Porque seguramente no se habrá repuesto del accidente de aquella noche de "farra", plena de tango y vino tinto, el ex ministro del Ambiente y promotor del TLC, René Castro, lanzó ocurrencias a diestra y siniestra en el debate de la semana pasada.

La viceministra, Amparo Pacheco, casi se ahoga en medio programa por la angustia que le provocaba el comportamiento del "sublíder" del Sí (a la entrega) del cual quizá ella esperaba la iría a sacar del enredo en que la metió su jefe, Marco Vinicio, quien le ordenó debatir sobre un tema que, ¡a profundidad!, mostró desconocer.

Aunque René tuvo muchos deslices, cuando la sacó del estadio fue cuando propuso resolver los problemas hacendarios de Costa Rica exportando agua a Estados Unidos. "¡Podemos obtener más divisas que con la exportación de piña, melón, café, banano y los ingresos del turismo!", dijo más o menos. ¡Y hasta parecía serio!

Esa propuesta la basó en el desconocimiento a veces exhibido por los que otras veces han propuesto recoger el agua de las inundaciones del Caribe para trasladarla a la sedienta Guanacaste, pero inaceptable en un prominente "ambientalista".

Según Castro, un estudio demuestra que hay mucha agua en el subsuelo del país y que a un precio de agua embotellada se podría exportar, quizá por la Coca Cola, la Pepsi, Fifco, Nestlé y otras empresas de calidad, sin hacer peligrar el abastecimiento del pueblo costarricense. Eso sí, se olvidó tomar en cuenta que más de 1 millón de costarricenses no reciben agua potable, que el AyA planea gigantescas inversiones para salvarnos de la escasez que se vislumbra, que mucha del agua se pierde por escorrentía y por evaporación, que se está contaminando cada día más con nitratos y compuestos orgánicos volátiles, aparte de que su abastecimiento se ve amenazado peligrosamente en vista de que "nos estamos bebiendo los acuíferos del Valle Central", sin darles oportunidad de recargarse. Todo ello sin tomar en cuenta las pérdidas por fugas en las cañerías y que no se conoce siquiera el tamaño real de los acuíferos y su nivel de aprovechamiento. El "NEGOCIO DEL SIGLO"… pero no para los costarricenses.

Este ex ministro del Ambiente que SE OPUSO a la aprobación y posterior puesta en vigencia de la Ley Orgánica del Ambiente, propone exportar, amparado en el TLC, el agua para saciar la sed de 100 millones de estadounidenses del sur y el oeste del país, que tienen el más alto consumo de agua del mundo. Nos imaginamos a don Ricardo Sancho avergonzado de escuchar tal disparate en momentos en que el AyA planea revertir con inversiones millonarias la tendencia de absoluto abandono gubernamental sobre tan vital sector.

También olvidó referirse durante el debate a que si él y Figueres no hubieran derogado TODOS los requisitos ambientales que habría tenido que cumplir la petrolera HARKEN PARA OPTAR por la firma del contrato que suscribiera eventualmente con Miguel Ángel y Elizabeth Odio, no estaría el Estado costarricense sufriendo la amenaza de demanda que por $55 mil millones ha estimado Harken que tenemos que pagarle por haberse rechazado su estudio de impacto ambiental, decreto que por cierto sigue vigente y que don René, antes y después del memorable choque, no ha podido justificar.

En fin, ese era el personaje "del vaso medio lleno o medio vacío" (analogía que le gusta mucho) que llegó a un debate sobre el importante tema del ambiente, casi exclusivamente amparado en un cuestionado documento de la Sala IV, con la figura de la carreta y arrastrando una botella de agua (¿?) para convencernos de los "beneficios" del TLC.

¡Cuánto gozó con él José María Villalta! Siempre serio, informado, contundente y, además, estimulado por la presencia, ¡gratísima presencia!, de esa gran luchadora del pueblo, Pilar Ureña, quien con la sencillez propia de los seres dignos le habló a su pueblo en su idioma, recordándole que votar por el No el 7 de octubre es votar por la vida, la solidaridad y el bienestar del pueblo costarricense.

- Freddy Pacheco es catedrático de la Universidad Nacional de Costa Rica.