A poco más de tres meses para las elecciones, la senadora y primera dama defendió la gestión del presidente Néstor Kirchner por el rumbo emprendido desde que asumió en 2003.

La senadora presentó su candidatura presidencial con un discurso en el que postuló tres ejes estratégicos en los que debe basarse el proceso de cambio de la Argentina iniciado en 2003: acumulación con inclusión social; continuar con la reconstrucción institucional y un cambio cultural centrado en el esfuerzo y el trabajo.

Tras ratificar la continuación del modelo económico "de perfil industrialista", también propuso un "diálogo social institucionalizado" entre trabajadores, empresarios y Estado para acordar las metas a mediano y largo plazo.

En ese marco, al insistir sobre la continuidad del modelo, dijo que "las elecciones no pueden ser una ruleta rusa para los argentinos, donde si uno gana va para un lado y si gana otro va para otro lado".

Cristina Fernández habló durante casi 45 minutos en el Teatro Argentino de La Plata, su ciudad natal, acompañada por el presidente Néstor Kirchner, la totalidad del gabinete, gobernadores, intendentes, legisladores y dirigentes políticos y sociales que apoyan su candidatura.

Entre los mandatarios provinciales estuvo presente el de Mendoza, Julio Cobos, quien será ungido por su sector como acompañante de la senadora para las elecciones del 28 de octubre.

Al hablar sobre la primera construcción que postula, respecto de la calidad institucional, la candidata dijo que "quienes ocuparon el sillón de Rivadavia no querían representar el interés del conjunto por presión de sectores. Esto llevó a un deterioro de la institución republicana".

Agregó que "a la Corte la vimos expuesta en todo lo que constituía convalidar la destrucción del Estado". "Hoy hemos reconstituido el sistema de decisión del Estado democrático, el Poder Ejecutivo toma las decisiones de acuerdo a sus convicciones y a lo que prometió cuando pidió el voto popular", agregó.

En ese contexto, resaltó el fallo de la Corte Suprema de Justicia decretando la inconstitucionalidad de los indultos.

"Curiosamente, cuando en la Argentina legisladores reconocían que votaban leyes por el FMI, cuando peor aún, en la etapa de la dictadura la división de poderes era Ejército, Marina y Fuerza Aérea no escuchaba a nadie de los que hablan ahora de calidad institucional".

"Sostengo con la Constitución en la mano que nunca como ahora hemos recuperado los roles que la Constitución asigna al Presidente. En la Argentina que viene esta construcción va a ser profundizada".

Al referirse a otro de los ejes estratégicos, Cristina Fernández remarcó la profundización de un modelo de "acumulación con inclusión social" y lo contrapuso al modelo neoliberal de los ’90 "donde millones se caían del sistema de producción".

"Miseria, inequidad, desocupación no se arreglan desde un ministerio, en todo caso sirve para paliar. La situación se arregla desde la economía", sostuvo.

En ese sentido, recordó que el modelo de acumulación se aplicó en la Argentina del centenario, cuando el país era agrícola ganadero, aunque destacó que éste no generó puestos de trabajo sino miseria.

Después se refirió al modelo de sustitución de importaciones generado por el peronismo que se frustró por el golpe de 1955 y por "la incomprensión de la burguesía nacional".

Comparó la situación con la burguesía brasileña que desarrolló un "proyecto diferente, una burguesía con intereses en el país". Al referirse a la situación actual, con la baja de la desocupación, la pobreza y la indigencia, Cristina Fernández enfatizó: "No hay misterio, es el modelo de perfil industrialista. Tenemos que dar precisiones. Los argentinos parecemos expertos en falsas contradicciones. Hubo un tiempo de contradicción entre el país agrícola y el industrial. Nosotros hemos roto los tabúes".

"Podemos tener una economía con récord de producción agrícola, y proceso de industrialización. Los argentinos han mejorado su calidad de vida. Al que no le guste los indicadores sociales, lo invito a que vea cómo se ha vuelto a consumir. Todavía falta, hay franjas de pobreza, pero estamos mejorando con mucho esfuerzo", dijo.

"Este modelo es de perfil industrialista y matriz de acumulación diversificada. En la teoría de la dependencia producíamos comodities, ahora se han revertido los términos de intercambio, tenemos que aprender que nada es inmutable".

Agregó que "esta es la responsabilidad que tenemos quienes solicitamos el voto. Una vida mejor es posible, y se necesita que este modelo también sea institucionalizado".

Cristina Fernández propuso "un acuerdo, el diálogo social en la Argentina, tenemos una rica historia entre empresarios, trabajadores y la pata del Estado".

Remarcó el "acuerdo empresarios y trabajadores para que podamos acordar junto al Estado cuáles van a ser las metas a mediano y largo plazo, fijar el modelo que vamos a trabajar y producir".

"Esto requiere no solamente un Estado, sino empresarios, yo no quiero empresarios sensibles, sino inteligentes, porque algunos sólo saben contar y se aferran a proyectos de burbujas. Es por eso que esta segunda construcción de este modelo es de acumulación con inclusión".

Recordó que "ya conocimos el crecimiento de los 90: crecía la economía y la gente se caía. Creyeron que desaparecieron los sindicatos y se alegraban, no se daban cuenta que desaparecía el trabajo en la Argentina".

Al hablar de la "tercera construcción" la calificó como "la más importante: la construcción cultural, para recuperar la autoestima que habíamos perdido".

"La autoestima y reconstrucción del esfuerzo y el trabajo es el eje central de la Argentina que viene", remarcó.

La senadora indicó: "Quiero decirles que además que estas tres construcciones, estado democrático, modelo de acumulación y cambio cultural, lo hemos hecho desde aquí, desde nuestra casa de América latina sin la ficción del primer mundo".

"Además, argentinos, lo hemos hecho sin aporrear, sin palos. Recuerdo esa Argentina donde miles sin trabajo cortaban puentes, calles, cuánto veces le decían, Presidente, que había que proceder con mano dura y usted apostó a una Argentina diferente, sin palos, donde nunca má un presidente se tuviera que ir porque un argentino había matado a otros argentinos. A eso apostamos, a la vida", expresó.

Por último, dirigiéndose al presidente Néstor Kirchner dijo que "si tuviera que elegir algunos de los logros, apostaría por la construcción de la autoestima que usted devolvió a los argentinos".

"A esa Argentina acaba de darle un gesto sin precedentes. No es común, ni en Argentina ni en el mundo, que alguien con opinión favorable del 70 por ciento de opinión positiva y el 50 por ciento de votos, decida no hacerlo", en referencia a no postularse a la reelección.

"Ese, tal vez, haya sido el cambio más importante, es el cambio que cada uno de nosotros tenemos que hacer. Usted lo había dicho a periodistas y políticos, y lo miraban sin creerle. No le creían porque ninguno hubiera hecho lo que usted hizo, y esto lo convierte en un gesto distintivo".

"Quiero decirle, tampoco se la crea, no es un héroe, pero tampoco es común, es un hombre fuera de lo común. A más treinta años me lo viene a confirmar", dijo.

Y finalizó: "Los argentinos no lo van a olvidar. Espero que no lo extrañen demasiado".

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