El veleidoso centro político neoliberal
19/02/2007
- Opinión
Llamarse de derecha no está de moda en Colombia.. La Parapolítica, ha corrido a todo el mundo, formal o idiomáticamente, hacia el Centro, Centro Izquierda o Centro Derecha. Denominarse derechista podría entenderse como estar solicitando cupo en la cárcel de alta seguridad de Itaguí, donde se encuentra alojada la cúpula paramilitar. O estar en una lista de la Honorable Corte Suprema de Justicia, que de paso sea dicho, ha encontrado una maravillosa, ocasión para reivindicarse. Ni siquiera Uribe se llama derechista. El es “comunitario.” Pero iniciemos de una vez nuestros comentarios.
Hay que ser honestos y certificar que el Partido Conservador, mediante un material escrito por el intelectual señor Octavio Acosta hace ya algún tiempo, se declaró de “Centro”. Creo que esta “histórica” decisión fue recogida por los estatutos de ese partido Pero ello fue tan irrelevante e irreal que nadie, ni siquiera dentro del mismo conservatismo le puso ninguna atención. Nadie se ha dado cuenta que ahora son “centristas”. El Partido Conservador Colombiano es la mejor representación de la derecha clásica. Claro que a veces se arrebata.
En relación al POLO, claro que hay centristas. De pronto más de la cuenta. Ocurre sin embargo que no los incluimos en este inventario, ya que definido el POLO, como un partido de izquierda democrática, a los céntricos les toca someterse al ideario de unidad, que propiamente no es un manifiesto representativo de los equidistantes.
Seríamos injustos si le damos al Partido Liberal en su conjunto el apelativo de centristas; por lo menos mientras el “serpismo” del propio Horacio Serpa, de Piedad Córdoba, de Carlos Rodríguez ( presidente de la Central Unitaria de Trabajadores-CUT) y de un significativo grupo de intelectuales dispongan del mismo apartamento. Centrista, sin lugar a duda alguna, es el sector orientado por el Ex presidente Cesar Gaviria, fracción que hoy controla el aparato liberal. Y que se prepara para un proceso de reencuentro con los liberales de los partidos uribistas.
Centrista es el Alcalde de Medellín, Sergio Fajardo, a quien la izquierda democrática le tiene miedo para enfrentarlo. De ahí su altísimo registro en las encuestas. Habría que hacerle a esa administración el análisis espectral.
Centrista es el Gobernador del Valle, Angelino Garzón, aun cuando se reclame de “centro-izquierda”, que es como la denominación que usa para refugiarse con algún decoro.
Centrista, es por supuesto el codirector de El Tiempo, Enrique Santos Calderón; quien además apela, para que no se presente ninguna confusión, a presentarse como de “extremo-centro”.Es la exageración de los ex izquierdistas.
En los movimientos políticos cristianos, (protestantes) unos independientes y otros infiltrados en los nuevos partidos uribistas debe haber centristas. Pero no nos atrevemos, por ignorancia y por la confusión generada por esa mezcla explosiva de política y religión, a describirlos ideológicamente.
Por supuesto que el ex alcalde Mockus es el sumun del centrismo. Podría ser designado como su decano. Con las formas, al igual que Fajardo en Medellín, pretende ocultar su ubicación. En el ejercicio de la administración aplica la epistemología y no la política.
Y finalmente centrista es el ex constituyente Héctor Pineda, a quien rindo homenaje pues pretende organizar un partido denominado “Opción Centro”. Con lo cual contradice, parcialmente una de las características del centrismo en Colombia.
¿Cuáles son las características fundamentales del “Centro” en Colombia? Propongamos por ahora solo cinco. Pero desde luego que son mucho más.
1°. El Centro en Colombia es neoliberal. Y hay que ser honestos. No es fascista como el Presidente Chulavita Álvaro Uribe, pero pretende ignorar que el neoliberalismo en América, ojo en toda América, es la antesala del autoritarismo y de las conductas violatorias de los Derechos Humanos. Caso palpable de lo anterior es el Gobierno del señor Bush en los Estados Unidos.
Como neoliberal que es; es privatizador de todo. Ello incluye aquellas áreas estratégicas que deben ser particularmente en América Latina, gestionadas por el Estado y de su propiedad; como los recursos naturales, comunicaciones, empresas de servicios públicos, instituciones financieras, transporte urbano…
En Colombia llegan al extremo de privatizar hasta la salud y la seguridad social. Esta manifestación política es enemiga del Estado y pretende reducirlo a su mínima expresión, pero apela al mismo, cuando lo necesita, para que le colabore “al mercado.” Tal es el caso de la reiterada petición que le hacen al Banco de la República, para que intervenga la ley de la oferta y la demanda y compre el mayor número posible de dólares para impedir su depreciación. Desearían hacer desaparecer fuerzas e instituciones que aun cuando no han sido progresistas en Colombia, hacen parte de la estructura nacional. Como el ejército por ejemplo.
2°. Para el Centro, la lucha por la soberanía nacional es una necedad de anticuario. Puesto que, como son adictos a la globalización neoliberal, consideran que la organización planetaria debe girar en torno a los centros mas desarrollados del poderío económico. En este caso los Estados Unidos. De ahí su apoyo en general a los “Tratados de Libre Comercio”, particularmente al TLC con los Estados Unidos Por supuesto que marchan aplaudiendo todas las aperturas económicas con los grandes centros de poder. Algunas veces las coyunturas concretas pueden confundir en estos aspectos a los estudiosos de los fenómenos que pretendemos plantear. Para que hablemos con claridad el Centro no es, por esencia, una fuerza política patriótica. Y puede llegar a constituirse, en casos de agudas polarizaciones, en un agente de la dominación extrajera.
3°.El Centro es una fuerza política adversa de los trabajadores, a quienes les adjudican todos los males de la economía. El tema fiscal pasa por encima de la dignidad del ser humano. La estabilidad de los indicadores, es el objetivo principal de un ejercicio de hacienda pública. El equilibrio presupuestal debe lograrse a costa de los salarios. Y como la clase obrera resiste a esta andanada del capitalismo salvaje, entonces el Centro dispone de una última carta; que es el debilitamiento o aniquilamiento si es necesario, de las organizaciones sindicales.
4°. En Colombia el Centro es apartidista. Es decir enemigo de la construcción de un partido que disponga de reglas democráticas de funcionamiento y de un ideario y de un programa que debe ser defendido por el colectivo. El Centro, se expresa entonces a través de un “caudillismo de nuevo tipo” vinculado a “la opinión” y magnifica el poder mediático. Lo correcto, es lo que las encuestas expresen. La Democracia interna, entonces no existe, sino que el “personaje” dirige con un sanedrín, generalmente técnicos yupis, sin ningún arraigo nacional. Sus amigos políticos personales gobiernan en la sombra, porque lo primero que hace “El Centro”, es desligarse de los legítimos compromisos políticos con el grupo o la coalición que lo llevó al gobierno.
5° Y finalmente el Centro estimula las manifestaciones de la nueva corrupción neoliberal. Son inspiradores y apegados a esta mala maña administrativa. La de los gigantescos negocios con las multinacionales, mediante los cuales se despedaza la riqueza nacional y el mercado interno y se entrega la nación a los mal denominados inversionistas extranjeros, que no traen nada y se llevan todo. Ocultan el entreguismo con la permanente búsqueda de “socios estratégicos.” Y se trasladan sin ningún pudor de cargos en el Estado a cargos en las multinacionales.
La izquierda democrática, debe por supuesto y especialmente por la situación nacional, iniciar institucionalmente, es decir mediante organismos partidistas, serios diálogos y conversaciones con el Centro. Pero en la ante sala de los mismos, debe presentar su posición, en el sentido de afirmarles categóricamente, que cualquier entendimiento debe pasar por el rechazo al neoliberalismo, la defensa de la soberanía nacional, la lucha por una democracia plena y la defensa de los derechos del pueblo y de los trabajadores.
- Fuente: EL BOLETÍN No.144, Fundación Socialdemócrata, Polo Democrático Alternativo.
Hay que ser honestos y certificar que el Partido Conservador, mediante un material escrito por el intelectual señor Octavio Acosta hace ya algún tiempo, se declaró de “Centro”. Creo que esta “histórica” decisión fue recogida por los estatutos de ese partido Pero ello fue tan irrelevante e irreal que nadie, ni siquiera dentro del mismo conservatismo le puso ninguna atención. Nadie se ha dado cuenta que ahora son “centristas”. El Partido Conservador Colombiano es la mejor representación de la derecha clásica. Claro que a veces se arrebata.
En relación al POLO, claro que hay centristas. De pronto más de la cuenta. Ocurre sin embargo que no los incluimos en este inventario, ya que definido el POLO, como un partido de izquierda democrática, a los céntricos les toca someterse al ideario de unidad, que propiamente no es un manifiesto representativo de los equidistantes.
Seríamos injustos si le damos al Partido Liberal en su conjunto el apelativo de centristas; por lo menos mientras el “serpismo” del propio Horacio Serpa, de Piedad Córdoba, de Carlos Rodríguez ( presidente de la Central Unitaria de Trabajadores-CUT) y de un significativo grupo de intelectuales dispongan del mismo apartamento. Centrista, sin lugar a duda alguna, es el sector orientado por el Ex presidente Cesar Gaviria, fracción que hoy controla el aparato liberal. Y que se prepara para un proceso de reencuentro con los liberales de los partidos uribistas.
Centrista es el Alcalde de Medellín, Sergio Fajardo, a quien la izquierda democrática le tiene miedo para enfrentarlo. De ahí su altísimo registro en las encuestas. Habría que hacerle a esa administración el análisis espectral.
Centrista es el Gobernador del Valle, Angelino Garzón, aun cuando se reclame de “centro-izquierda”, que es como la denominación que usa para refugiarse con algún decoro.
Centrista, es por supuesto el codirector de El Tiempo, Enrique Santos Calderón; quien además apela, para que no se presente ninguna confusión, a presentarse como de “extremo-centro”.Es la exageración de los ex izquierdistas.
En los movimientos políticos cristianos, (protestantes) unos independientes y otros infiltrados en los nuevos partidos uribistas debe haber centristas. Pero no nos atrevemos, por ignorancia y por la confusión generada por esa mezcla explosiva de política y religión, a describirlos ideológicamente.
Por supuesto que el ex alcalde Mockus es el sumun del centrismo. Podría ser designado como su decano. Con las formas, al igual que Fajardo en Medellín, pretende ocultar su ubicación. En el ejercicio de la administración aplica la epistemología y no la política.
Y finalmente centrista es el ex constituyente Héctor Pineda, a quien rindo homenaje pues pretende organizar un partido denominado “Opción Centro”. Con lo cual contradice, parcialmente una de las características del centrismo en Colombia.
¿Cuáles son las características fundamentales del “Centro” en Colombia? Propongamos por ahora solo cinco. Pero desde luego que son mucho más.
1°. El Centro en Colombia es neoliberal. Y hay que ser honestos. No es fascista como el Presidente Chulavita Álvaro Uribe, pero pretende ignorar que el neoliberalismo en América, ojo en toda América, es la antesala del autoritarismo y de las conductas violatorias de los Derechos Humanos. Caso palpable de lo anterior es el Gobierno del señor Bush en los Estados Unidos.
Como neoliberal que es; es privatizador de todo. Ello incluye aquellas áreas estratégicas que deben ser particularmente en América Latina, gestionadas por el Estado y de su propiedad; como los recursos naturales, comunicaciones, empresas de servicios públicos, instituciones financieras, transporte urbano…
En Colombia llegan al extremo de privatizar hasta la salud y la seguridad social. Esta manifestación política es enemiga del Estado y pretende reducirlo a su mínima expresión, pero apela al mismo, cuando lo necesita, para que le colabore “al mercado.” Tal es el caso de la reiterada petición que le hacen al Banco de la República, para que intervenga la ley de la oferta y la demanda y compre el mayor número posible de dólares para impedir su depreciación. Desearían hacer desaparecer fuerzas e instituciones que aun cuando no han sido progresistas en Colombia, hacen parte de la estructura nacional. Como el ejército por ejemplo.
2°. Para el Centro, la lucha por la soberanía nacional es una necedad de anticuario. Puesto que, como son adictos a la globalización neoliberal, consideran que la organización planetaria debe girar en torno a los centros mas desarrollados del poderío económico. En este caso los Estados Unidos. De ahí su apoyo en general a los “Tratados de Libre Comercio”, particularmente al TLC con los Estados Unidos Por supuesto que marchan aplaudiendo todas las aperturas económicas con los grandes centros de poder. Algunas veces las coyunturas concretas pueden confundir en estos aspectos a los estudiosos de los fenómenos que pretendemos plantear. Para que hablemos con claridad el Centro no es, por esencia, una fuerza política patriótica. Y puede llegar a constituirse, en casos de agudas polarizaciones, en un agente de la dominación extrajera.
3°.El Centro es una fuerza política adversa de los trabajadores, a quienes les adjudican todos los males de la economía. El tema fiscal pasa por encima de la dignidad del ser humano. La estabilidad de los indicadores, es el objetivo principal de un ejercicio de hacienda pública. El equilibrio presupuestal debe lograrse a costa de los salarios. Y como la clase obrera resiste a esta andanada del capitalismo salvaje, entonces el Centro dispone de una última carta; que es el debilitamiento o aniquilamiento si es necesario, de las organizaciones sindicales.
4°. En Colombia el Centro es apartidista. Es decir enemigo de la construcción de un partido que disponga de reglas democráticas de funcionamiento y de un ideario y de un programa que debe ser defendido por el colectivo. El Centro, se expresa entonces a través de un “caudillismo de nuevo tipo” vinculado a “la opinión” y magnifica el poder mediático. Lo correcto, es lo que las encuestas expresen. La Democracia interna, entonces no existe, sino que el “personaje” dirige con un sanedrín, generalmente técnicos yupis, sin ningún arraigo nacional. Sus amigos políticos personales gobiernan en la sombra, porque lo primero que hace “El Centro”, es desligarse de los legítimos compromisos políticos con el grupo o la coalición que lo llevó al gobierno.
5° Y finalmente el Centro estimula las manifestaciones de la nueva corrupción neoliberal. Son inspiradores y apegados a esta mala maña administrativa. La de los gigantescos negocios con las multinacionales, mediante los cuales se despedaza la riqueza nacional y el mercado interno y se entrega la nación a los mal denominados inversionistas extranjeros, que no traen nada y se llevan todo. Ocultan el entreguismo con la permanente búsqueda de “socios estratégicos.” Y se trasladan sin ningún pudor de cargos en el Estado a cargos en las multinacionales.
La izquierda democrática, debe por supuesto y especialmente por la situación nacional, iniciar institucionalmente, es decir mediante organismos partidistas, serios diálogos y conversaciones con el Centro. Pero en la ante sala de los mismos, debe presentar su posición, en el sentido de afirmarles categóricamente, que cualquier entendimiento debe pasar por el rechazo al neoliberalismo, la defensa de la soberanía nacional, la lucha por una democracia plena y la defensa de los derechos del pueblo y de los trabajadores.
- Fuente: EL BOLETÍN No.144, Fundación Socialdemócrata, Polo Democrático Alternativo.
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