¡No al becerro de oro!
25/08/2007
- Opinión
Hemos tenido conocimiento que una Comisión de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado de la Universidad de Panamá, se hizo presente en Coclesito, Corregimiento de San José del General, Distrito de Donoso, Provincia de Colón, el pasado 6 y 7 de julio, para –a solicitud de los/as campesinos/as- tomar muestras de agua de los ríos Molejón y Turbe con la finalidad determinar si la misma tiene niveles de contaminación, ya que en esa área se desarrolla el proyecto minero de Cerro Petaquilla.
La noche del 7 de julio se convocó a una reunión informativa en la Casa Cural, en la que participaron, además de los miembros de la citada Comisión, algunos dirigentes del Comité pro Cierre de Petaquilla y moradores del lugar, pertenecientes todos a la Coordinadora Campesina por la Vida. En momentos en que se desarrollaba la reunión, a eso de las 8:00 p.m., un individuo desconocido, penetró a la residencia del sacerdote y lanzó violentamente una roca a la espalda del periodista Blas Julio, quien lanzó alaridos de dolor, rodando por el suelo. La roca impactó un par de pulgadas debajo del cerebro.
Posteriormente, nos enteramos a través de la prensa escrita, que la Coordinadora Campesina por la Vida que hizo una protesta en la iglesia de la localidad arriba mencionada, fue rechazada por el Obispo de Colón y Kuna Yala, Eudilio Aguilar, con el argumento de que la iglesia no es lugar para protestar.
La agresiva explotación de minerales metálicos en los países pobres responde a la política económica llamada neoliberalismo, según la cual, lo que importa es la generación de riqueza sin importar a dónde va a parar esta riqueza ni qué impacto tiene en las poblaciones humanas ni en la naturaleza. Esto lo reconoció el Obispo de Veraguas, Monseñor Oscar Brown, el 10 de febrero de 1,998 en reunión sostenida con miembros del Frente Nacional de Lucha por la Vida y Contra la Minería (FRENALVCOMI). El Obispo Brown entre otras cosas, dijo en aquella ocasión: "Cuenten con el apoyo de la Iglesia, ella está por la defensa de la vida y al lado de los más necesitados". También dijo: "No somos enemigos del progreso ni del desarrollo que tiene como centro al ser humano". Por su parte, el entonces Obispo de Azuero, Monseñor José Luís Lacunza, en carta enviada el 15 de julio de 1,997 al entonces Ministro de Comercio e Industrias, Raúl Arango G., con relación al proyecto minero de Cerro Quema, en la Provincia de Los Santos, citó el caso de la Mina "Santa Rosa", de Cañazas de Veraguas, diciendo lo siguiente: "La experiencia de la mina \'Santa Rosa\' de Cañazas no deja buen sabor de boca en quienes conocen de cerca el proyecto".
Monseñor Aguilar, párroco de Cañazas cuando se explotaba la mina, conoció los daños a la salud y al ambiente dejados allá por la minera, y nosotros conocimos su actitud de benevolencia y complicidad con ese proyecto de muerte.
La noche del 7 de julio se convocó a una reunión informativa en la Casa Cural, en la que participaron, además de los miembros de la citada Comisión, algunos dirigentes del Comité pro Cierre de Petaquilla y moradores del lugar, pertenecientes todos a la Coordinadora Campesina por la Vida. En momentos en que se desarrollaba la reunión, a eso de las 8:00 p.m., un individuo desconocido, penetró a la residencia del sacerdote y lanzó violentamente una roca a la espalda del periodista Blas Julio, quien lanzó alaridos de dolor, rodando por el suelo. La roca impactó un par de pulgadas debajo del cerebro.
Posteriormente, nos enteramos a través de la prensa escrita, que la Coordinadora Campesina por la Vida que hizo una protesta en la iglesia de la localidad arriba mencionada, fue rechazada por el Obispo de Colón y Kuna Yala, Eudilio Aguilar, con el argumento de que la iglesia no es lugar para protestar.
La agresiva explotación de minerales metálicos en los países pobres responde a la política económica llamada neoliberalismo, según la cual, lo que importa es la generación de riqueza sin importar a dónde va a parar esta riqueza ni qué impacto tiene en las poblaciones humanas ni en la naturaleza. Esto lo reconoció el Obispo de Veraguas, Monseñor Oscar Brown, el 10 de febrero de 1,998 en reunión sostenida con miembros del Frente Nacional de Lucha por la Vida y Contra la Minería (FRENALVCOMI). El Obispo Brown entre otras cosas, dijo en aquella ocasión: "Cuenten con el apoyo de la Iglesia, ella está por la defensa de la vida y al lado de los más necesitados". También dijo: "No somos enemigos del progreso ni del desarrollo que tiene como centro al ser humano". Por su parte, el entonces Obispo de Azuero, Monseñor José Luís Lacunza, en carta enviada el 15 de julio de 1,997 al entonces Ministro de Comercio e Industrias, Raúl Arango G., con relación al proyecto minero de Cerro Quema, en la Provincia de Los Santos, citó el caso de la Mina "Santa Rosa", de Cañazas de Veraguas, diciendo lo siguiente: "La experiencia de la mina \'Santa Rosa\' de Cañazas no deja buen sabor de boca en quienes conocen de cerca el proyecto".
Monseñor Aguilar, párroco de Cañazas cuando se explotaba la mina, conoció los daños a la salud y al ambiente dejados allá por la minera, y nosotros conocimos su actitud de benevolencia y complicidad con ese proyecto de muerte.
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