Prevalece la impunidad. El gobierno en evidencia
02/06/2002
- Opinión
La llegada a Guatemala de la señora Hina Jilani, Representante del
Secretario General de Naciones Unidas en materia de derechos humanos
significó para los miembros del movimiento en defensa de estas
garantías, un aliciente a su lucha y pone de manifiesto ante la
comunidad internacional, la responsabilidad oficial en las
violaciones a estas garantías.
Esta semana, tanto funcionarios de gobierno como dirigentes sociales,
se reunieron con la señora Jilani con distintos propósitos. Según el
vocero de la presidencia, periodista Byron Barrera, que en el pasado
compartió las reivindicaciones sociales, la señora Jilani vino a
"constatar el impulso del respeto a los derechos humanos".
Resulta obvio que la misión encomendada no era precisamente la que
señaló el funcionario del gobierno eferregista, sino más bien obedece
a una preocupación, cada vez mas manifiesta, de la comunidad
internacional, por la inseguridad que prevalece en este país
centroamericano.
El tema de la visita era buscar una mejor protección a los activistas
de derechos humanos, quienes han reportado mas de 155 hechos que
amenazan su vida e integridad física.
Los activistas entregaron a la delegada un informe con los elementos
que limitan y obstaculizan el pleno ejercicio de la defensa de los
derechos humanos en Guatemala y la situación de los defensores de
estos derechos.
El documento detalla las características de las amenazas, el aumento
de los ataques, los patrones que los caracterizan, así como el
asesinato del Contador de la Fundación Rigoberta Menchú cifras y
otros datos que evidencian el ciclo de agravamiento de la situación
de seguridad.
Entre los patrones de ataques a los defensores y sus organizaciones
citan las campañas de deslegitimación y difamación por parte de altos
funcionarios y del Congreso, aviso a la persona que está bajo
control, a través de amenazas escritas, telefónicas o personales, el
seguimiento, la vigilancia, el control telefónico y el espionaje para
provocar miedo e inmovilizar.
De igual manera hay un entorpecimiento de las acciones que se hacen a
través del allanamiento o ataques a la vida, secuestros, golpes,
desaparición forzada y asesinatos demás de la fase de encubrimiento
que consiste en desaparecer evidencias y generar condiciones para la
impunidad.
En las distintas reuniones, los dirigentes presentaron casos
emblemáticos que demuestran estos hechos y señalaron directamente al
estado como el responsable de lo que ocurre a los defensores, por su
complacencia y falta de accionar para brindar seguridad, investigar y
procesar a los responsables, lo que favorece el clima de impunidad
prevaleciente.
A pesar de que el gobierno ha reconocido, a través de la Secretaría
de Análisis Estratégico, la existencia de grupos clandestinos como
estructura paralela, no ha tomado ninguna medida efectiva para
disolver a esos grupos que atentan contra el régimen democrático y
contra el proceso de paz.
Finalmente, las organizaciones expusieron en su análisis que es
notoria la relación existente entre la mayor parte de ataque e
intimidaciones a defensores de derechos humanos y sus acciones en
torno a buscar la verdad del pasado, así como la justicia en casos
que involucran militares y funcionarios de gobierno, la dignificación
de las víctimas en el caso de las exhumaciones y acciones hacia la
reconciliación.
Jilani expresó su preocupación por el clima de impunidad y la falta
de voluntad política del gobierno para cumplir con los acuerdos de
paz, así como por las amenazas generalizadas contra activistas de
derechos humanos, todo lo cual repercute en el sistema de justicia.
Fue enfática en señalar la responsabilidad del gobierno en garantizar
la vida de los defensores de los derechos humanos, de los dirigentes
de la iglesia, trabajadores y campesinos.
La enviada del Secretario de Naciones Unidas criticó las asignaciones
presupuestarias que dejan sin recursos a la Procuraduría de Derechos
Humanos y al Organismo Judicial, entidades fundamentales para la
promoción de estos derechos.
Según la información oficial, el mandato de la representante de la
ONU es recabar y recibir información, analizar las violaciones a los
derechos y la defensa de la vida y seguridad física de las personas
en riesgo, así como recomendar estrategias eficaces para la
protección.
La experta presentará un Informe la Comisión de Derechos Humanos con
ocasión de su 59 período de sesiones, el que se constituirá en una
prueba más del retroceso que ha significado para Guatemala la llegada
al poder de un gobierno, cuyos dirigentes y militantes han sido
señalados de ser los principales violadores de las garantías
constitucionales.
La población guatemalteca espera que la comunidad internacional exija
al gobierno se respeten los derechos de los ciudadanos, que se
investigue, procese y castigue a los responsables de las violaciones
a las garantías constitucionales, que se ponga fin a la impunidad y
que se cumplan los acuerdos de paz. Esta es la expectativa sobre la
visita de la señora Jilani.
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