Oriente antioqueño, territorio de ejecuciones extrajudiciales
- Opinión
El Oriente antioqueño se convirtió desde hace varios años en territorio de ejecuciones extrajudiciales que comprometen a miembros del Ejército adscritos a
Las cifras y los relatos están incluidos en el informe Ejecuciones extrajudiciales: el caso del Oriente antioqueño, presentado este martes en Medellín y realizado por el Colectivo de Derechos Humanos Semillas de Libertad (Codehsel) y
Esta investigación se realizó a partir de las denuncias formuladas por los familiares de las víctimas y por los miembros de la comunidad del Oriente antioqueño, así como de las denuncias públicas de las organizaciones no gubernamentales de derechos humanos nacionales e internacionales con asiento en el departamento de Antioquia. Para la investigación se recurrió a los expedientes, tanto judiciales como disciplinarios, que reposan en
Las 110 víctimas reportadas como ejecuciones extrajudiciales en el Oriente antioqueño corresponden, según sexo, a 98 hombres y 12 mujeres (una de ellas en estado de embarazo); 12 de las víctimas son niñas y niños entre los 15 y 17 años. Tres eran personas con alguna discapacidad física o mental. La mayor parte de las víctimas se dedicaban a labores agrícolas en sus fincas o en parcelas vecinas.
Las cifras también indican que más del 10% de los casos corresponden a mujeres, sin contar las agresiones que tuvieron que soportar las madres, hijas, hermanas y esposas de los hombres que también fueron asesinados por la fuerza pública. Además, Otro elemento caracterizador en los reportes es la muerte de varios miembros de una misma familia.
De los 38 casos reportados como ejecuciones extrajudiciales con información judicial, 14 fueron fallados por el Consejo Superior de Judicatura a favor de la justicia ordinaria; en 5 casos
Para la recolección de casos se tomó como referencia el formulario de recolección de información del Relator Especial sobre ejecuciones extrajudiciales de las Naciones Unidas con la siguiente información: hechos, actuación judicial y mecanismos de impunidad. El análisis de los casos permite sostener que en la mayoría de ellos, la respuesta institucional es muy débil y, por tanto, no se realizó una investigación eficaz que condujera al esclarecimiento de los hechos y a sancionar a los responsables.
Colombia ha soportado uno de los mayores índices de ejecuciones extrajudiciales en el mundo, lo que ha originado informes y visitas del Relator Especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias y arbitrarias a nuestro país. La mayor parte de estas ejecuciones han sido perpetradas por la fuerza pública, en especial el Ejército, o por grupos paramilitares con la aquiescencia de estos. En el caso del Oriente antioqueño, las denuncias por ejecuciones extrajudiciales han venido en aumento, lo que coincide con la propuesta de “retomar” el control perdido en esta región antioqueña ante la presencia de organizaciones subversivas, a partir de las formulación de la política de “seguridad democrática”.
Los responsables
De acuerdo con las investigaciones realizadas, las 110 víctimas de ejecuciones extrajudiciales en el Oriente antioqueño cometidas por miembros de
La mayoría de las denuncias son atribuidas al Batallón de Artillería N° 4 Jorge Eduardo Sánchez (Bajes N° 4). Durante el año 2003, este Batallón fue comandado por el teniente coronel Iván Darío Pineda; durante el 2004, por el teniente coronel Juan Carlos Barrera, y durante el 2005, por el teniente coronel Luis Javier Pérez Orellanos. El 62% del total de los casos reportados (41 víctimas) fueron atribuidos a esa unidad militar.
Le sigue el Batallón de Caballería Mecanizada N° 4 Juan del Corral (GMJCO) con 21 casos reportados. A
Por subregiones, Embalses (Granada, Guatapé, el Peñol, San Carlos y San Rafael) soporta el 48% de los casos denunciados (la mayor parte de estos en Granada). Le siguen la subregión Bosques (Cocorná, San Luis y San Francisco) con el 33%, y la subregión Páramo (Abejorral, Sonsón, Argelia y Nariño) con el 16%.
Los casos que expuestos en el informe Ejecuciones extrajudiciales: el caso del Oriente antioqueño demuestran de manera contundente que
Los miembros del Ejército involucrados reportan la muerte de los civiles como muertos en combate ante la necesidad de presentar resultados a sus superiores, lo que se denomina en el argot militar “positivos”, que sirven a las Fuerzas Militares y al gobierno para mostrar que la política de “seguridad democrática” sí ha dado resultados.
Luego de cada ejecución, el Ejército elabora un informe de operaciones en el cual las víctimas son reportadas como muertas en combate. Ese informe se respalda con una orden de operaciones emitida por el comandante del batallón o por el comando de
Esa situación demuestra que el Estado colombiano no ha adoptado las recomendaciones del Relator Especial sobre ejecuciones extrajudiciales ni de
Fuente: Agencia de Noticias IPC
Medellín, Colombia
www.ipc.org.co
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