Un empresario venezolano intenta ingresar un contrabando a la Argentina de casi 800 mil dólares estadounidenses. No sé la denominación de los billetes pero, por más alta que fuera, el maletín ha debido tener un cierto tamaño, lo que me hacen pensar que se trata realmente de una maleta llena de dólares. De dónde provenía tal suma de dinero y por cuál operación será algo que las investigaciones determinarán o no, pues existen tantos intereses involucrados, que será difícil convencer a todo el mundo de los resultados del trabajo policial. Por el momento, el impacto en Argentina ha sido importante y contrasta con la poca importancia que le ha dado el Gobierno Nacional.

La oposición visceral al presidente Chávez ha escandalizado con la ocurrencia de este hecho delictivo, lo cual era esperable y nadie debe molestarse con la campaña asumida, cuyo interés no es saber la verdad sino construir una verdad particular contra el Gobierno. Otro tanto ha ocurrido en la Argentina, pues los opositores del Presidente actual no iban a perder esta oportunidad en fecha cercana a un proceso electoral, donde la candidata a Presidenta es nada menos que la esposa del actual mandatario. Ocurriría lo mismo en cualquier país donde se produjera una situación similar, que da lugar a la elaboración de las más retorcidas hipótesis.

Luego, es el Gobierno del presidente Chávez, quien debería estar interesado en aclarar las cosas, no porque le pueda acarrear algún daño político, que no lo creo dado el respaldo que el Presidente tiene en la población, sino porque éste es un gobierno revolucionario, que tiene entre sus metas eliminar la corrupción, más si está ligada a la petrolera del Estado y a altos funcionarios gubernamentales. No me convence Rafael Ramírez, Presidente de PDVSA, con su desden hacia el caso. Es el hijo de un vicepresidente o, en todo caso, de un muy alto funcionario de la industria, con poderes desde hace mucho tiempo, pues ha sobre vivido a los cambios ocurridos en un largo período, situado al lado del propio Ramírez, quien tramita “la colita” en el avión al empresario Antonini.

Si llevaban dólares era porque tenían “arreglada” su entrada a través de la aduana argentina. Nadie se lleva una suma de ese tamaño para ver si la logra pasar. Luego, se trata de un delito planificado, relacionado con las altas esferas de PDVSA, que no se puede despachar acusando de perversa a la oposición. La oposición es perversa, eso lo sabemos, pero, a menos que demostremos que fue ella la que metió la maleta con los dólares en el avión, hay otros responsables en primer término: Quienes dieron motivos para el escándalo armado. A ésos hay que desenmascararlos y condenarlos por corruptos y por trabajar eficientemente contra el gobierno. Debe investigarse y sancionarse a los responsables. Basta ya de impunidades.

Fuente: El Informador, 20-8-2007, Barquisimeto.