Nicaragua frente a un nuevo Programa Económico
Liberarse del FMI ¿Tan sólo una locura?
14/05/2007
- Opinión
Hace algunas semanas, el presidente Ortega declaró que era objetivo de este gobierno liberarse definitivamente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y garantizó que este resultado se iba a conseguir antes de que terminara su mandato en el 2011.
El anuncio llegó unos días antes de comenzar una nueva ronda de negociaciones con este organismo financiero, para alcanzar un nuevo Programa económico, ya que el anterior caducó en diciembre del 2006.
"Tenemos la autoridad moral -dijo el presidente- para decirle a los señores del Fondo Monetario que no pueden estarnos exigiendo que este pueblo se esté amarrando cada vez más la faja, que es lo que han venido haciendo todos estos años, haciendo padecer más hambre y desempleo a la gente, sino que tienen que entender cuál es nuestra propuesta, nuestro planteamiento, para podernos liberar de ustedes. Fíjense qué cosa: tener que negociar con el Fondo, para liberarnos del Fondo -continuó Ortega- y eso es lo que estamos haciendo, porque queremos liberarnos y lo vamos a lograr. Antes de cinco años Nicaragua estará liberada del Fondo y de eso pueden estar totalmente seguros y será una bendición liberarse del FMI", concluyó el mandatario nicaragüense.
La declaración despertó mucha suspicacia entre la oposición política, la empresa privada y en una parte de los economistas nacionales, tildándola de populista e irreal, ya que se considera que Nicaragua no tiene todavía la capacidad de poder sobrevivir sin el aporte de este importante organismo. Pero, ¿es tan sólo una locura pensar en esta opción?
Según el economista independiente y miembro de la Coordinadora Civil (CC), Adolfo Acevedo Vogl, liberarse del FMI y de sus condicionalidades es posible y deseable.
"Algunos analistas argumentan que Nicaragua jamás estaría en la capacidad de liberarse del FMI -escribe Adolfo Acevedo. Lo que usualmente no explican, es la profundidad de la crisis por la cual atraviesa el FMI y el hecho de que ha sido puesta en duda su calificación y capacidad financiera para prestar el tipo de asistencia que requieren los países de menor ingreso del planeta (LIC), entre los que se cuenta Nicaragua.
En los últimos diez años hubo varios hechos que debilitaron drásticamente la autoridad de este organismo, sobre todo en los países de ingreso medio (MIC).
Este poder comenzó a desgastarse a finales de los noventa, después de la crisis financiera en el Sureste Asiático, en donde se le responsabilizó al FMI y a sus imposiciones por los daños causados a muchos países de esta región. Ahora estos mismos países han acumulado grandes reservas internacionales y no tendrán que acudir nunca más al Fondo".
El plantamiento de Acevedo pone en evidencia como, más recientemente, un importante numero de países de ingreso medio, entre ellos Argentina, Brasil, Indonesia, Rusia, Uruguay, Bulgaria, Argelia, y Armenia, han repagado anticipadamente sus deudas con este organismo y han cesado de recibir financiamiento condicionado del mismo. Paralelamente, Ucrania y Paquistán han reducido su deuda a la mitad y Bolivia, un país de bajos ingresos, comenzó un proceso de alejamiento después de veinte años consecutivos de estar operando bajo las reglas del Fondo. Ecuador acaba de anunciar que repagará su reducida deuda con el FMI y no volverá a requerir de su asistencia.
"Hay que recordar -continúa Acevedo- que dejar de recibir los préstamos condicionados del FMI no significa dejar de ser miembros de este organismo, porque no es una exigencia tener un Programa económico y sólo lo tienen los países miembros que así lo solicitan. Estos países que hemos mencionado no recibieron ningún tipo de "castigo divino" por haber tomado la decisión de no continuar recibiendo la asistencia condicionada del FMI. Continúan recibiendo asistencia de países donantes, préstamos de bancos multilaterales o buscan fuentes alternativas, como es el caso de Argentina, Brasil, Bolivia, Venezuela y Ecuador que están tratando de crear el denominado "Banco del Sur".
Crisis financiera y existencial
La crisis del FMI resulta evidente al revisar la drástica reducción de su cartera de préstamos, que de 96 mil millones de dólares en 2004 se redujo a 20 mil millones en 2007. Además, alrededor de la mitad de ésos 20 mil millones se atribuyen a la deuda que mantiene Turquía con el FMI.
Según Acevedo, "esta cancelación anticipada de préstamos por parte de los países de ingreso medio (MIC), refleja una generalizada perdida de confianza y credibilidad en cuanto a la capacidad del FMI para manejar los problemas y las crisis que han experimentado estos países. El FMI les exigió el apego estricto a fórmulas que terminaron generando grandes dificultades y desequilibrios e impusieron grandes costos a los países, y luego se negó a asumir responsabilidad alguna por los resultados de sus recomendaciones".
Esta situación ha dejado al FMI sin sus clientes más importantes, ha reducido el poder e influencia de este organismo a su mínima expresión y sus únicos clientes son los países de bajo ingreso (LIC), es decir los más pobres del planeta. Esto ha generado dos problemas muy graves: una aguda crisis financiera y una profunda crisis existencial.
Para financiar sus gastos de operación, el FMI utilizaba principalmente los ingresos que provenían de los pagos de intereses que efectuaban los países de ingreso medio (MIC), por los préstamos que habían recibido de este organismo. Con el pago anticipado de su deuda por parte de muchos países, esta fuente fundamental de ingresos súbitamente se acabó y el FMI se ha visto enfrentado a una crisis financiera sin precedentes. Según una proyección presentada por Acevedo, "los pagos de cargos e intereses disminuirán de 3,190 millones de dólares a 1,390 millones de dólares en 2006 y a 635 millones en 2009.
Para continuar operando se ha visto forzado a vender parte de sus reservas de oro y es interesante ver como el FMI, en lugar de ajustar sus enormes gastos a sus muy menguados ingresos, reduciendo su enorme aparato como recomienda a los países en desarrollo, haya decidido "comerse" sus reservas".
El FMI vive también una fuerte crisis existencial, es decir de justificación de su propia existencia y razón de ser, ya que el otrora todopoderoso organismo quedó restringido a lidiar casi exclusivamente con un limitado grupo de países africanos y latinoamericanos muy pobres. La tesis de Acevedo plantea, además, que la mayoría de estos países han logrado una buena estabilidad macroeconómica y que "ya no necesitarían de la asistencia del FMI. La única razón por la cual mantienen Programas con este organismo, es porque algunos donantes europeos suelen exigir todavía un Programa con el FMI, como requisito para sus desembolsos".
El caso de Nicaragua
En el caso concreto de Nicaragua, el denominado "Grupo de Apoyo Presupuestario" (Finlandia, Noruega, Suecia, Inglaterra, Suiza, Holanda, la Unión Europea y el Banco Mundial), que financia el 8% del gasto estatal reflejado en el Presupuesto General de la República, sigue considerando importante que exista un Programa con el FMI, como una garantía de que se mantendrá la estabilidad macroeconómica.
"Es interesante ver como, a pesar de recibir de Venezuela un monto anual equivalente al 22.2% del financiamiento global del Presupuesto de la República, bajo la forma de un crédito concesional de libre uso vinculado al suministro de Petroleo, el Gobierno haya decidido mantenerse atado al FMI, a causa de unos donantes que representan sólo el 8% del Presupuesto. Frente a ello -aseveró en su escrito el economista- ha surgido la propuesta de pasar de la condicionalidad del FMI a una partnership directa con estos donantes, acordando entre si una serie de medidas básicas que aseguren la estabilidad macroeconómica", agregó Acevedo.
¿Por qué, entonces, preservar la existencia del FMI? Para Acevedo, estos cuestionamientos no provienen de los "críticos de izquierda" del FMI, para quienes la existencia y el papel del FMI ha estado siempre bajo fuego, sino del propio seno de las autoridades de los países desarrollados que dieron lugar a su existencia. Más allá de eso, incluso el propio Rodrigo de Rato, Director Gerente del FMI, propugna porque esta institución sea "liberada" de la responsabilidad de prestar asistencia a los países de menores ingresos (LIC), por falta de fondos y porque argumenta que el FMI no es una organización de fomento del desarrollo.
"Este es el "todopoderoso" organismo del cual se dice que posiblemente jamás estaríamos en capacidad de liberarnos. Un organismo en crisis, con relación al cual todo el mundo concuerda, incluso el propio FMI, que no está calificado, ni tiene los recursos, para asistir adecuadamente a los países de menor ingreso del planeta" concluyó Acevedo.
El anuncio llegó unos días antes de comenzar una nueva ronda de negociaciones con este organismo financiero, para alcanzar un nuevo Programa económico, ya que el anterior caducó en diciembre del 2006.
"Tenemos la autoridad moral -dijo el presidente- para decirle a los señores del Fondo Monetario que no pueden estarnos exigiendo que este pueblo se esté amarrando cada vez más la faja, que es lo que han venido haciendo todos estos años, haciendo padecer más hambre y desempleo a la gente, sino que tienen que entender cuál es nuestra propuesta, nuestro planteamiento, para podernos liberar de ustedes. Fíjense qué cosa: tener que negociar con el Fondo, para liberarnos del Fondo -continuó Ortega- y eso es lo que estamos haciendo, porque queremos liberarnos y lo vamos a lograr. Antes de cinco años Nicaragua estará liberada del Fondo y de eso pueden estar totalmente seguros y será una bendición liberarse del FMI", concluyó el mandatario nicaragüense.
La declaración despertó mucha suspicacia entre la oposición política, la empresa privada y en una parte de los economistas nacionales, tildándola de populista e irreal, ya que se considera que Nicaragua no tiene todavía la capacidad de poder sobrevivir sin el aporte de este importante organismo. Pero, ¿es tan sólo una locura pensar en esta opción?
Según el economista independiente y miembro de la Coordinadora Civil (CC), Adolfo Acevedo Vogl, liberarse del FMI y de sus condicionalidades es posible y deseable.
"Algunos analistas argumentan que Nicaragua jamás estaría en la capacidad de liberarse del FMI -escribe Adolfo Acevedo. Lo que usualmente no explican, es la profundidad de la crisis por la cual atraviesa el FMI y el hecho de que ha sido puesta en duda su calificación y capacidad financiera para prestar el tipo de asistencia que requieren los países de menor ingreso del planeta (LIC), entre los que se cuenta Nicaragua.
En los últimos diez años hubo varios hechos que debilitaron drásticamente la autoridad de este organismo, sobre todo en los países de ingreso medio (MIC).
Este poder comenzó a desgastarse a finales de los noventa, después de la crisis financiera en el Sureste Asiático, en donde se le responsabilizó al FMI y a sus imposiciones por los daños causados a muchos países de esta región. Ahora estos mismos países han acumulado grandes reservas internacionales y no tendrán que acudir nunca más al Fondo".
El plantamiento de Acevedo pone en evidencia como, más recientemente, un importante numero de países de ingreso medio, entre ellos Argentina, Brasil, Indonesia, Rusia, Uruguay, Bulgaria, Argelia, y Armenia, han repagado anticipadamente sus deudas con este organismo y han cesado de recibir financiamiento condicionado del mismo. Paralelamente, Ucrania y Paquistán han reducido su deuda a la mitad y Bolivia, un país de bajos ingresos, comenzó un proceso de alejamiento después de veinte años consecutivos de estar operando bajo las reglas del Fondo. Ecuador acaba de anunciar que repagará su reducida deuda con el FMI y no volverá a requerir de su asistencia.
"Hay que recordar -continúa Acevedo- que dejar de recibir los préstamos condicionados del FMI no significa dejar de ser miembros de este organismo, porque no es una exigencia tener un Programa económico y sólo lo tienen los países miembros que así lo solicitan. Estos países que hemos mencionado no recibieron ningún tipo de "castigo divino" por haber tomado la decisión de no continuar recibiendo la asistencia condicionada del FMI. Continúan recibiendo asistencia de países donantes, préstamos de bancos multilaterales o buscan fuentes alternativas, como es el caso de Argentina, Brasil, Bolivia, Venezuela y Ecuador que están tratando de crear el denominado "Banco del Sur".
Crisis financiera y existencial
La crisis del FMI resulta evidente al revisar la drástica reducción de su cartera de préstamos, que de 96 mil millones de dólares en 2004 se redujo a 20 mil millones en 2007. Además, alrededor de la mitad de ésos 20 mil millones se atribuyen a la deuda que mantiene Turquía con el FMI.
Según Acevedo, "esta cancelación anticipada de préstamos por parte de los países de ingreso medio (MIC), refleja una generalizada perdida de confianza y credibilidad en cuanto a la capacidad del FMI para manejar los problemas y las crisis que han experimentado estos países. El FMI les exigió el apego estricto a fórmulas que terminaron generando grandes dificultades y desequilibrios e impusieron grandes costos a los países, y luego se negó a asumir responsabilidad alguna por los resultados de sus recomendaciones".
Esta situación ha dejado al FMI sin sus clientes más importantes, ha reducido el poder e influencia de este organismo a su mínima expresión y sus únicos clientes son los países de bajo ingreso (LIC), es decir los más pobres del planeta. Esto ha generado dos problemas muy graves: una aguda crisis financiera y una profunda crisis existencial.
Para financiar sus gastos de operación, el FMI utilizaba principalmente los ingresos que provenían de los pagos de intereses que efectuaban los países de ingreso medio (MIC), por los préstamos que habían recibido de este organismo. Con el pago anticipado de su deuda por parte de muchos países, esta fuente fundamental de ingresos súbitamente se acabó y el FMI se ha visto enfrentado a una crisis financiera sin precedentes. Según una proyección presentada por Acevedo, "los pagos de cargos e intereses disminuirán de 3,190 millones de dólares a 1,390 millones de dólares en 2006 y a 635 millones en 2009.
Para continuar operando se ha visto forzado a vender parte de sus reservas de oro y es interesante ver como el FMI, en lugar de ajustar sus enormes gastos a sus muy menguados ingresos, reduciendo su enorme aparato como recomienda a los países en desarrollo, haya decidido "comerse" sus reservas".
El FMI vive también una fuerte crisis existencial, es decir de justificación de su propia existencia y razón de ser, ya que el otrora todopoderoso organismo quedó restringido a lidiar casi exclusivamente con un limitado grupo de países africanos y latinoamericanos muy pobres. La tesis de Acevedo plantea, además, que la mayoría de estos países han logrado una buena estabilidad macroeconómica y que "ya no necesitarían de la asistencia del FMI. La única razón por la cual mantienen Programas con este organismo, es porque algunos donantes europeos suelen exigir todavía un Programa con el FMI, como requisito para sus desembolsos".
El caso de Nicaragua
En el caso concreto de Nicaragua, el denominado "Grupo de Apoyo Presupuestario" (Finlandia, Noruega, Suecia, Inglaterra, Suiza, Holanda, la Unión Europea y el Banco Mundial), que financia el 8% del gasto estatal reflejado en el Presupuesto General de la República, sigue considerando importante que exista un Programa con el FMI, como una garantía de que se mantendrá la estabilidad macroeconómica.
"Es interesante ver como, a pesar de recibir de Venezuela un monto anual equivalente al 22.2% del financiamiento global del Presupuesto de la República, bajo la forma de un crédito concesional de libre uso vinculado al suministro de Petroleo, el Gobierno haya decidido mantenerse atado al FMI, a causa de unos donantes que representan sólo el 8% del Presupuesto. Frente a ello -aseveró en su escrito el economista- ha surgido la propuesta de pasar de la condicionalidad del FMI a una partnership directa con estos donantes, acordando entre si una serie de medidas básicas que aseguren la estabilidad macroeconómica", agregó Acevedo.
¿Por qué, entonces, preservar la existencia del FMI? Para Acevedo, estos cuestionamientos no provienen de los "críticos de izquierda" del FMI, para quienes la existencia y el papel del FMI ha estado siempre bajo fuego, sino del propio seno de las autoridades de los países desarrollados que dieron lugar a su existencia. Más allá de eso, incluso el propio Rodrigo de Rato, Director Gerente del FMI, propugna porque esta institución sea "liberada" de la responsabilidad de prestar asistencia a los países de menores ingresos (LIC), por falta de fondos y porque argumenta que el FMI no es una organización de fomento del desarrollo.
"Este es el "todopoderoso" organismo del cual se dice que posiblemente jamás estaríamos en capacidad de liberarnos. Un organismo en crisis, con relación al cual todo el mundo concuerda, incluso el propio FMI, que no está calificado, ni tiene los recursos, para asistir adecuadamente a los países de menor ingreso del planeta" concluyó Acevedo.
Fuente: Lista Informativa Asoc. Italia-Nicaragua
gtrucchi@itanica.org
https://www.alainet.org/es/active/17448
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