Tal parece que las ceremonias de protesta o toma de posesión de los gobernantes mexicanos están teniendo el denominador común de la incertidumbre, del desorden, del caos y en el mejor de los casos de la tensión generalizada. Así aconteció en la más que breve ceremonia en la que rindió protesta, en el salón de plenos del Palacio de San Lázaro, ante el Congreso General el presidente, Felipe Calderón Hinojosa, y ahora, en la ceremonia correspondiente del flamante jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon ante la Asamblea de Representantes capitalina, en el antiguo Palacio de Donceles, antes Teatro Iturbide.

En el que nos toca ahora como tema, es de señalarse que también se produjo un deslinde, el de Marcelo Ebrad, respecto de sus antecesores, no tan severo como el anterior federal, porque aquí si hubo reconocimiento tanto para Alejandro Encinas y Andrés Manuel López Obrador como para Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, por cierto ni una mención para Rosario Robles, pero de todas maneras fue deslinde, al comprometerse el nuevo gobernante capitalino a favorecer el transporte popular y dejar de privilegiar el uso del automóvil. Nosotros ya antes habíamos criticado la alta inversión que significaron los tramos de los segundos pisos del Periférico y del Viaducto.

Muy aparte del deslinde, se produjo un nuevo desencuentro entre la izquierda mexicana que no logra integrarse plenamente y por ello pierde capital político y posiciones que se consideraban dadas como el arribo a la Presidencia de la República de Andrés Manuel López Obrador. Este lunes, en el acto en que Ebrard Casaubon dio a conocer la integración de su gabinete, llamó poderosamente la atención la ausencia de Jesús Zambrano Grijalva, designado secretario de Promoción y Fomento al Empleo, de nueva creación.

Pues es el caso que, Zambrano Grijalva decidió rechazar el nombramiento como titular de la virtual Secretaría por considerar que a la Corriente Nueva Izquierda del Partido de la Revolución Democrática no se le dio el trato que merecía, la cual esperaba cuando menos la Secretaría de Gobierno. Esta decisión fue colegiada durante una reunión a la que asistieron, entre otros, los legisladores Carlos Navarrete y Jesús Ortega

En su discurso de apertura de gobierno, Marcelo Ebrard afirmó esperar una coexistencia ante la realidad política y de poderes de la nación, aunque aclaró, no estar dispuesto nunca a complicidades con el abuso cometido y las causas que lo hicieron posible.

Delineó siete directivas fundamentales de su gobierno, que se inició este martes: reforma política, equidad, seguridad y justicia, economía competitiva, cultura, desarrollo sustentable y orden urbano, en las que dijo trabajará intensamente su administración.

"Sabremos defender los intereses legítimos de la ciudad con energía y eficacia. Tendremos que sortear una situación sin precedentes con prudencia, y sin comprometer jamás el sentido del mandato que se me ha dado...Nunca comprometeré el bien de la ciudadanía”, enfatizo el perredista.

En conclusión, en la toma de posesión del flamante jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, hubo deslinde amable, pero al fin deslinde y se presentó un nuevo caos en la izquierda mexicana. Ambas situaciones, esperamos, no afecten el buen desempeño de la nueva administración capitalina.

- Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor, vicepresidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP.