Reconstitución del caso Horman en el Estadio Nacional abre la cancha para
investigar qué paso en el mayor campo de concentración chileno
“El olvido está lleno de memoria”. Con esta frase del escritor uruguayo Eduardo
Galeano, Fabiola Letelier, la abogada querellante en el caso del periodista
norteamericano Charles Horman, asesinado en el Estadio Nacional tras el golpe de
Estado del 11 de septiembre de 1973, grafica el camino que se ha abierto con las
dos reconstituciones de escena realizadas por el juez Juan Guzmán Tapia para
saber qué pasó en su interior durante los tres meses que funcionó como centro de
detención, tortura y fusilamiento.
A 27 años del crimen, por primera vez un juez pisó la cancha del principal
coliseo deportivo chileno para investigar las circunstancias aún no determinadas
de la muerte del profesional que hasta la fecha oficial de su desaparición -17
de septiembre de 1973- participaba junto a otros estadounidenses en la Fuente de
Investigación Norteamericana (FIN), un grupo simpatizante del gobierno
constitucional de Salvador Allende Gossens.
Asimismo, es la primera indagación judicial sobre el destino de uno de los 8 mil
detenidos que pasaron por el recinto entre septiembre y noviembre del 1973.
Según estableció en 1991 el gobierno de Patricio Aylwin en el Informe de la
comisión de “Verdad y Reconciliación”, 46 personas fueron ejecutadas en el más
importante campo de concentración de la dictadura.
Durante el pasado 14 y 15 de mayo, la abogada Letelier acompañó paso a paso
todas las diligencias ordenadas por el juez Guzmán -el mismo magistrado que
mantiene activas alrededor de 120 causas en las que el ex general Augusto
Pinochet figura como el principal inculpado-, entre ellas, la simulación de
ejecuciones realizadas por alrededor de 40 alumnos de la policía civil.
Asimismo, escuchó los testimonios entregados tanto por el cientista político
amigo de Horman, Adam Schesch, detenido durante ocho días el estadio y quien
viajó exclusivamente a Chile para la reconstitución, como por el ex cónsul
norteamericano Frederick Pudry, quien al finalizar la diligencia le respondió
molesto a un periodista local que le preguntó si declaraba en calidad de
inculpado: “I’ll beat the fucking shit out of you”.
Este último personaje es clave en el proceso, porque según sus palabras, visitó
en su oportunidad el Estadio Nacional para realizar gestiones en favor de los
detenidos. Sin embargo, los integrantes del grupo FIN culpan a su embajada de lo
sucedido a Horman y al también norteamericano Frank Peruggi.
También ayudaron en la histórica reconstitución los recuerdos de dos ciudadanos
chilenos que estuvieron detenidos en el recinto, entre ellos Guillermo Torres,
presidente del Colegio de Periodistas.
Durante la diligencia, Letelier contó que junto al líder gremial tomaron
conciencia de la magnitud de los hechos. Por ejemplo, Torres formaba parte de un
grupo de 600 detenidos de la ex Universidad Técnica del Estado (UTE), el mismo
plantel donde trabajaba Víctor Jara. Del total, unos 30 eran periodistas. Según
la palabra del ministro del Interior de la época, el general de Ejército Oscar
Bonilla, los profesionales serían liberados a la brevedad. Sin embargo, eso no
fue así. Por el contrario, la mayoría continuó detenido, y más tarde enviados al
campo de concentración de Chacabuco.
“Oyendo los testimonios de los chilenos y el norteamericano, uno toma conciencia
no solamente de lo que sufrieron los detenidos y torturados, sino de lo que
sufrió la familia buscando a sus seres queridos”, puntualiza Letelier.
La revisión de la primera etapa del “poder total” de la junta militar permite
asegurar, a juicio de Letelier, que la eliminación de partidarios del gobierno
de la Unidad Popular fue una política sistemática del Estado.
Valora acuciosidad del juez Guzmán
Para la abogada de Joyce Horman, viuda del periodista, la reciente
reconstitución de escena forma parte de los grandes avances que en materia
judicial se han producido en Chile tras la detención del ex dictador en The
London Clinic el 16 de octubre de 1998.
La investigación del caso Horman, asegura, está abriendo un camino para
descubrir la verdad de lo ocurrido en el Estadio Nacional. Y aunque considera
que la verdad ha ganado espacio en la sociedad chilena, todavía la justicia está
limitada.
“Verdad y justicia tienen que ir unidas para que nunca más ocurra algo similar”,
sentencia.
La abogada querellante valora la acuciosidad del juez Guzmán, quien para
investigar los delitos de asesinato, inhumación y exhumación ilegal, está
reconstruyendo el funcionamiento del recinto, las rutinas de los prisioneros y
las denuncias de torturas y fusilamientos.
“Como dice Galeano “el olvido está lleno de memoria”. Cada uno de los abogados
que luchamos por el imperio de la verdad y la justicia, estamos reconstruyendo
esa verdad que es patrimonio de un pueblo, la cual tiene un enorme valor ético y
moral para que nunca más vuelva a ocurrir, no solamente en Chile, sino que en
ningún país de América Latina y ojalá del mundo, hechos tan graves para la
dignidad y vida de las personas”.
En Nueva York se recordó a Horman y a “Missing”
El mismo segundo día de la reconstrucción de escena en Chile, se realizó un acto
en Nueva York para celebrar lo que habría sido el cumpleaños número 60 del
periodista y los veinte años del estreno de la película “Missing” de Constantin
Costa-Gravas, obra inspirada en el caso.
El famoso Estudio 54 en Manhattan fue el lugar en el que se dieron cita los
actores que participaron en la cinta, activistas de derechos humanos y
familiares de Charles Horman. Durante la actividad, incluso el embajador chileno
ante las Naciones Unidas, Juan Gabriel Valdés, entregó un premio póstumo a Jack
Lemmon, quien representó al padre de Horman.
Por Manuel Torres A. / Foro Ciudadano