El neofascismo contraataca
Plan para tumbar al indio
06/09/2007
- Opinión
Evo Morales denunció la difusión de panfletos que llaman a derrocar su gobierno sustentados en razones racistas. La derecha ultraconservadora muestra su faceta más repugnante y se cae la mentira de la autonomía y la capitalidad del país.
Tan sencillo como simple: hay que derrocar a Evo Morales porque es indio. Ese es el argumento esgrimido por la derecha fascistoide de Bolivia, más que cualquier argumento a favor de mayor autonomía o relacionados con la capitalidad del país. Y, además, es un indio que lleva adelante una política favorable a los intereses nacionales pero opuesta a los intereses de facción.
El presidente de ese país denunció ayer que circulan en Santa Cruz y Sucre panfletos bajo el título “Plan para tumbar al indio de mierda (sic)” con el objetivo de defenestrarlo de la Primera Magistratura de la nación mediterránea. Con estos papeles en su mano, el líder del Movimiento al Socialismo (MAS) dijo que "he visto panfletos en Santa Cruz, en Sucre que dicen: ´Plan para tumbar al indio de mierda`, es el plan que tienen, qué autonomía, qué capitalía, el problema es cómo no garantizar el proceso de cambio, cómo no garantizar la nacionalización".
Según informó ayer la Agencia Boliviana de Información, Morales explicó que “con sinceridad no quiero leer esto, porque algunas compañeras, de seguro, les haría llorar lo que piensan de nosotros”, en referencia al contenido de los panfletos racistas.
El jefe de Estado señaló que esta manifestación de discriminación racista no es la primera, y recordó que cuando era dirigente sindical en el Chapare (Cochabamba), y se compró, con aportes de los afiliados un teléfono celular y de inmediato surgieron las críticas.
"Un analista de Santa Cruz en un periódico escribe un editorial. Un pelado tapado con hoja de coca (entre las piernas) panzón con plumas, medio chascoso (melenudo), en donde se titula ‘Indio Rebelde’, lees el periódico y termina diciendo: ‘a este indio hay que matarlo’, imagínense el desprecio y la discriminación que nos tienen", expresó Morales.
En ese contexto, el presidente señaló que esta es una lucha ideológica y cultural por parte de "esos grupos que no quieren perder sus privilegios y van a protestar". Y recordó que en una oportunidad representantes de los Estados Unidos lo denunciaban de narcotraficante, de narcococalero, incluso lo llegaron a denominar el Bin Laden andino y los cocaleros sus talibanes.
Las denuncias del presidente boliviano se dieron luego de que la Asamblea Constituyente instalada en Sucre fuera atacada en la madrugada del jueves con bombas molotov. Los instigadores fueron alumnos universitarios de ala radical, vinculados a la violenta Juventud Cruceñista, grupo que causó desmanes la semana pasada en numerosas localidades del país.
Con motivo del ataque, la Asamblea debió ser levantada por "falta de garantías" para sesionar en paz.
Evo Morales asumió la presidencia de Bolivia el 22 de enero de 2006, cargo al que arribó tras obtener el 53,74 por ciento de los votos. Su política se basa en la recuperación de los recursos naturales por parte del Estado, a la vez que una Asamblea se encuentra en proceso de reformar la Constitución nacional.
Al perder la posibilidad de manejar el Poder Ejecutivo, la derecha oligárquica, xenófoba, racista y ultraconservadora recurrió a distintos argumentos para sabotear a la administración del MAS. Pero poco a poco se desplegó el velo a tanta maquinación discursiva, y en estos días se pone en evidencia la verdadera razón de tanta oposición.
Los argumentos utilizados oscilaron entre el pedido de mayor autonomía para los departamentos y la capitalidad de la república, pero a medida que pasaba el tiempo, se puso en evidencia que existía un trasfondo de una repudiable mistura entre racismo, clasismo e indiofobia, en relación directa con los intereses económicos históricos que el primer presidente indio de un país donde la mayoría de la población pertenece a esta etnia ha afectado.
En ese sentido, el Jefe de Estado manifestó que ahora se está creando mayor conciencia dentro del pueblo boliviano que va a combatir de forma democrática y en unidad contra la discriminación.
Evo aseguró que pese a que existan grupos oligárquicos que buscan el fracaso de la Asamblea Constituyente, el movimiento indígena persistirá en la búsqueda de una constitución, donde se consolide un estado unitario, donde no exista la discriminación ni la explotación “y todos vivamos en igualdad y justicia”.
En ese marco, señaló que la incorporación del Estado Plurinacional en la nueva Constitución representa la recuperación de la identidad, la cultura y además de los recursos naturales. "El estado plurinacional representa la unidad, la integridad del país y continuaremos apoyando en la Constituyente", aseguró Morales.
Sin embargo, el mandatario admitió que todavía es difícil erradicar el racismo, porque aún en la misma ciudad de Sucre, la gente que es de pollera no pueda alojarse a un hotel. Al respecto, dijo que en una ocasión tensa que vivía la Asamblea Constituyente, la presidenta de este foro, Silvia Lazarte, fue insultada y tildada de "chola ignorante".
No obstante, cerró su alocución con un mensaje de esperanza. "No tengamos miedo, yo estoy visitando todo el país y siento en el lugar que llego, que este proceso de cambio nadie lo frena", finalizó el indio al que hay que tumbar.
Aunque es repudiable el racismo y la xenofobia, es bueno que cada sector muestre su verdadero rostro, así tenemos la oportunidad oler cómo apesta el enemigo.
Tan sencillo como simple: hay que derrocar a Evo Morales porque es indio. Ese es el argumento esgrimido por la derecha fascistoide de Bolivia, más que cualquier argumento a favor de mayor autonomía o relacionados con la capitalidad del país. Y, además, es un indio que lleva adelante una política favorable a los intereses nacionales pero opuesta a los intereses de facción.
El presidente de ese país denunció ayer que circulan en Santa Cruz y Sucre panfletos bajo el título “Plan para tumbar al indio de mierda (sic)” con el objetivo de defenestrarlo de la Primera Magistratura de la nación mediterránea. Con estos papeles en su mano, el líder del Movimiento al Socialismo (MAS) dijo que "he visto panfletos en Santa Cruz, en Sucre que dicen: ´Plan para tumbar al indio de mierda`, es el plan que tienen, qué autonomía, qué capitalía, el problema es cómo no garantizar el proceso de cambio, cómo no garantizar la nacionalización".
Según informó ayer la Agencia Boliviana de Información, Morales explicó que “con sinceridad no quiero leer esto, porque algunas compañeras, de seguro, les haría llorar lo que piensan de nosotros”, en referencia al contenido de los panfletos racistas.
El jefe de Estado señaló que esta manifestación de discriminación racista no es la primera, y recordó que cuando era dirigente sindical en el Chapare (Cochabamba), y se compró, con aportes de los afiliados un teléfono celular y de inmediato surgieron las críticas.
"Un analista de Santa Cruz en un periódico escribe un editorial. Un pelado tapado con hoja de coca (entre las piernas) panzón con plumas, medio chascoso (melenudo), en donde se titula ‘Indio Rebelde’, lees el periódico y termina diciendo: ‘a este indio hay que matarlo’, imagínense el desprecio y la discriminación que nos tienen", expresó Morales.
En ese contexto, el presidente señaló que esta es una lucha ideológica y cultural por parte de "esos grupos que no quieren perder sus privilegios y van a protestar". Y recordó que en una oportunidad representantes de los Estados Unidos lo denunciaban de narcotraficante, de narcococalero, incluso lo llegaron a denominar el Bin Laden andino y los cocaleros sus talibanes.
Las denuncias del presidente boliviano se dieron luego de que la Asamblea Constituyente instalada en Sucre fuera atacada en la madrugada del jueves con bombas molotov. Los instigadores fueron alumnos universitarios de ala radical, vinculados a la violenta Juventud Cruceñista, grupo que causó desmanes la semana pasada en numerosas localidades del país.
Con motivo del ataque, la Asamblea debió ser levantada por "falta de garantías" para sesionar en paz.
Evo Morales asumió la presidencia de Bolivia el 22 de enero de 2006, cargo al que arribó tras obtener el 53,74 por ciento de los votos. Su política se basa en la recuperación de los recursos naturales por parte del Estado, a la vez que una Asamblea se encuentra en proceso de reformar la Constitución nacional.
Al perder la posibilidad de manejar el Poder Ejecutivo, la derecha oligárquica, xenófoba, racista y ultraconservadora recurrió a distintos argumentos para sabotear a la administración del MAS. Pero poco a poco se desplegó el velo a tanta maquinación discursiva, y en estos días se pone en evidencia la verdadera razón de tanta oposición.
Los argumentos utilizados oscilaron entre el pedido de mayor autonomía para los departamentos y la capitalidad de la república, pero a medida que pasaba el tiempo, se puso en evidencia que existía un trasfondo de una repudiable mistura entre racismo, clasismo e indiofobia, en relación directa con los intereses económicos históricos que el primer presidente indio de un país donde la mayoría de la población pertenece a esta etnia ha afectado.
En ese sentido, el Jefe de Estado manifestó que ahora se está creando mayor conciencia dentro del pueblo boliviano que va a combatir de forma democrática y en unidad contra la discriminación.
Evo aseguró que pese a que existan grupos oligárquicos que buscan el fracaso de la Asamblea Constituyente, el movimiento indígena persistirá en la búsqueda de una constitución, donde se consolide un estado unitario, donde no exista la discriminación ni la explotación “y todos vivamos en igualdad y justicia”.
En ese marco, señaló que la incorporación del Estado Plurinacional en la nueva Constitución representa la recuperación de la identidad, la cultura y además de los recursos naturales. "El estado plurinacional representa la unidad, la integridad del país y continuaremos apoyando en la Constituyente", aseguró Morales.
Sin embargo, el mandatario admitió que todavía es difícil erradicar el racismo, porque aún en la misma ciudad de Sucre, la gente que es de pollera no pueda alojarse a un hotel. Al respecto, dijo que en una ocasión tensa que vivía la Asamblea Constituyente, la presidenta de este foro, Silvia Lazarte, fue insultada y tildada de "chola ignorante".
No obstante, cerró su alocución con un mensaje de esperanza. "No tengamos miedo, yo estoy visitando todo el país y siento en el lugar que llego, que este proceso de cambio nadie lo frena", finalizó el indio al que hay que tumbar.
Aunque es repudiable el racismo y la xenofobia, es bueno que cada sector muestre su verdadero rostro, así tenemos la oportunidad oler cómo apesta el enemigo.
Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina
http://www.prensamercosur.com.ar
https://www.alainet.org/es/active/19491?language=en
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