El 19 y 20 de diciembre pusieron de manifiesto la más profunda crisis de representación de los partidos políticos que abrazaron la causa del pensamiento neoliberal conservador, fundado en el Consenso de Washington, producto del acuerdo entre demócratas y republicanos.

De la mano de los dictadores del proceso, a partir del 24 de marzo de 1976, se instaló en la Argentina un modelo basado en el terrorismo de Estado, la apertura indiscriminada de la economía y el endeudamiento externo que luego se profundizó durante el menemato, con la entrega del patrimonio nacional, la corrupción, la sujeción a los designios del bloque hegemónico internacional y la flexibilización de los derechos civiles, laborales y humanos de los argentinos.

El 19 y 20 de diciembre son las fechas del fallecimiento de esas ideas en el corazón y la cabeza de nuestro pueblo. Ese día dijimos nunca más a esas políticas que nos dejaron hundidos en la peor catástrofe social de la historia argentina.

Luego de distintas marchas y contramarchas se instaló en el escenario político nacional Néstor Kirchner, que a pesar de no haberse podido legitimar electoralmente en el ballotage por la huida de ese depredador institucional que fue y es Carlos Menem, supo hacerse cargo de las heridas más profundas expresadas por nuestro pueblo en esa oportunidad histórica.

El fin de la impunidad; una ejemplar política de derechos humanos; la conformación de una Corte Suprema de Justicia proba e independiente; el nuevo alineamiento internacional; la liquidación –con ayuda de Hugo Chávez- de la relación con el Fondo Monetario Internacional; haber conseguido la quita más grande de deuda privada en la historia mundial (U$S 67 mil millones); impedir el avance del ALCA -el último intento imperial- , el 4 de noviembre de 2005 en Mar del Plata, con los presidentes del MERCOSUR, son la muestra más evidente de que la Argentina empezó a insertarse definitivamente en América Latina.

Asimismo, haber generado políticas de recuperación del salario y la jubilación, llevando adelante acciones tendientes a derrotar la pobreza y la indigencia, utilizando el cooperativismo como herramienta estratégica, y que se haya resuelto la aplicación de una política de retenciones impositivas a los sectores más beneficiados por las circunstancias mundiales favorables con un carácter social solidario -son algunas de las conquistas que lo transforman a Kirchner en el mejor presidente de los últimos cincuenta años.

En el interior del Frente para la Victoria coexisten distintas identidades políticas de origen, cosmovisiones, prácticas e historias, algunas incluso antagónicas en la reciente década de los noventa.

Allí convergen viejas estructuras partidarias que fueron cómplices por acción u omisión del perverso modelo neoliberal conservador. El sindicalismo amarillo y traidor, que entre salvar a los sindicatos o salvar a los trabajadores, prefirió a los sindicatos. El sindicalismo combativo del MTA de Hugo Moyano, que hizo con nosotros los 7 paros generales y la marcha federal al menemismo. Los frepasistas, que nacieron al calor de la lucha contra las privatizaciones y terminaron pidiendo el regreso de Cavallo como jefe de gabinete del gobierno de De la Rúa. Y las organizaciones sociales que fuimos, junto con otros actores como la CTA, el FRENAPO y la CCC, el epicentro de las luchas contra la oscura década de los noventa.

En este contexto es menester (sobre todo en la provincia de Buenos Aires) que no nos propongan candidaturas individuales sino que desde la conducción claramente se exprese cuál es el rol de cada uno de estos actores en este proyecto transversal y plural.

Tenemos absolutamente claro, a pesar de las contradicciones, que todos los sectores son indispensables para construir una nueva hegemonía nacional y popular en nuestro país.

Al proyecto del Presidente Kirchner hoy lo vemos lleno de acechanzas. Están quienes desde la derecha oligárquica, muchas veces articulada con la derecha del Frente para la Victoria, abogan, a imagen y semejanza de los noventa, por priorizar el crecimiento económico, las “inversiones extranjeras” y privilegiar a los sectores más dinámicos de la economía (concentración económica) en el marco de un nuevo alineamiento internacional que tiene como socios fundamentales al partido demócrata norteamericano (sector financiero mundial), a la social democracia española y a la de Chile de Bachellet recientemente firmante del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y que quieren reducir la relación con Venezuela al plano estrictamente comercial.

Es este mismo sector el que articula con el lobby norteamericano israelí para contaminar de política internacional la causa AMIA, con la única finalidad de aislar internacionalmente a la República Islámica de Irán declarándola, a partir de la mentira, como Estado terrorista y propiciar las condiciones para invadir militarmente a esa nación.

Nos debe quedar absolutamente claro que la hipotética invasión de Irán supone la profundización del plan Colombia (la máxima inversión de presupuesto en armas de Estados Unidos en el mundo) y la consecuente invasión de la República Bolivariana de Venezuela, dado el tratado de reciprocidad en materia de defensa que mantienen ambas naciones (Venezuela – Irán).

Otros sectores hacen una exaltación de la moderación política teniendo como paradigma la estética de la nada y plantean reducir el papel del Frente para la Victoria al de un débil árbitro en las relaciones sociales e intersectoriales, restringiéndolo a una estructura electoral e intentando anular la capacidad de movilización de las organizaciones, herramienta imprescindible en la defensa y avance de las conquistas sociales.

En este proceso político nacional y popular conducido por el Presidente Kirchner, visualizamos el rol de los movimientos sociales dentro del Frente para la Victoria, a la izquierda, en términos de cambio, planteando claramente la socialización del poder político y la democratización de la política, la economía, la cultura y la sociedad toda, la defensa irrestricta de los derechos humanos que reivindique con toda fuerza la memoria, la verdad, la justicia y la lucha contra la impunidad.

Además de reconocer los logros macroeconómicos deberíamos crear instrumentos para derrotar la exclusión (pobreza, indigencia, descalificación laboral). En este sentido, atribuimos al Estado un protagonismo fundamental como garante del cumplimiento de los derechos constitucionales como son el acceso universal a la educación y salud públicas, la vivienda digna, la propiedad de la tierra, la igualdad de género, el trabajo, la libertad de expresión y el derecho a la información.

Somos conscientes de que aún quedan muchos temas para resolver y que tienen que ver con:

* la profundización de la distribución de la renta nacional, tanto de manera directa como indirecta

* la defensa y nacionalización de los recursos naturales y energéticos estratégicos

* la soberanía y seguridad alimentaria y el reconocimiento a la importancia que en ella tienen la agricultura familiar, la recuperación de semillas, los modelos productivos agro ecológicos, los mercados locales, el comercio justo y el consumo responsable.

* la reforma política que de cuenta definitivamente del “que se vayan todos”

* ponerle límites a los poderosos en temas inherentes a lo que denominamos la concentración y extranjerización de la tierra

* el fortalecimiento institucional de las organizaciones sociales

* la profundización del cooperativismo como estrategia de incorporación de grandes mayorías excluidas por el perverso modelo de los noventa

* la democratización de la comunicación a través de la promulgación de una ley de radiodifusión que garantice el funcionamiento equitativo y equilibrado de un sistema mixto integrado por medios de gestión pública estatal y nacional, privado y comunitario.

* la necesidad de derrotar en el seno de nuestro gobierno a la concepción de favorecer a los sectores más dinámicos de la economía (concentración económica) en desmedro de la democratización de las relaciones económicas

* proponemos la creación de un ministerio de economía social como instrumento de políticas públicas diferenciales activas, dirigido a atender las necesidades de los sectores sociales que han sido las principales victimas de las políticas neoliberales de los años noventa.

Es junto a Chávez, Evo Morales, Lula, Tabaré, Correa y Ortega donde Kirchner ha encontrado y seguirá encontrando salidas a las crisis generadas por el bloque hegemónico capitaneado por estados unidos que sueña con ver disuelta la unidad latinoamericana.

La FTV acompaña, desde su gestación, a este gobierno en la reconstrucción de la Argentina desvastada, con la seguridad de que el debate democrático de las ideas, la coherencia y la convicción política profundamente nacional, popular y transformadora, afianzará al frente para la victoria y consolidará la obra del presidente Kirchner.

En el último turno electoral amén del compañero De Petri, proveniente de las mejores tradiciones sindicales, los movimientos sociales no tuvimos representación en las listas de candidatos a Diputados Nacionales y en la mayoría de las jurisdicciones provinciales y municipales. Cabe consignar a esta altura, que el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América considera a las organizaciones sociales (piqueteras) de los noventa como organizaciones terroristas; otras concepciones enraizadas en el Frente para la Victoria las consideran estéticamente feas o políticamente incorrectas.

Esperamos que esto no se repita en la próxima contienda electoral… y a los moderados les decimos “que Néstor Kirchner es quien es hoy en la sociedad argentina porque precisamente ha enfrentado al bloque hegemónico en temas sustanciales que tienen que ver con la transformación del país y que justamente los tres políticos más amados por el pueblo argentino estuvieron muy lejos de la ambigüedad, el gatopardismo, de la prudencia y de la mediocridad, son ellos: Leandro N. Alem, Eva Perón y Ernesto Che Guevara, que a pesar de la ingratitud y de la muerte fueron el sostén estratégico y táctico de Hipólito Yrigoyen, Juan Perón y Fidel Castro”.

La FTV no va a disputar lugares en los actos, turnos de oradores y espacios de poder con organizaciones hermanas, con la absoluta convicción de que sólo podremos influir política e ideológicamente desde la izquierda del Frente para la Victoria si hay una unidad sincera, monolítica e inquebrantable de los sectores sociales aquí presentes, asumiendo nuestros propios errores, comprendiendo y perdonando los de otros; y ejerciendo la responsabilidad histórica de que convoquemos a decenas de organizaciones barriales, municipales, provinciales y nacionales, que esperan fervientemente que nos hagamos cargo sin ambages que el Frente para la Victoria siga siendo un instrumento de acumulación y avance del pueblo argentino hacia la justicia social, la independencia económica y la soberanía política.

Aparición con vida de Julio LOPEZ

Luis D’ELIA
Oscar Mathot (FTV Misiones)
Néstor Rojas (FTV Berazategui)
Marcelo Meza (Concejal FTV 9 de Julio)
Jorge Ramirez (FTV Vicente López)
Berta Revilla (FTV Capital)
Carolina Lister (FTV Capital)
Dardo Torres (FTV Misiones)
Francisco Codan (FTV Tandil)
Juanjo Cantiello (Diputado Provincia de Bs. As. – FTV Matanza)
Ramón Sánchez (FTV Santiago del Estero)
Federico Bolatti (FTV Chaco)
Jorge Mora (FTV Mendoza)
Guillermo Noceto (FTV Avellaneda)
Cacho Bairelle (FTV Avellaneda)
Guillermo Marzioni (FTV Nacional)
Marcelo. Salazar (Concejal FTV San Miguel)
Luciana Bote (FTV Capital)
Daniel Danieli (FTV Mendoza)
Jorge Alagastino (FTV Moreno)
Miriam Denegri (FTV Corrientes)
Juan Navarro (FTV Tigre)
Rubén Pascolini (FTV La Plata)
Roberto Tribulatti (FTV Entre Ríos)
María Bustos FTV Santa Fe)
Sandra Cruz (FTV Jujuy)
Félix Apendino (FTV San Luis)
Rolo Vaqueda (FTV Jujuy)
Norma Illescas (FTV Almirante Brown)
Julio Pineda (FTV Almirante Brown)
Cinthia Arabal (FTV Corrientes)
Juan Carlos Sánchez (FTV Solano)
Saúl Bajamón (FTV Olavaria)
Juan Carlos Rodríguez (FTV Santa Fe)
José Rocha (FTV La Matanza)
Néstor Piccone (FTV Nacional)
Alicia Sánchez (Secretaría de Género FTV Matanza)
Pedro Aguirre (FTV La Matanza)
Ralo Ávila (FTV Córdoba)

- Este documento fue presentado el pasado 3 de enero del 2007 en la legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en un panel de debate sobre Las Organizaciones Sociales y la Etapa política actual.