Nogales, Sonora.- Tenemos dos versiones en la mesa de trabajo sobre las posibles soluciones, absurdamente violentas, al conflicto del estado sureño de Oaxaca que bien pudiera pensarse que corresponden a un sola bien planeada estrategia entre el Gobierno Federal, el estatal, del desprestigiado Ulises Ruiz, y la parte más irascible e irrazonable del sector empresarial, que podría llevar a esa entidad a su peor colapso desde que se inició el diferendo con el magisterio local, que se siguió con la llamada Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca y que alcanzó hasta los estudiantes. Por una parte el diario La Jornada, al igual que otros rotativos, nos informa del ultimátum del aún gobernador Ulises Ruiz en dos sentidos: nuevamente el uso de la fuerza pública si la Federación no lo apoya y la decisión del no pago de salarios a los maestros que se nieguen a regresar este lunes a clases, los cuales se agrega serán sustituidos por profesores jubilados. Solitario, el diario Excélsior da a conocer a ocho columnas que empresarios, prestadores de servicios y organizaciones civiles de Oaxaca acordaron realizar un paro económico y limpiar la capital del estado -no sabemos cómo, al menos que los apoyen la fuerza pública-, según explicaron como una forma de presionar a los gobiernos federal y estatal para que pongan remedio al conflicto magisterial. El gobernador Ulises Ruiz, de acuerdo a su arrebatos acostumbrados, exigió a maestros y demás trabajadores de la educación a reiniciar este lunes el ciclo escolar 2006-2007 de manera generalizada, y les advirtió tajante que si no lo hacen se les rescindirán contratos y "se procederá a tomar las medidas que permitan garantizar la prestación del servicio educativo, para lo cual se contratará a profesionistas y maestros jubilados". En el ultimátum dado a conocer en la víspera, aseveró que su gobierno podría usar de nuevo la fuerza pública si la Policía Federal Preventiva no es enviada para solucionar el conflicto en la entidad. La huelga empresarial, se aseguró, contempla el cierre de cinco mil 900 comercios, 147 gasolineras y la suspensión del servicio de taxis, los próximos jueves y viernes, e irá acompañada de un tequio (servicio comunitario) en el primer cuadro de la capital para quitar barricadas y borrar las pintas de las paredes hechas durante el plantón del magisterio y la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca APPO. Ulises Ruiz, aprovechó el momento para rechazar que vaya a pedir licencia a su cargo a cambio de aceptar un puesto en el gabinete del presidente electo, Felipe Calderón. Prueba de la concertación es que inmediatamente después de darse a conocer la posición de fuerza del Gobierno estatal, la Secretaría de Gobernación aseguró que "un grupo importante" del magisterio de Oaxaca desea regresar a las aulas mañana y, simultáneamente, continuar la negociación para solucionar el conflicto. Todo ocurre mientras numerosos integrantes de la Asamblea Popular avanzan hacia la ciudad de México para exigir al Senado inicie el proceso de la desaparición de poderes y la salida de Ulises Ruiz, única demanda en la que no han variado Por sus parte los maestros dijeron que no caerán en la nueva provocación de las autoridades estatales, las cuales les exigieron regresar a las labores a partir de mañana, y aseguraron que "no es la primera vez que pretenden imponerse y dar un nuevo sesgo a la consulta que realiza el magisterio en la entidad para determinar cuál es el mejor camino para continuar la lucha". Todo lo anterior, nos lleva a pensar que no ha habido el talento necesario, o no ha existido la disposición al diálogo y a la negociación; por lo tanto nos encontramos como al principio, en que el uso de la fuerza canceló todo arreglo, ahora podría significar el inicio de un colapso generalizado en Oaxaca, no por defender a la institucionalidad, sino por proteger a un personaje negado a la política: Ulises Ruiz. ¡Cuidado¡ - Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor, vicepresidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP.