Tomás Hirsch: “Bachelet es más de lo mismo”
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El ex candidato presidencial chileno Tomás Hirsch, estuvo en Quito participando en el Foro Regional “Integración de los Pueblos Latinoamericanos Hacia la Nación Humana Universal”, realizado del 20 al 22 de octubre.
Tomás Hirsch, un ingeniero de 48 años y fundador del Partido Humanista, intervino como candidato a la Presidencia de la República en el 2005 por la coalición de izquierda Juntos Podemos Más, obteniendo el 5,4 % de la votación.
En medio del bullicio de centenares de jóvenes que participaban en el acto inaugural del mencionado Foro, realizado en la Universidad Central del Ecuador, conversamos con Tomás, quien se refiere a los conflictos sociales y da algunas pistas de los primeros siete meses de gobierno de Michel Bachelet, que representa a la Concertación de Partidos por la Democracia, integrada por el Partido Demócrata Cristiano, Partido por la Democracia, Partido Radical Social Demócrata y Partido Socialista.
- Por estos día los estudiantes salen a las calles en Chile ¿Cuál es el trasfondo de estas manifestaciones?
Durante el gobierno de Ricardo Lagos, ante las demandas sociales, el gobierno decía no podemos resolverlas porque estamos en tiempos de vacas flacas. Asumió Bachelet, y lo primero que dijeron es que estamos en una época de vacas gordas: el precio del cobre es el más alto de la historia, hay reservas internacionales, hay recursos. Hoy día, los sectores sociales sienten que ha llegado el momento que tanto crecimiento económico, tanta maravilla económica se traduzca en una mejor redistribución del ingreso. Quienes han tomado la iniciativa son los jóvenes, porque hoy están demandando algo de sentido común: el derecho a la educación. Hoy día hay en Chile derecho a la enseñanza, es decir a instalar colegios y hacer negocios de la educación, pero los jóvenes no tienen una buena calidad de educación, hay que tener dinero y mucho dinero para tener una buena calidad. Entonces ellos están movilizados, y están movilizados frente a un gobierno que ni siquiera tenía planteado el tema para su programa del primer año.
El Gobierno primero los descalificó, los degradó, luego los reprimió con una violencia inusitada, finalmente tuvo que asumir y aceptar que estaba frente a una nueva generación que no iba a soltar tan fácil esta verdadera demanda nacional. Y sin embargo pasaron meses y la comisión del gobierno no llegó absolutamente a nada serio. Entonces los jóvenes están movilizándose nuevamente, y el gobierno vuelve a acudir a las mismas metodologías de la época de la dictadura: una represión con una violencia, con una insensibilidad que francamente a uno lo sorprende. Estos jóvenes son jóvenes no violentos, participativos, que dan expresión a la diversidad, no son de un partido o de un color, están planteando un sentido que cruza a todo el país, por eso han encontrado el apoyo de los padres, de los partidos políticos, de los universitarios, de los trabajadores, y no van a soltar esto, aunque sean reprimidos por el gobierno.
- ¿Cómo evalúa usted estos siete primeros meses del gobierno de la Concertación presidido por Bachelet?
Este no es más que un gobierno de continuidad del modelo neoliberal en Chile, Bachelet candidata hablaba de buenos ciudadanos, participativos, con justicia social; ahora estamos viendo exactamente que es más de lo mismo. Yo creo que ella es una buena persona, yo creo que ella de verdad quiere hacer cambios, pero esto no depende de un voluntarismo personal, y ella forma parte de una coalición que está totalmente comprometida con el modelo neoliberal. Su ministro de Hacienda (Andrés Velasco) viene dejando Washington donde estaba vinculado con el Fondo Monetario Internacional, su Ministro de Relaciones Exteriores (Alejandro Foxley) fue el último ministro que privatizó al economía, entonces no se puede pensar que van a haber cambios importantes. Van a haber algunas cuestiones cosméticas, de detalle, que la hagan un poquito más digerible, pero ningún cambio estructural. Estos meses han servido para darse cuenta de eso, y por eso es que hay tanta efervescencia en el país.
- ¿Por ejemplo en materia política, hay indicios de que se puede cambiar el sistema binominal que permite repartirse el poder entre los partidos de la Concertación?
Seamos muy claros, con el gobierno de Bachelet no va a cambiar el sistema binominal por un sistema proporcional y democrático, puede que le hagan un retoque, puede que busquen darle un diputado a la izquierda para ver si la dejan contenta, pero no se trata de eso. La discusión aquí es si se cambia el sistema binominal heredado de la dictadura por un sistema democrático proporcional que exprese en los cargos lo que la ciudadanía exprese en las urnas. Pero hay un tema más de fondo. Chile tiene todavía, la misma Constitución de la dictadura, da vergüenza pero es así. Yo estuve recién invitado por Evo Morales en Bolivia cuando se instalaba la nueva Asamblea Constituyente, sentí una gran admiración pero también vergüenza por mi país. Eso se repite en las distintas áreas, yo no veo una Concertación comprometida. Hay un discurso bonito, sobre todo hacia fuera. Yo estoy llegando a Quito de una gira por 12 países, y me encuentro que la imagen de Chile es espectacular, fantástica, como que se han abierto las anchas alamedas, si Allende escuchara eso se diera dos vueltas en la tumba. Chile hoy en día es el ejemplo para el continente de aplicación del neoliberalismo. Mencióneme un área de la economía chilena y está privatizada, las multinacionales dueñas de todo, una economía extractiva que convierte recursos pesqueros, forestales o minerales en capital especulativo internacional.
- ¿Cómo está el aspecto social en Chile?
Cuando tú tienes trabajadores que ven que hay crecimiento, que hay reservas, y que no se les aumenta ni siquiera en dos puntos los salarios, es perfectamente comprensible que el malestar aumente. No es posible que se siga tratando así a nuestros pueblos. Esto pasa en Chile, pero también lo he visto en el resto del continente, lo he visto de Costa Rica, en El Salvador, en México, rodeado de un gigantesco fraude electoral. Hay una situación dramática en nuestro continente, y por eso hoy en día tenemos que avanzar en iniciativas que nos permitan un cambio profundo.
- En la cuestión de los recursos naturales, ¿cómo es el reparto del cobre entre empresas transnacionales y el Estado?
El Estado sigue manteniendo el 30 por ciento de la exportación del cobre gracias a que CODELCO (Corporación Nacional del Cobre) la hemos defendido y no se ha podido privatizar. Las multinacionales hoy día manejan el 70 por ciento del cobre, pero lo más dramático es que las multinacionales están exentas de pagar impuestos, es decir se están llevando toda esta riqueza que tiene Chile sin dejarle nada a nuestro país. Este año, con el precio actual del cobre, según cifras del Banco Central, no mías, son 16.000 millones de dólares que deja de percibir el país por las regalías a las multinacionales. Es una situación catastrófica, hoy día tenemos que avanzar hacia una renacionalización del cobre que alguna vez fue de todos los chilenos. A mi me parte el alma, recorrer mi país y ver que somos un país tan rico y al mismo tiempo somos un país tan pobre, porque la riqueza, como la del cobre, la estamos regalando.
- Pero además hay un porcentaje fijo que va para las Fuerzas Armadas…
Solo el 30 por ciento es de todos los chilenos, pero de ese 30 por ciento de rentas se les entrega un 10 por ciento, que va, por ley secreta de la época de Pinochet, destinado única y exclusivamente a comprar armamento. Como el precio del cobre ha aumentado, resulta que hoy día, las Fuerzas Armadas disponen de 1600 millones adicionales que tienen que gastarlo en armas. Es una demencia total. Esa plata se la requiere hoy día para salud, para creación de empleo, para programas de vivienda. En Chile tenemos 380.000 familias endeudadas que no pueden pagar, tenemos 250.000 familias que viven como allegadas, es decir viviendo en otras viviendas porque simplemente no pueden acceder a ellas, y sin embargo se están botando miles y miles de dólares en armamento.
- Cómo alternativa, ¿que está planteando el Partido Humanista en Chile?
Hemos hablado de un programa de gobierno y hemos trabajado por la unidad de la izquierda, hemos logrado el acuerdo más amplio que tuvo la izquierda desde la época de Salvador Allende, el Juntos Podemos, allí estamos trabajando un conjunto de partidos y organizaciones sociales paritariamente. En el programa de gobierno, hemos puesto el acento en lo que llamamos la desconcentración política, económica y administrativa del país. Allí estamos planteando que en primer lugar necesitamos una nueva Constitución, necesitamos una Asamblea Constituyente para recuperar el sentido profundo de la democracia; en segundo lugar necesitamos recuperar nuestro cobre; en tercer lugar necesitamos avanzar hacia un nuevo sistema de pensiones que le garanticen a quienes aportan 30, 40 años de esfuerzos al país, una jubilación que les permita vivir al menos con lo mínimo necesario; y en cuarto lugar estamos planteando una política de integración latinoamericana, comprendiendo que hoy día ningún país puede vivir solo.
Publicado en América Latina en Movimiento Nº 413 (31-10-2006)
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