Tendencias de la migración laboral

11/06/2007
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  • Opinión
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La actual crisis socioeconómica de Guatemala tiene la especial implicación de ampliar la migración laboral. A corto plazo no se prevé una recuperación de la economía guatemalteca, por lo cual persistirá el desempleo, la pobreza, pobreza extrema, inseguridad, y marginalismo. Miles de mujeres y hombres guatemaltecos continuarán trasladándose a diferentes estados del sureste mexicano, en especial a Chiapas. El propósito es emigrar para tener un salario.

La investigación Diagnóstico general de los flujos de trabajadores temporales en la frontera sur de México -realizada por el Instituto Nacional de Migración, en México 2005- demuestra la reducción del volumen en la contratación de trabajadoras y trabajadores guatemaltecos agrícolas temporales en el estado mexicano de Chiapas, básicamente por la baja de precios del café en el área internacional; sin embargo, continúa vigente una disminuida oferta laboral de los empleadores. Este hecho se explica por factores como el incremento de la emigración laboral chiapaneca hacia Estados Unidos y porque los trabajadores originarios de Chiapas prefieren emigrar a áreas urbanas para trabajar.

A esta situación debe agregarse que la migración laboral guatemalteca tiene un contenido de carácter histórico (más de un siglo), con características sociales (modificación de conductas para tener un mejor nivel de vida), el problema económico (recibir un salario pues en su país no lo tienen), elementos culturales (tradición socioeconómica) y factores políticos (inseguridad).

La migración laboral indocumentada de trabajadores guatemaltecos en Chiapas -no cuantificada- no modificará su decisión de trasladarse a las unidades chiapanecas de producción pues persisten factores como la ausencia de información relativa a las características positivas de documentarse con la Forma Migratoria para Visitante Agrícola (FMVA). Guatemala no tiene un adecuado número de oficinas migratorias en lugares tradicionalmente utilizados por trabajadores indocumentados y, finalmente, persiste en los finqueros chiapanecos el criterio de no hacer distinción entre trabajador documentado o no.

Las corrientes migratorias de trabajadoras domésticas, trabajadores de la construcción, en el sector de servicios y quienes se encuentran en la economía informal, se incrementarán en Chiapas. Un argumento para explicar esta situación se encuentra en el crecimiento de la migración laboral procedente de los municipios fronterizos de Guatemala.

También debe señalarse la tendencia de la migración laboral guatemalteca en Chiapas de no modificar su pasividad para organizarse. Entre otros elementos determinantes de esta situación se encuentran: la nula acción del movimiento sindical y popular de Guatemala para incorporar en sus planes de acción política a los trabajadores y trabajadoras agrícolas o de otras corrientes migratorias; su breve permanencia -de 30 a 90 días- en territorio chiapaneco; la necesidad de regresar a sus lugares de origen por causas culturales (religiosas), económicas (satisfacción inmediata de necesidades por el salario obtenido), y sociales (cumplimiento de obligaciones).

Continuará fortaleciéndose la tendencia con relación a las redes sociales de la migración laboral guatemalteca en Chiapas, al incrementarse la experiencia migratoria (información sobre oportunidades de empleo), la cual se transmite a través de amigos (relaciones establecidas durante la niñez y adolescencia), paisanos (las personas han vivido cerca o se ubican como miembros de una determinada población), y con la familia (padres e hijos, tíos y sobrinos, hermanos y primos).

El entretejido social de las redes permitirá la reproducción del proceso migratorio laboral -documentado e indocumentado- al vincular origen con lugares de destino y ajustar oferta y demanda en el mercado laboral. Las redes sociales coadyuvarán al incremento del flujo laboral al reducir los riesgos en el cruce de la frontera y no tener problemas al llegar a los centros de trabajo.

En estados como Tabasco, un amplio flujo migratorio no cuantificado cuyo inicial objetivo era trasladarse en forma indocumentada a Estados Unidos -vivieron lo peligroso del viaje, especialmente en el tren-, han decidido laborar en zonas agrícolas de ese estado. Influye la proximidad geográfica con Guatemala y, además, las áreas de producción cañeras se encuentran cerca de la frontera. Esta situación les proporciona el salario necesitado. Es importante destacar que las autoridades migratorias de México ampliaron a Tabasco el uso de la FMVA para regular esa corriente migratoria.

Por la planificación actual de incrementar el sector relativo a la construcción, básicamente en Cancún, Playa del Carmen y Riviera Maya, en el estado de Quintana Roo, la tendencia a contratar fuerza de trabajo guatemalteca se incrementará en los próximos años, básicamente para aquellos que tienen una determinada especialidad.

Los flujos migratorios de trabajadoras domésticas, sector de servicios y quienes se encuentran en la economía informal, aumentará en los estados del sureste mexicano, especialmente en la ciudad de Tapachula. La explicación de este factor se ubica en las dificultades del gobierno de Guatemala para encontrar soluciones económicas a acorto plazo y enfrentar el problema del desempleo. Es necesario, entonces, fortalecer la relación diplomática Guatemala-México para dialogar con relación al problema migratorio.

Fuente: Incidencia Democrática (Guatemala)

http://www.i-dem.org


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