A pesar del dicho del secretario de Gobernación, Carlos Abazcal Carranza de que hubo saldo blanco durante la ocupación del centro histórico de la ciudad de Oaxaca, capital del sureño estado del mismo nombre, por fuerzas policíacas federales, la realidad es que dos personas fueron muertas, algunos medios informan de tres, además de 22 heridos y más de cincuenta detenidos.

Todo ocurrió de acuerdo a una decisión controvertida del presidente, Vicente Fox Quesada, que unos aplauden y la mayoría califica de verdadera represión. Las voces de los miembros de Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, en síntesis, aseguran que es intolerable e inconcebible que por medio de la fuerza pública se quiera sostener en el poder al repudiado desgobernador de la entidad, Ulises Ruiz Ortiz. La verdad es que la ciudad, efectivamente, fue tomada sin embargo la crisis no sólo continúa sino que se ha agudizado.

Otro análisis del que se desprende una actitud de verdadera sumisión al Gobierno de Estados Unidos, es la que indica que el gobierno de Vicente Fox Quesada no actuó como represor sino hasta que oyó las críticas del embajador de la gran potencia, Tony Garza, a raíz del asesinato por manos de esquiroles del reportero neoyorquino, Bradley Rolland Will

Expliquémonos porqué sostenemos que a pesar de la acción represora de la fuerza pública federal, persiste la crisis y la misma se ha agudizado no sólo en la entidad sureña sino en todo el país. Después de que el Poder Legislativo se marginó del conflicto con una decisión timorata, nos referimos a la del Senado de la República que no quiso desaparecer los poderes en Oaxaca, aunque tiene facultades para ello, ahora ante el agravamiento del conflicto recurre a un miserable e indebido exhorto.

Por unanimidad, el Senado de la República solicitó al gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, que "considere separarse del cargo para contribuir al establecimiento de la gobernabilidad, el orden jurídico y la paz en la entidad".

Horas antes, un punto de acuerdo similar fue votado por unanimidad en la Cámara de Diputados, por el cual también se hizo un exhorto al desgobernador en el mismo sentido por todas las fracciones, con excepción, obviamente de la del Partido Revolucionario Institucional. En cambio, es de hacerse notas que el punto de acuerdo del Senado contó con el voto a favor del tricolor.

Para compensar dicho acuerdo de igual manera, el pleno senatorial hizo exhortos tanto a la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca la APPO, a liberar la capital de la entidad, como al magisterio a cumplir los acuerdos firmados con el Gobierno federal para que se reanuden ya las clases en la entidad.

Sin embargo el desgobernador, Ulises Ruiz Ortiz sigue montado en su macho. En menos de dos horas de conocerse el punto de acuerdo de la Cámara de Diputados que los exhorta a pedir permiso o renunciar al cargo, interpuso una controversia constitucional contra esa medida.

Su abogado Marco Tulio Ruiz, y a la vez representante legal del gobierno de Oaxaca, interpuso en la Oficialía de Partes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el recurso de desahogo, que de ser admitido llevaría meses su resolución.

Todo los anterior, se desprende en conclusión, que el Gobierno federal sólo actúa cuando grita Washington; que el PRI y su desgobernador, Ulises Ruiz no están dispuestos a ceder la plaza, y que a pesar de la toma del centro histórico de la ciudad de Oaxaca, con todo y muertos, heridos y detenidos no sólo persiste la crisis sino que la misma se ha agudizado y se percibe, que de no solucionarse, abarcará el entorno nacional.