15 años después de los acuerdos de paz

12/01/2007
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Se está por celebrar en el Salvador los 15 años de la firma de los acuerdos de Paz. Van a celebrarlo como si realmente, después de finalizada la guerra, hubiese mejorado la situación de pobreza de miles de salvadoreños. Los acuerdos de paz se firmaron - lo dice la derecha y la izquierda del país - para acabar con el conflicto armado. Si el pueblo organizado, tomó las armas, lo hizo para cambiar las estructuras injustas que reprimían – reprimen - a los movimientos sociales de izquierdas. ¿Valió la pena la firma de los acuerdos de paz?. ¿Valió la pena que el Frente y sus combatientes entregaran las armas? y si las entregaron ¿a cambio de qué?

El gobierno salvadoreño presionado por los norteamericanos aceptaron -a regañadientes- entrar en la firma de los acuerdos de paz. Mientras que en la dirigencia del FMLN de entonces había un cansancio militar... influenciados por los acontecimientos mundiales, especialmente por la caída de los gobiernos "comunistas" de los países del Este.

Las causas del conflicto, fueron esencialmente dos, económicas y represivas, siguen intactas. La situación social y política no ha mejorado en nada para las amplias mayorías de El Salvador. Medró, y nadie lo niega, la apertura democrática a partidos de izquierda. El FMLN participa hoy en las elecciones. Medró la economía que sigue beneficiando a las corporaciones internacionales y a la minoría oligárquica salvadoreña.

La burguesía y las fuerzas armadas en connivencia – y al amparo - de los norteamericanos, se valieron de los escuadrones de la muerte para aterrorizar, asesinar y desaparecer a miles de salvadoreños. Los responsables nunca fueron investigados ni juzgados, quienes los financiaron tampoco. Las estructuras represivas siguen potencialmente activas hoy con Joaquín Villalobos de asesor. El Estado salvadoreño nunca impulsó investigaciones serias respecto a los asesinatos y a las desapariciones que se cuentan por miles. En el informe de Naciones Unidas sobre las violaciones de los derechos humanos el gobierno y la fuerza armada salen mal paradas.

La ley de Amnistía decretada por la Asamblea Legislativa en 1993 dejó en libertad a los responsables de la muerte de los jesuitas. Mientras dejaban en la cárcel, a petición de la embajada gringa, a miembros del FMLN, que habían dado muerte en combate - y por ende en legítima defensa - a marines gringos.

La inseguridad social se ha venido instalando en el país... en 1994 y 1995, morían acribillados una alarmante cifra de 150 y 160 homicidios por cada 100 mil habitantes; se convirtió así en el país mas violento de América latina. Un estudio llevado a cabo por la UCA, sobre muertes violentas en el país decía que desde 1995 a 1998, habían muerto, en tiempos de "paz y democracia", unas 10. 000 personas. Y en 2005 la cifra era de 3.761 por cada 100 mil habitantes y se convirtió, otra vez, en el país mas violento del continente latinoamericano. Hay en este momento un escenario de impunidad casi absoluto que prevalece desde los años setenta, se mantuvo durante la guerra, después de ésta y continúa. Siguen asesinando a personas vinculadas a los movimientos sociales y sindicales. Asesinatos políticos que muchas veces los encubren como "delitos comunes". Siguen matando a personas que en su tiempo fueron influyentes en lo político y militar dentro del FMLN. Hoy, hay más inseguridad que en tiempos de guerra.

Se aprueban leyes que benefician a las empresas extranjeras y los diputados en el parlamento imponen como moneda oficial, el dólar norteamericano. En el año 2001 se dolarizó el país. En un estudio reciente llevado a cabo por la UCA (la universidad de jesuitas) denunciaba que las multinacionales son las que mandan en el país, son ellas las que dictan las leyes y los partidos políticos en el parlamento, las acatan.

Quince años después de la firma de los acuerdos de paz, siguen abiertas las heridas que dieron origen al conflicto armado salvadoreño ¿La firma de los acuerdos de paz era el único camino?, ¿A cambio de qué entregaron las armas y por qué? Las respuestas a estas preguntas las tienen que dar los dirigentes del FMLN. En este momento decir que en El Salvador se ha fortalecido la democracia, es mentir, y decir que las cosas han cambiado también es mentir, a los datos nos remitimos.

Finalizada la guerra y con la firma de los acuerdos de paz quienes se han beneficiado, han sido la oligarquía salvadoreña y las transnacionales. Mientras la impunidad de los escuadrones de la muerte deambula como león rugiente buscando a quien devorar, la miseria sigue siendo el pan de cada día de millones de personas en el país más pequeño de América Latina.
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