciones de dos personajes cuya asesoría fue clave en la campaña de Felipe Calderón. Dick Morris, especialista norteamericano en el manejo de encuestas de opinión y uso de los medios de comunicación, ex asesor del presidente Bill Clinton, y Antonio Solá, experto en imagen política, enviado por el Partido Popular del ex presidente José María Aznar, constituyen con su participación en la campaña una muestra de las acciones de la derecha internacional cuyos propósitos a corto y mediano plazos serían contrarrestar el avance en América Latina de las corrientes progresistas que cuestionan la hegemonía de la política norteamericana y el control económico ejercido por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Antonio Solá, cuya compañía madrileña Ostos&Solá ofrece "asesorías en comunicación, imagen, cabildeo, estrategias políticas y entrenamiento de directivos", trabaja directamente con la Fundación de Análisis y Estudios Sociales, presidida por el propio José María Aznar e integrada al Partido Popular. A principios de 2006, Aznar fue invitado por el Partido Acción Nacional y el Instituto Tecnológico de Monterrey a presentar una conferencia en la que hizo un pronunciamiento público en favor de Calderón. La cancillería mexicana no respondió a las demandas de imponer una sanción a Aznar -incluso su expulsión-por injerirse en su calidad de ciudadano extranjero en asuntos políticos del país. Solá ha trabajado directamente con Aznar en asuntos como el intento de responsabilizar al grupo ETA de los atentados del 11 de abril de 2003 en Madrid, en una operación que le costó la derrota en las elecciones para continuar al frente del gobierno español. La estrategia de Solá consiste fundamentalmente en mantener una actitud de desprecio a la capacidad de razonamiento de la población centrando al candidato en la proyección de imágenes y contenidos que apelan exclusivamente a los impulsos y emociones en bloque, sin oportunidad de pensar y razonar.
Traza así planes de acción en los que el candidato y su equipo no responden a los cuestionamientos y planteamientos de ideas y situaciones concretas, sino con generalidades que buscan resaltar su imagen. Dick Morris, alguna vez considerado por la revista norteamericana Time como el consejero político más exitoso en Estados Unidos, desplegó en México una tarea consistente en la manipulación de las encuestas haciéndolas oscilar dentro de fronteras creíbles aunque bajo un control de sus efectos, por ejemplo, cuando logró presentar a Felipe Calderón como un candidato que vino de atrás para alcanzar a su adversario. "El que empata gana", dice un proverbio hípico en el que buena parte de la población cree como una verdad incontrovertible. Otra de las estrategias de Morris fue la aplicación del modelo nazi para el manejo de una mentira repetida mil, millones de veces hasta convertirla en una verdad. Ambos, Solá y Morris, se convirtieron en pilares de la campaña mediática y de imagen pública de Felipe Calderón, previa a unas elecciones en las que se sospecha hubo además la presencia de manipulación del voto en las urnas. A través de su empresa Hinterlaces, y seguramente con la participación de expertos en trampas publicitarias, Morris proyecta la figura de un candidato "probeta" para las elecciones de Venezuela en diciembre próximo. Será un hombre joven, surgido de abajo pero con una preparación tecnocrática avanzada, provisto de una amplia información y de un grupo de colaboradores identificados con las teorías del neoliberalismo. Es, sin duda, la nueva misión que la derecha internacional confiere a sus expertos en el desarrollo de actividades políticas orientadas a frenar el advenimiento de las fuerzas progresistas en América Latina.
- Salvador del Río, periodista y escritor mexicano
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