Falta pedagogía para que víctimas entiendan Ley de Justicia y Paz
- Opinión
A las víctimas del paramilitarismo en Colombia les falta mayor pedagogía para entender los procesos que implica la aplicación de la Ley de Justicia y Paz, a través de la cual se pretende juzgar a los desmovilizados que se acogieron a ella.
Así lo advirtió el director de la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía, el jurista Luis González León, en entrevista concedida a la Agencia de Prensa IPC, al entregar su balance de lo que ha significado los dos primeros años de aplicación de la Ley 975, también llamada de Justicia y Paz, y al responder las criticas hechas por cerca de los 4.000 asistentes al Primer Encuentro de Víctimas Primer Encuentro Nacional de Víctimas Pertenecientes a Organizaciones Sociales que se lleva a cabo en el Parque de los Artesanos de la ciudad de Bogotá y que culminó este sábado.
González León reconoció la lentitud con la que avanza la aplicación de la Ley; manifestó que el proceso tendrá que seguir, así los ex jefes paramilitares hayan decidido suspender las diligencias de versiones libres; dijo que se han presentado casos de intimidaciones a fiscales en varias regiones del país, y admitió que necesitaría como mínimo 100 fiscales y por lo menos 300 investigadores más para agilizar los procesos.
Se requiere pedagogía
- ¿Para iniciar, qué tendría que decirle a las víctimas, los más fuertes contradictores de la Ley de Justicia y Paz?
El gran problema en este proceso es cuando todas las víctimas creen que en un momento determinado se va a confesar su hecho. Yo considero que esto necesita una gerencia, que alguien las coja, les haga una pedagogía, que las haga venir cuando tienen que venir para tratar su hecho. Pero aquí no ha habido tiempo para eso, el proceso avanza vertiginosamente.
- Suena paradójico, pues se supone que la presencia de las víctimas es indispensable para corroborar o preguntar hechos o crímenes...
Lo que pasa es esto: uno ve a las víctimas de un lado para otro sin saber para dónde van. Aquí no se está juzgando un hecho, si fuera así sería más fácil para la víctima. Aquí se está juzgando a una persona, que no se sabe si va a confesar voluntariamente o no. Eso dificulta enormemente el acceso a las víctimas.
- ¿Cree que las fuertes críticas que se le formulan a la Ley 975 disminuirán con el transcurrir de los meses, o por el contrario van a aumentar?
Yo solamente puedo responder con resultados. Mire, en estos dos años nuestros investigadores han recorrido las regiones buscando información sobre los bloques y sus comandantes. A la fecha, unos 19 jefes paramilitares de un total de 21 han rendido versión libre al igual que otros 26 mandos medios. Con varios de los hechos confesados se han logrado encontrar 3.000 cadáveres en fosas que estaban por todo el país y ya se han identificado unos 800. Como operador, yo no puedo entrar en controversia, repito, sólo puedo responder con hechos.
Más fiscales e investigadores
- A la Ley se le han hecho muchas críticas y una de ellas es la lentitud en el proceso, ¿qué podría decir al respecto?
Eso es cierto, nadie lo puede negar. Por eso es que a la Unidad hay que inyectarle fiscales, y eso es lo que está haciendo el Congreso al revisar la planta orgánica de la Fiscalía para darnos mayor personal.
- Es decir, que de continuar con los 20 fiscales y 150 investigadores con los que cuenta actualmente la Unidad que usted dirige, poco será lo que se podrá avanzar...
Inicialmente nadie sabía qué iba a pasar con una ley de esta naturaleza. Primero, porque no existe un antecedente en ninguna otra parte. Por eso no sé quién estableció que debían ser 20 fiscales y 150 investigadores. Cuando iniciamos el procedimiento y se conoció el número de postulados, vimos que íbamos a ser inferiores al reto. Dijimos que necesitábamos más fiscales y más investigadores. En este momento se está elaborando un proyecto, donde a través del Plan de Desarrollo, el Congreso pueda modificar esta situación, para que nos den más fiscales y darle mayor prontitud a este procedimiento.
- ¿Cuántos fiscales cree que necesita?
Esa es una pregunta que a diario nos hacemos, máxime cuando todos los días llegan postulados. Empezamos en agosto con 2.600 y ya vamos en 2.914 y se nos anuncia que vienen más de 2.000 presos. Nosotros lo único que podemos hacer es trabajar con lo que nos dieron. Estamos haciendo un diagnóstico y lo estamos terminando y vemos que lo que necesitamos supera los 100 fiscales y los 300 investigadores .
El país conoce que nunca antes había tanta información de fosas encontradas, muertos reconocidos y demás. Esto se está desbordando y el día a día aquí en la Fiscalía sigue igual. Siguen habiendo delitos que requieren de los funcionarios de la Fiscalía y no podemos emplearlos a todos en Justicia y Paz, porque sino causaríamos un daño peor, en la justicia local y regional. Afortunadamente, eso se entendió y por eso es que se va a tramitar el aumento de planta.
- Saber que esto rebosó la capacidad de la Fiscalía no suena nada alentador, sobre todo para las víctimas...
Pero eso no es para nada negativo. Mire, lo que estamos viendo es que hay una cantidad de desmovilizados que se acogieron y que están contando, poco o mucho, de lo que hicieron y tenemos que responder desde el Estado para investigar y atender a las víctimas.
Lo que hay que entender es esto: nadie esperaba que una persona llegara y confesara 75 homicidios y eso está pasando. Nadie esperaba que en los primeros meses hubiera tanta información, tanto de victimarios como de víctimas, para ubicar cuerpos en fosas comunes, eso lleva a que el trabajo se multiplique. Son muchos los hechos que hay que ir a comprobar, si lo que se está diciendo es la verdad, para luego emitir una sentencia. Lo que debemos ver es que esto rebosó la capacidad instalada de la Fiscalía.
No sé quién le ha dicho eso. Por el contrario, los comentarios que hemos recibido de las organizaciones no gubernamentales, de los organismos internacionales, de la misma OEA (Organización de Estados Americanos) es que nuestros fiscales están muy bien preparados. Mire, hay casos donde el fiscal le ha dicho al versionado: ‘qué pena, esa región no queda donde usted la cita’ o así por el estilo.
Es normal que en un funcionario aflore el miedo, el temor. Se han hecho esfuerzos por darle un mínimo de seguridad, un carro blindado que ya les va a llegar, escolta y protección para las familias. Estamos en eso y sí se han presentado hechos aislados, en los que no voy a ahondar. Ahora, no podemos pensar que son los que están en el proceso. Esto tiene muchos enemigos de afuera, hay gente que quiere que esto no avance.
Fuente: Agencia de Prensa IPC
Medellín, Colombia
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