Frontera ecuatoriana: Colombia continúa con fumigaciones
17/01/2007
- Opinión
Rafael Correa aseguró que demandará internacionalmente al gobierno de Álvaro Uribe, y que se harán estudios para verificar los efectos nocivos en el medio ambiente. “No podemos permitirlos, así sea agua de rosas; es un químico”, sostuvo el mandatario.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, reiteró a Colombia que suspenda las fumigaciones aéreas con productos químicos que buscan erradicar cultivos ilegales en las inmediaciones de la frontera común. Quito asegura que el químico utilizado afecta la salud de los pobladores y el ecosistema, y por lo tanto, endurecerá la postura respecto a las aspersiones aéreas con glifosato que realiza su vecino en la zona de limítrofe.
Como muestra del endurecimiento de la postura del país frente a las fumigaciones, la Comisión Tripartita -anunciada por Correa y que hasta ahora la conforman Colombia y Ecuador para atender el problema- tendrá representantes de la Organización de Estados Americanos (OEA), Organización de Naciones Unidas (ONU), y organismos afines al sector de salud o ambiente.
La comisión va a buscar comprobar in situ las repercusiones de las aspersiones con glifosato, y trabajará en la verificación de los daños humanos ocasionados. En ese contexto, el mandatario reiteró que Ecuador está dispuesto a formular demandas internacionales para la compensación por los daños y perjuicios.
“También se harán los trámites de referencia para un estudio sobre las consecuencias del glifosato para, definitivamente, demostrar lo dañino que es. Entretanto, seguimos con nuestra postura. Basta de aspersiones con glifosato. Eso lo consideramos una agresión”, aseveró Correa.
En tanto, campesinos ecuatorianos advirtieron que están sufriendo vómitos y diarreas por la acción del herbicida. Lenin López, dirigente del caserío Pueblo Nuevo, ubicado en la provincia de Sucumbíos, declaró que el lunes pasado dos avionetas, protegidas por helicópteros militares, efectuaron fumigaciones con el herbicida en la zona.
El dirigente campesino afirmó que tras las fumigaciones los pobladores del lugar sufren malestar, vómitos y diarreas. Otros dirigentes campesinos también señalaron que las aeronaves sobrevolaron poblaciones cercanas donde se prosiguió con las fumigaciones.
En diciembre pasado, el gobierno colombiano decidió reanudar las fumigaciones aéreas en la zona fronteriza para exterminar, según los argumentos oficiales, con los cultivos de coca. El presidente Álvaro Uribe defendió las fumigaciones que realiza su país en la frontera con Ecuador bajo el argumento de que el químico bien utilizado no causa daños.
A pesar de los reclamos del país vecino, Uribe aseguró que su administración respeta el derecho legítimo de Ecuador a exigir que los residuos del agente químico no desciendan sobre su territorio. Sin embargo, sostuvo que Quito también debe respetar el derecho de su nación de aplicarlo.
``Colombia respeta el derecho legítimo de Ecuador de pedir que el glifosato que utilizamos para fumigar la coca no caiga en territorio ecuatoriano y Ecuador debe respetar el derecho colombiano de aplicar glifosato en su territorio para derrotar la coca``, expresó el mandatario.
Según dichos del colombiano, el químico correctamente utilizado no causa daños en la salud. “En cambio-se defendió Uribe- los precursores químicos que los narcotraficantes utilizan para convertir la hoja de coca en cocaína tienen la mayor toxicidad, envenenan la flora y la fauna amazónica, envenenan la selva``.
La relación entre ambas naciones se encuentra tensa desde el 11 de diciembre pasado, cuando Colombia, a pesar de las advertencias sanitarias de Ecuador, reanudó la fumigación con glifosato en la zona fronteriza amazónica.
La semana pasada, ambos presidentes alcanzaron un acuerdo para bajar el nivel de tensión diplomática desatado. En esa reunión se decidió crear la comisión tripartita, entre Ecuador, Colombia y un delegado de la OEA.
La solicitud de Ecuador, fue reiterada por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José María Insulza, quien manifestó su entera disposición a estar presente en las conversaciones sobre las fumigaciones. Sin embargo, aclaró que no se le hizo un pedido oficial para que el tema sea discutido en el Consejo Ejecutivo de la OEA.
En un mes, Colombia fumigó alrededor de 12.000 hectáreas de las más de 13.000 que detectó en la frontera de 600 kilómetros que comparten los países. En el límite, además de cultivos ilegales, se detectó la presencia de rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Quito y Bogotá fracasaron en sus intentos por articular políticas para estabilizar su conflictiva frontera, que se convirtió en el teatro de operaciones de grupos irregulares y un terreno fértil para el narcotráfico o el tráfico de armas.
Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina
http://www.prensamercosur.com.ar
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, reiteró a Colombia que suspenda las fumigaciones aéreas con productos químicos que buscan erradicar cultivos ilegales en las inmediaciones de la frontera común. Quito asegura que el químico utilizado afecta la salud de los pobladores y el ecosistema, y por lo tanto, endurecerá la postura respecto a las aspersiones aéreas con glifosato que realiza su vecino en la zona de limítrofe.
Como muestra del endurecimiento de la postura del país frente a las fumigaciones, la Comisión Tripartita -anunciada por Correa y que hasta ahora la conforman Colombia y Ecuador para atender el problema- tendrá representantes de la Organización de Estados Americanos (OEA), Organización de Naciones Unidas (ONU), y organismos afines al sector de salud o ambiente.
La comisión va a buscar comprobar in situ las repercusiones de las aspersiones con glifosato, y trabajará en la verificación de los daños humanos ocasionados. En ese contexto, el mandatario reiteró que Ecuador está dispuesto a formular demandas internacionales para la compensación por los daños y perjuicios.
“También se harán los trámites de referencia para un estudio sobre las consecuencias del glifosato para, definitivamente, demostrar lo dañino que es. Entretanto, seguimos con nuestra postura. Basta de aspersiones con glifosato. Eso lo consideramos una agresión”, aseveró Correa.
En tanto, campesinos ecuatorianos advirtieron que están sufriendo vómitos y diarreas por la acción del herbicida. Lenin López, dirigente del caserío Pueblo Nuevo, ubicado en la provincia de Sucumbíos, declaró que el lunes pasado dos avionetas, protegidas por helicópteros militares, efectuaron fumigaciones con el herbicida en la zona.
El dirigente campesino afirmó que tras las fumigaciones los pobladores del lugar sufren malestar, vómitos y diarreas. Otros dirigentes campesinos también señalaron que las aeronaves sobrevolaron poblaciones cercanas donde se prosiguió con las fumigaciones.
En diciembre pasado, el gobierno colombiano decidió reanudar las fumigaciones aéreas en la zona fronteriza para exterminar, según los argumentos oficiales, con los cultivos de coca. El presidente Álvaro Uribe defendió las fumigaciones que realiza su país en la frontera con Ecuador bajo el argumento de que el químico bien utilizado no causa daños.
A pesar de los reclamos del país vecino, Uribe aseguró que su administración respeta el derecho legítimo de Ecuador a exigir que los residuos del agente químico no desciendan sobre su territorio. Sin embargo, sostuvo que Quito también debe respetar el derecho de su nación de aplicarlo.
``Colombia respeta el derecho legítimo de Ecuador de pedir que el glifosato que utilizamos para fumigar la coca no caiga en territorio ecuatoriano y Ecuador debe respetar el derecho colombiano de aplicar glifosato en su territorio para derrotar la coca``, expresó el mandatario.
Según dichos del colombiano, el químico correctamente utilizado no causa daños en la salud. “En cambio-se defendió Uribe- los precursores químicos que los narcotraficantes utilizan para convertir la hoja de coca en cocaína tienen la mayor toxicidad, envenenan la flora y la fauna amazónica, envenenan la selva``.
La relación entre ambas naciones se encuentra tensa desde el 11 de diciembre pasado, cuando Colombia, a pesar de las advertencias sanitarias de Ecuador, reanudó la fumigación con glifosato en la zona fronteriza amazónica.
La semana pasada, ambos presidentes alcanzaron un acuerdo para bajar el nivel de tensión diplomática desatado. En esa reunión se decidió crear la comisión tripartita, entre Ecuador, Colombia y un delegado de la OEA.
La solicitud de Ecuador, fue reiterada por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José María Insulza, quien manifestó su entera disposición a estar presente en las conversaciones sobre las fumigaciones. Sin embargo, aclaró que no se le hizo un pedido oficial para que el tema sea discutido en el Consejo Ejecutivo de la OEA.
En un mes, Colombia fumigó alrededor de 12.000 hectáreas de las más de 13.000 que detectó en la frontera de 600 kilómetros que comparten los países. En el límite, además de cultivos ilegales, se detectó la presencia de rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Quito y Bogotá fracasaron en sus intentos por articular políticas para estabilizar su conflictiva frontera, que se convirtió en el teatro de operaciones de grupos irregulares y un terreno fértil para el narcotráfico o el tráfico de armas.
https://www.alainet.org/es/active/15946?language=es
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