Preocupante situación
Precaria tenencia de la tierra en Goya
16/10/2006
- Opinión
La Pastoral Rural de la Diócesis de Goya hace conocer a los organismos oficiales y a la opinión pública en general, su preocupación por la situación de la tenencia de la tierra en nuestra zona, cuya precariedad y falta de garantías acarrea problemas muy graves a las familias campesinas que, con su esfuerzo sostenido y perseverante, extraen de la tierra los frutos que constituyen la producción local generadora de las riquezas genuinas que conforman la base de nuestra Economía Regional.
Como muy bien lo expresa la Conferencia Episcopal Argentina en su brillante documento ”Una tierra para todos”, dado a conocer recientemente a los argentinos, es importante tener en cuenta el principio medular del “Destino universal de los bienes” creados por Dios para todos los hombres de todos los tiempos. Esto vale tanto para la tierra rural como la urbana. Es conveniente mencionar como un valioso antecedente el documento titulado ”Para una mejor distribución de la tierra…”, del Consejo Pontificio de Justicia y Paz, expedido en Roma el año 1997, con motivo de la preparación del gran Jubileo del año 2000, en que se afirma:”…Este escandaloso proceso de concentración de la tierra, está en neta oposición a la voluntad y designio salvífico de Dios, dado que niega a una gran parte de la humanidad los beneficios de los frutos de la tierra”.
La tierra es un don preciado, un derecho inalienable que tenemos los seres humanos, porque si carecemos de ella no tendría sentido el derecho al trabajo, mediante el cual transformamos la naturaleza y somos co-creadores con Aquel que, con su infinita misericordia, nos entregó la creación para que seamos fieles administradores lo que hemos recibido gratuitamente.
Es importante expresar, además, que el derecho de propiedad es claramente reconocido por nuestra Iglesia, pero no en forma absoluta, sino con la aclaración de que pesa sobre todos los bienes una hipoteca social o sea que existe una limitación clara e inexcusable a su ejercicio, porque forman parte del bien común.
Esta Pastoral Rural, por decisión del señor Obispo don Ricardo Oscar Faifer, ha sido conformada a solicitud de miles de campesinos de la Diócesis de Goya, porque están viviendo la angustia de carecer de tierras, viendo con aflicción que desde el Estado Nacional y Provincial, no existe una real preocupación por formular una política que favorezca a los pequeños productores. Los problemas avanzan día a día mientras los hombres con responsabilidades de Gobierno parecieran ser sordos y ciegos a los reclamos generalizados de la sociedad, sin ver el empobrecimiento dramático de nuestros campos; el éxodo de miles de jóvenes que anualmente se van de la provincia en busca de un destino mejor; la extranjerización alarmante de nuestras mejores tierras, en especial en la zona aledaña a nuestros Esteros del Iberá y lo que es peor cometiéndose serios atropellos contra los más débiles. Es evidente que esta situación no sería posible sin la complicidad de algunos correntinos poderosos.
Así es que antiguos dueños u ocupantes pacíficos de la tierra, hombres y mujeres trabajadores, se han encontrado, de un día para otro, con la dolorosa sorpresa de ser despojados de lo que les pertenecía desde hace mucho tiempo y desalojados en forma compulsiva de sus tierras, privándoseles de toda posibilidad de trabajar en las labores que les son propias.
Muchos de ellos han quedado en el más brutal desamparo y van a sumarse a los millones de excluidos por un sistema generado por el “fundamentalismo del mercado”, aplicado por argentinos que se han alejado de Dios para ofrecerle sacrificios al “dios mercado”, en cuyos altares se sacrifica diariamente a millares de hermanos nuestros, como víctimas propiciatorias de un materialismo a ultranza que nos lleva por el camino de la más cruel deshumanización.
Por estas razones la Pastoral Rural de la Diócesis de Goya, a la cual se suman entidades defensoras de los derechos de los campesinos y personas de buena voluntad, hacen conocer a las autoridades y a la opinión pública:
1) Que este organismo eclesial se ha constituido con la finalidad dedicar sus mayores esfuerzos a la tarea de defender la justicia basada en los derechos de los mas débiles y construir la paz que todos necesitamos. que quede claro que nuestro objetivo es evitar conflictos y no provocarlos. los provocadores son los que destruyen la solidaridad social y el amor al prójimo, atentando contra la vigencia de los derechos humanos consagrados a nivel universal y expresamente contemplados por nuestra Constitución Nacional.
2) Nos oponemos y repudiamos los desalojos injustos que atentan contra la paz social, aumentan los sufrimientos de los pobres y son una clara expresión de la soberbia y la codicia, de quienes actúan sin respetar los derechos de sus semejantes.
3) Solicitamos expresamente se suspendan tales desalojos y que la situación vuelva a su estado anterior, para que las familias expulsadas de sus tierras vuelvan a ellas y sigan trabajando para poder obtener su sustento diario y criar a sus hijos. Mientras tanto debemos rescatarlas del olvido y la marginación, reubicándolas en lugares apropiados y con las mismas condiciones anteriores para colocar sus producciones.
GOYA, 12 de Octubre de 2006.-
Pastoral Rural de la Diócesis de Goya
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