Los magistrados del TRIFE
02/11/2006
- Opinión
El Senado de la República nombró a cinco magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, los cuales a lo largo de la próxima década calificarán los comicios de todo el país; ellos son María del Carmen Alanís, Flavio Galván, Salvador Nava Gomar, Constancio Carrasco Daza y Manuel González Oropeza, a quien por cierto la fracción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática logró imponer. El pleno regresó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación una terna para recomponerla, pues ninguno de sus miembros mereció la aprobación legislativa. El Partido Acción Nacional logró frenar la remoción de Alejandro Luna Ramos por la mínima diferencia de un voto. La ciudadanía se dará por satisfecha si los magistrados aprobados frenan las acciones del mencionado Luna Ramos quien fue uno de los que calificaron las desastrosas elecciones pasadas.
Para cualquier mexicano interesado en el desenvolvimiento democrático de nuestro país el nombramiento de esos magistrados es de una trascendencia singular porque en ellos recae las decisiones de toda controversia e impugnación, y más si tomamos en cuenta que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuando menos la actual, se lava las manos y pese a lo que ordena nuestra Carta Magna se ciñe a una ley secundaría y deja al TRIFE, como última instancia en materia electoral.
Cómo estarán los cosas que el pleno del Senado dejó pendiente el nombramiento de un magistrado, no le satisfizo ninguno de los miembros de la tercera terna, valga la redundancia, y decidió regresarla a la Corte para que se decida sobre otra y de ahí salga el agraciado. Decimos agraciado porque el sueldo de los magistrados es ofensivo por suculento. Cerca de 200 mil pesos mensuales con todos los agregados más los bonos de fin de año y de fin de actuación.
Una situación que impactó en la opinión pública fue la maniobra del Partido Acción Nacional para salvar la cabeza del magistrado Alejandro Luna Ramos, el único que queda de la administración anterior. El Frente Amplio Democrática conformado por los partidos de la Revolución Democrática, del Trabajo y Convergencia, habían incluido en el dictamen demandar al máximo tribunal el envío de una séptima terna para sustituirlo pues es el caso que por un solo voto, el del maestro, Rafael Ochoa, de Nueva Alianza se salvó don Alejandro. Es decir, la maestra Elva Esther Gordillo volvió a salvar a uno de sus pupilos.
Y esto se dio de la siguiente manera: la noche anterior, en comisiones, el PAN perdió la votación y por ello el dictamen contenía dicha demanda, pero para ello sirven los aliados y lo desecharon como ya dijimos por un solo voto.
Ante tales argucias repetimos: la ciudadanía se dará por satisfecha si los magistrados aprobados frenan las acciones del mencionado Luna Ramos quien fue uno de los que calificaron las desastrosas y controvertidas elecciones pasadas.
- Teodoro Rentaría Arróyave es periodista y escritor, vicepresidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP.
Para cualquier mexicano interesado en el desenvolvimiento democrático de nuestro país el nombramiento de esos magistrados es de una trascendencia singular porque en ellos recae las decisiones de toda controversia e impugnación, y más si tomamos en cuenta que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuando menos la actual, se lava las manos y pese a lo que ordena nuestra Carta Magna se ciñe a una ley secundaría y deja al TRIFE, como última instancia en materia electoral.
Cómo estarán los cosas que el pleno del Senado dejó pendiente el nombramiento de un magistrado, no le satisfizo ninguno de los miembros de la tercera terna, valga la redundancia, y decidió regresarla a la Corte para que se decida sobre otra y de ahí salga el agraciado. Decimos agraciado porque el sueldo de los magistrados es ofensivo por suculento. Cerca de 200 mil pesos mensuales con todos los agregados más los bonos de fin de año y de fin de actuación.
Una situación que impactó en la opinión pública fue la maniobra del Partido Acción Nacional para salvar la cabeza del magistrado Alejandro Luna Ramos, el único que queda de la administración anterior. El Frente Amplio Democrática conformado por los partidos de la Revolución Democrática, del Trabajo y Convergencia, habían incluido en el dictamen demandar al máximo tribunal el envío de una séptima terna para sustituirlo pues es el caso que por un solo voto, el del maestro, Rafael Ochoa, de Nueva Alianza se salvó don Alejandro. Es decir, la maestra Elva Esther Gordillo volvió a salvar a uno de sus pupilos.
Y esto se dio de la siguiente manera: la noche anterior, en comisiones, el PAN perdió la votación y por ello el dictamen contenía dicha demanda, pero para ello sirven los aliados y lo desecharon como ya dijimos por un solo voto.
Ante tales argucias repetimos: la ciudadanía se dará por satisfecha si los magistrados aprobados frenan las acciones del mencionado Luna Ramos quien fue uno de los que calificaron las desastrosas y controvertidas elecciones pasadas.
- Teodoro Rentaría Arróyave es periodista y escritor, vicepresidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP.
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