XVI Cumbre Iberoamericana:
Entre dos muros y con notorias ausencias
03/11/2006
- Opinión
Montevideo
La XVI Cumbre Iberoamericana de mandatarios comienza este viernes en Montevideo, con notorias ausencias como la reina Sofía de España y la de siete de sus 24 jefes de Estado y gobierno, entre los que se destaca Perú, Cuba y Brasil, país más grande de la comunidad con el reelecto Lula.
El secretario general de ONU Kofi Annan, el rey Juan Carlos I y el presidente uruguayo Tabaré Vázquez, inaugurarán la cita centrada en 25 millones de migrantes latinoamericanos. El Compromiso de Montevideo reconocerá su aporte a los países de destino para que se proteja su salud y educación sin criminalizarles, dijo el secretario general iberoamericano Enrique Iglesias.
El documento busca "la defensa de los derechos humanos y facilitar la integración a la sociedad con educación, salud y acceso al trabajo, y sobre todo con el respeto a la persona, evitando todo tipo de racismo y xenofobia que habitualmente acompañan a estas corrientes migratorias", planteó este ex presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, quien nació en España pero de niño emigró a Uruguay al que considera "mi país"
La meta "Migración y Desarrollo" no tiene buena perspectiva justo cuando EEUU inicia al sur una valla de 1.130 kms, rechazada por 28 miembros de OEA; mientras España aplica igual técnica en Ceuta y Melilla en Africa, de la que también cuida a Islas Canarias, junto a estrictos controles de Unión Europea para no aceptar trabajadores inmigrantes latinoamericanos.
La Justicia española viene de dictar sentencia de casación contra el Tratado de 1870 que da a los uruguayos igual trato que a nacionales, por cómo fue recibida la inmigración hispana en este país sudamericano, tema que podrá ser discutido por los presidentes este sábado, dijo Iglesias a Nederland.
Ante nuestra consulta de si en la cumbre iberoamericana podría estar sobre la mesa la actitud de no reconocer un tratado internacional firmado con Uruguay, respondió que "el debate está abierto para todos los planteos que quieran hacer los gobiernos. Una de las cosas (positivas) de estas cumbres es que es un debate muy abierto, muy coloquial, y no hay restricciones a los jefes de Estado, que pueden discutir lo que quieran".
El Compromiso de Montevideo se sigue corrigiendo por los cancilleres en busca de "gobernabilidad migratoria" iberoamericana, ordenar flujos de trabajadores evitando la trata, explotación y tráfico de indocumentados, pues la delegación española trabó una cláusula sobre derechos humanos.
"Migraciones: un desafío global", un relatorio de 250 páginas en castellano y portugués, fue presentado por el presidente honorario del Club Internacional de Prensa, Tito Drago, quien evaluó ante Nederland que el avance esperable de la cumbre es que "los tres países europeos y los 19 latinoamericanos acerquen sus posiciones y terminen reconociendo el derechos de inmigrantes a ser acogidos en los países a que llegan".
El canciller anfitrión Reinaldo Gargano lamentó la falta de Lula de Brasil aduciendo cansancio y que su vecino argentino Néstor Kirchner esté unas horas luego que su par uruguayo dijo que no mantendrían "diálogo" mientras exista corte de acceso a puentes internacionales.
Se debe al corte de acceso a los mismos, mediante un muro que construirán hoy ambientalistas argentinos opuestos a plantas de celulosa en Uruguay. Gargano ironizó que "están de moda los muros, porque le han pedido a cada uno que lleve un ladrillo o bloque de cemento para tapar el pasaje. Me parece lamentable todo eso y yo llamaría a la reflexión".
Pese a muros o ausencias, manifestación fronteriza y de antiglobales, la cumbre iberoamericana -vallada y con 3.000 efectivos- buscará abaratar U$S 60 mil millones de remesas al año, lanzar un plan que elimine el analfabetismo en 7 años, una Carta Cultural, una Escuela de Gobierno, discutir sobre Haití y tratar mejores prácticas contra la pobreza.
- Carlos Montero, desde la cumbre iberoamericana de Montevideo, para Radio Nederland
La XVI Cumbre Iberoamericana de mandatarios comienza este viernes en Montevideo, con notorias ausencias como la reina Sofía de España y la de siete de sus 24 jefes de Estado y gobierno, entre los que se destaca Perú, Cuba y Brasil, país más grande de la comunidad con el reelecto Lula.
El secretario general de ONU Kofi Annan, el rey Juan Carlos I y el presidente uruguayo Tabaré Vázquez, inaugurarán la cita centrada en 25 millones de migrantes latinoamericanos. El Compromiso de Montevideo reconocerá su aporte a los países de destino para que se proteja su salud y educación sin criminalizarles, dijo el secretario general iberoamericano Enrique Iglesias.
El documento busca "la defensa de los derechos humanos y facilitar la integración a la sociedad con educación, salud y acceso al trabajo, y sobre todo con el respeto a la persona, evitando todo tipo de racismo y xenofobia que habitualmente acompañan a estas corrientes migratorias", planteó este ex presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, quien nació en España pero de niño emigró a Uruguay al que considera "mi país"
La meta "Migración y Desarrollo" no tiene buena perspectiva justo cuando EEUU inicia al sur una valla de 1.130 kms, rechazada por 28 miembros de OEA; mientras España aplica igual técnica en Ceuta y Melilla en Africa, de la que también cuida a Islas Canarias, junto a estrictos controles de Unión Europea para no aceptar trabajadores inmigrantes latinoamericanos.
La Justicia española viene de dictar sentencia de casación contra el Tratado de 1870 que da a los uruguayos igual trato que a nacionales, por cómo fue recibida la inmigración hispana en este país sudamericano, tema que podrá ser discutido por los presidentes este sábado, dijo Iglesias a Nederland.
Ante nuestra consulta de si en la cumbre iberoamericana podría estar sobre la mesa la actitud de no reconocer un tratado internacional firmado con Uruguay, respondió que "el debate está abierto para todos los planteos que quieran hacer los gobiernos. Una de las cosas (positivas) de estas cumbres es que es un debate muy abierto, muy coloquial, y no hay restricciones a los jefes de Estado, que pueden discutir lo que quieran".
El Compromiso de Montevideo se sigue corrigiendo por los cancilleres en busca de "gobernabilidad migratoria" iberoamericana, ordenar flujos de trabajadores evitando la trata, explotación y tráfico de indocumentados, pues la delegación española trabó una cláusula sobre derechos humanos.
"Migraciones: un desafío global", un relatorio de 250 páginas en castellano y portugués, fue presentado por el presidente honorario del Club Internacional de Prensa, Tito Drago, quien evaluó ante Nederland que el avance esperable de la cumbre es que "los tres países europeos y los 19 latinoamericanos acerquen sus posiciones y terminen reconociendo el derechos de inmigrantes a ser acogidos en los países a que llegan".
El canciller anfitrión Reinaldo Gargano lamentó la falta de Lula de Brasil aduciendo cansancio y que su vecino argentino Néstor Kirchner esté unas horas luego que su par uruguayo dijo que no mantendrían "diálogo" mientras exista corte de acceso a puentes internacionales.
Se debe al corte de acceso a los mismos, mediante un muro que construirán hoy ambientalistas argentinos opuestos a plantas de celulosa en Uruguay. Gargano ironizó que "están de moda los muros, porque le han pedido a cada uno que lleve un ladrillo o bloque de cemento para tapar el pasaje. Me parece lamentable todo eso y yo llamaría a la reflexión".
Pese a muros o ausencias, manifestación fronteriza y de antiglobales, la cumbre iberoamericana -vallada y con 3.000 efectivos- buscará abaratar U$S 60 mil millones de remesas al año, lanzar un plan que elimine el analfabetismo en 7 años, una Carta Cultural, una Escuela de Gobierno, discutir sobre Haití y tratar mejores prácticas contra la pobreza.
- Carlos Montero, desde la cumbre iberoamericana de Montevideo, para Radio Nederland
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