Grandes declaraciones en la gestión del agua: jugando al despiste

06/12/2006
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Si se introduce en el buscador de Internet más utilizado “crisis mundial del agua”, aparecen 33.800 documentos haciendo referencia a este problema global. Aunque en cada documento se repite de alguna u otra forma el carácter vital de este bien para la conservación de los ecosistemas y para la vida de las personas, estamos muy lejos de gestionarlo y conservarlo de manera justa, equitativa, universal y sostenible.

¿Por qué todavía el 20% de la población no tiene acceso a una fuente de agua segura para su salud? ¿Por qué todavía el 40% de la población no puede tener una condiciones sanitarias e higiénicas adecuadas con un sistema de saneamiento de aguas negras eficaz? Estas preguntas han sido debatidas en distintos foros, encuentros, cumbres y otros eventos internacionales del pasado siglo XX y lo que ha andado de siglo XXI.

Todas las reuniones han dado lugar a leyes, convenios, tratados y declaraciones que han concluido en la necesidad de más encuentros, fechas señaladas, foros... Ahora estamos en el Decenio Internacional para la Acción El agua, fuente de vida (2005-2015) y el propósito es priorizar la puesta en marcha de los programas ya mencionados y supuestamente realizados en el Programa 21, Declaración del Milenio, Plan de Acción de Johannesburgo y los convenios de las sesiones 12ª y 13ª de la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible. De forma que la operatividad de estos eventos y pronunciamientos podría ser muy parecido a la escena de Groucho y Chico Marx en Una noche en la ópera [1]. Como prueba podemos comparar la declaración del Foro Mundial del Agua [2] oficial sobre sus conclusiones...

Reafirmamos la importancia crítica del agua, en particular del agua dulce, para todos los aspectos del desarrollo sustentable, incluyendo la erradicación de la pobreza y el hambre... Subrayamos la necesidad de incluir al agua y al saneamiento como prioridades en los procesos nacionales, en particular en las estrategias nacionales de desarrollo sustentable y reducción de la pobreza.

...Con la declaración del Foro Alternativo del Agua:

El agua en todas sus formas es un bien común y su acceso es un derecho humano fundamental e inalienable. El agua es un patrimonio de las comunidades, de los pueblos y de la humanidad, principio constitutivo de la vida en nuestro planeta. El agua no es mercancía. Por eso rechazamos todas las formas de privatización, inclusive la asociación pública-privada que han mostrado su total fracaso en todo el planeta.

En el primer punto y en el texto completo del Foro Oficial, los gobiernos, instituciones financieras internacionales, multinacionales, agencias de cooperación y demás responsables no aportan compromisos reales y se limitan a realizar una declaración de intenciones sobre los acuerdos internacionales ya firmados. Las expectativas de este Foro no eran muy altas dados los fuertes intereses económicos y políticos para que no se tomara una decisión que pudiera suponer un compromiso fuerte a nivel internacional. Esta decisión se podría resumir en reconocer el agua como un Derecho Humano Universal, propuesta que era uno de los puntos más importantes a tratar en el Foro y no fue aprobada.

Todo Derecho Humano parte de la premisa de no discriminación, ya sea en función de la capacidad de pago, del género o de la cultura. Esta premisa es pasada por alto con las políticas de privatización impulsadas desde instituciones financieras internacionales (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional), desde bloques económicos como la Unión Europea y desde las multinacionales del agua.

Aunque más del 90% del agua es administrada por entidades públicas, las compañías privadas han ido ampliando su actividad en todo el mundo. Si tomamos un ejemplo de gestión privada por una multinacional del agua, en este caso la española Aguas de Barcelona, en un país de América Latina, se comprueba cómo lejos de favorecer la gestión para el acceso universal al agua y al saneamiento, ponen más trabas.

En 1995, Aguas de Barcelona entró en la empresa público-privada Aguas de Cartagena (Acuacar), para prestar los servicios de suministro de agua y saneamiento a Cartagena (Colombia). El planteamiento empresarial para incrementar los beneficios se inició con el despido de la plantilla de trabajadores y trabajadoras que debían presentar de nuevo la solicitud de contrato. De esta manera se diluía la fuerza del sindicato para defender los derechos adquiridos y era más fácil imponer condiciones laborales más precarias y con menor retribución. La eficacia, profesionalidad y seguridad con la que pueden trabajar los nuevos empleados y empleadas decae al mismo nivel que sus condiciones laborales, de forma que no se asegura el cuidado que requiere trabajar con un bien de importancia vital para la población.

Cartagena es una ciudad receptora de un elevado número de personas desplazadas por el conflicto colombiano, de manera que estos ciudadanos y ciudadanas sin recursos económicos se establecen en la periferia de la ciudad. No tienen ningún tipo de servicio básico para una calidad de vida digna y aunque el Estado tiene la responsabilidad de asegurárselo directamente o través de las empresas concesionarias, casi un tercio de la población carece de agua corriente y servicios básicos de saneamiento [3]. A esta situación se añade el hecho de que el precio del agua aumentará un 570% para el año 2010. La causa del gran incremento de precio son las condiciones de los créditos concedidos por el Banco Mundial: devolución en dólares y eliminación de subsidios a personas empobrecidas. Así, cada condición que ha puesto la compañía para su funcionamiento representa una barrera al acceso a agua de calidad.

Las condiciones sanitarias no han mejorado en absoluto, ya que el 92% de las aguas residuales se canalizan a las lagunas, ciénagas y lagos situados en las zonas periféricas donde habitan las personas desplazadas. Los ecosistemas citados son fundamentales para el equilibrio ecológico de esta zona y están siendo contaminados y deteriorados de manera irreversible. Por otro lado, estas zonas son utilizadas como fuente de recursos alimentarios y de agua por los asentamientos, de manera que se incrementa mucho el riesgo a padecer enfermedades ligadas a la contaminación de agua.

Al cabo de 10 años de gestión, en noviembre de 2005 Aguas de Barcelona amenazó con salir del municipio porque no había obtenido todos los beneficios previstos. En su afán por enriquecerse a partir de un servicio básico, exigió la mejora de las condiciones del negocio sin mejorar en absoluto las condiciones de acceso y saneamiento de agua para las personas del municipio.

Es muy revelador comparar las decisiones de la empresa, el gobierno local y el Banco Mundial con las responsabilidades que asigna la Organización Mundial de Salud a cada actor implicado en la crisis mundial del agua, para superarla [4]:

- “La administración local y nacional debe proteger el derecho al agua mediante la obligación de adoptar leyes u otras medidas para impedir que terceros denieguen el acceso al agua potable en condiciones de igualdad y contaminen o exploten en forma no equitativa los recursos hídricos”.

- “Las compañías de gestión de agua deben asegurar equidad en el reparto del servicio”.

- “Las instituciones financieras internacionales deben desarrollar políticas que no interfieran con el acceso al agua directamente, por ejemplo a través de la construcción de embalses, o que no interfieran en el derecho al agua como la eliminación de los soportes de la seguridad social, o subsidios cruzados”.

Exactamente en este proceso se ha hecho todo lo contrario a estas recomendaciones. De manera que resulta claro por qué tras la cortina de los grandes foros y las grandes declaraciones, la presión de estos actores impide la solución real a la grave situación que supone una crisis mundial del agua.


NOTAS:

[1] “La parte contratante de la primera parte es igual a la parte contratante de la primera parte y la parte contratante de la segunda parte...”

[2] Para ver quién está detrás de este Foro véase: GONZÁLEZ, Erika (2006): “Agua: de recurso vital a mercancía de las multinacionales”. Pueblos, nº 21, junio.

[3] KUCHARZ, Tom (2005): “El comercio con los servicios y la privatización del agua. Tendencias globales”. Ecologistas en Acción. Disponible aquí >>

[4] OMS (2003): “The Right to Water”. World Health Organization, Francia. Disponible en la red aquí

- Erika González, Asociación Paz con Dignidad, Observatorio de Multinacionales en América Latina http://www.omal.info
https://www.alainet.org/es/active/15009
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