Sin el menor interés respecto de las elecciones ya muy próximas en el querido estado de Baja California, puesto que somos ciudadanos defeños y por consecuencia ni votos podemos emitir en tal contienda, es de mencionarse que el Tribunal Electoral de la entidad le ha hecho un gran favor al presidente municipal de Tijuana con licencia, Jorge Hank Rohn, al revocarle el registro de su candidatura a la gubernatura, previamente admitida por el Consejo Estatal en la materia, simple y llanamente por que lo ha convertido en víctima de una maniobra electorera.

Como se dice en los rezos, víctima propiciatoria de una maniobra, no sólo del panismo local sino del nacional que todavía comanda el yunquista, Manuel Espino Barrientos, maniobra que puede revertírseles, si como afirman los doctos del Derecho, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación la echa para abajo. De esa manera el controvertido personaje, que de acuerdo a las encuestas ya iba en caballo de hacienda, ahora ganaría por un amplísimo margen.

Son muchas las cosas que están en juego para frenar mediante esa tonta acción el camino hacía el Ejecutivo bajacaliforniano del rico empresario de los juegos de azar y mencionado como el patrón del asesino material del colega, Héctor “el Gato” Félix, ocurrida en abril de 1988. Otros debieron ser los caminos para cerrarle el paso de la candidatura estatal, como por ejemplo sus impugnados negocios y su presunta relación con el crimen del colega del Semanario Zeta.

El presidente de la República, al igual que hizo con la llamada ley Televisa, no va a intervenir porque está en juego el Paquete Fiscal, una de sus más importantes reformas, y su aprobación depende fundamentalmente del voto de los legisladores priístas, aunque tanto los senadores y diputados como la dirigencia del tricolor han dicho que no se prestarán a ningún tipo de concertacesión, los casos de Hank Rohn, del ex gobernador de Quintana Roo, Mario Villanueva Madrid y del “gober precioso” de Puebla, Mario Marín, van a pesar a la hora de las determinaciones; a quien definitivamente van a dejar a su suerte por su testarudez es al de Oaxaca, Ulises Ruiz.

La ebullición política en Baja California está a punto del estallido, los priístas-hankistas culpan al gobernador panista, Eugenio Elorduy y al ex presidente Vicente Fox Quesada, primero de haber dejado a su suerte a Tijuana por motivos partidistas y de ahí el incremento de los delitos; ahora culpan al mandatario local, al panismo bajacaliforniano y nacional de la maniobra electorera por lo que se han propiciado una serie de marchas ante el palacio de gobierno que a cada momento suben de tono.

Después de que la autoridad estatal admitió el registró de la candidatura de Jorge Hank Rohn por la Alianza Para que Vivas Mejor, a uno cuantos días de las elecciones el Tribunal Electoral de Baja California la revoca aduciendo una norma local conocida popularmente como la “Ley Antichapulín”, es decir, que nadie puede ser candidato de otro puesto hasta en tanto no termine el que detenta, y Hank Rohn es actualmente presidente municipal de Tijuana con licencia.

El alegato de los prisitas-hankistas se basa en el argumento de que la Constitución Mexicana permite a cualquier persona mayor de edad votar y ser votada sin restricciones, artículo 35 de la Constitución. En el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación recae la responsabilidad de desconocer el fallo emitido en Mexicali, y hay probabilidades de que lo consiga el tricolor, lo que Hank Rohn explotará al máximo para convertirse en la víctima del poder panista bajacaliforniano. Una versión moderna y sui géneris de lo ocurrido en 2006 con Andrés Manuel López Obrador y el gobierno de Fox, que en este caso, aprendida la lección, sabrá aprovechar en su beneficio el controvertido político.

- Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor mexicano, vicepresidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP.

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