Asfaddes: “Colombia no está buscando a los desaparecidos”
- Opinión
Medellín
“Si bien se han hecho una cantidad de exhumaciones, se han encontrado muchos cuerpos y se han hecho identificaciones iniciales; también es cierto que son muy pocos los cuerpos identificados plenamente y, en el caso de Asfaddes, ninguno de las 9.000 personas registradas en nuestra base de datos hasta el 2004 ha sido encontrada”, expresa, de manera categórica, Gloria Gómez, coordinadora nacional de la Asociación de Familiares de Detenidos y Desaparecidos (Asfaddes), lo que la lleva a concluir que “en Colombia no se está buscando a los desaparecidos”.
Esta activista de derechos humanos, que está al frente de una institución que lleva 25 años trabajando por la verdad, la justicia y la memoria de los desaparecidos forzados en Colombia, es consciente de la dureza de sus palabras, pero tiene fundamentos para afirmarlo, pues este delito es invisible a los ojos de la opinión pública, de ahí la poca solidaridad social y política que reciben.
“Quienes sentimos la ausencia de un ser querido nos solidarizamos con las familias de los secuestrados, y nos alegra mucho que la gente y la opinión publica esté apoyando a estos familiares. Pero asimismo quisiéramos que el Estado colombiano y la sociedad en general asumieran la desaparición forzada como una bandera, como un reto, que nos ayudara a saber qué pasó con nuestros seres queridos, quién se los llevo y por qué se los llevaron”, dijo Gómez, en entrevista con la Agencia de Prensa IPC.
Y justo esa solidaridad será la que reclamen el próximo jueves 6 de marzo, durante la movilización ciudadana a través de la cual se protestará por la desaparición forzada, el desplazamiento de campesinos, la existencia de fosas comunes, el paramilitarismo y los llamados crímenes de Estado.
Asfaddes promueve la participación ciudadana en esta marcha con la frase “Porque creemos que los familiares de las víctimas de desaparición forzada también merecen la solidaridad de la sociedad y la opinión pública en general”, pero su coordinadora nacional es consciente que ese día no se verán los ríos humanos apreciados el pasado 4 de febrero, día en que millones de colombianos marcharon en contra de las Farc, pero se obstina en creer el país vive un momento histórico para mover la conciencia de todo un país a favor de las otras víctimas del conflicto armado.
Sin embargo, el anhelo de que se visibilice este flagelo ante la opinión pública no está exento de temores, que antes que restarle fuerza, los incita a manifestarse: “Los miembros de Asfaddes tenemos miedo por lo que pueda pasar de ahí en adelante. La sociedad está muy polarizada y una voz contraria a la gubernamental es vista como extraña. Pero yo sí creo que el miedo bien administrado es un motor para seguir luchando”.
Es una necesidad
- No cree que fue apresurado convocar a una marcha contra los paramilitares y los llamados crímenes de Estado, a tan sólo un mes de la del 4 de febrero; queda la sensación de una actitud contestataria.
“Si bien es cierto que en Asfaddes nos pareció un poco apresurada la convocatoria, también creemos que es una necesidad que la sociedad colombiana se solidarice con las víctimas del paramilitarismo, pero sobre todo con las víctimas del terrorismo de Estado. Esta es una organización que aglutina a familiares de detenidos y desaparecidos y desde hace 25 años venimos luchando por verdad, justicia y memoria. Ha sido una lucha solitaria, invisible, y creemos que la opinión pública tiene que jugar un papel en este momento, pues no ha demostrado la solidaridad que realmente se necesita con esas víctimas”.
- El término terrorismo de Estado ha levantado “roncha” en algunos sectores gubernamentales y de la sociedad. ¿En Colombia se puede hablar de crímenes de Estado, cuáles son?
“¿Que es un crimen de Estado? Es aquel que cometen funcionarios y servidores públicos que, amparados en esa investidura, se extralimitan en sus funciones. Además, hay que decir que no sólo muchas de las desapariciones forzadas y las ejecuciones extrajudiciales son crímenes de Estado; también el hambre, el desempleo, la falta de calidad en la educación, los niños que mueren por desnutrición al año. ¿Por qué? Porque el Estado está en la obligación constitucional de otorgarnos esos derechos y no lo hace, pero eso no es publicitado por los medios masivos de comunicación. Aquí sólo existen los crímenes de la guerrilla”.
- ¿Cree entonces que debe haber más equilibrio?
“Somos conscientes que la insurgencia se ha extralimitado y que perdió el norte, pero partimos también de la base que el conflicto armado que vive Colombia tiene unos orígenes, tiene unas causas que no se visibilizan, sólo se muestran los crímenes de la insurgencia porque conviene al Estado. Y el Estado no va a mostrar los crímenes que ha cometido. El día que lo haga, y más que eso, lo reconozca, será el inicio de nuestra reparación”.
- En este sentido, el caso del Palacio de Justicia es ya un paradigma para ustedes...
“Este caso nos fortalece. Nos dolía la impunidad y la falta de seriedad del Estado frente a las víctimas del holocausto. Tuvieron que pasar 22 años, pero creo que es un avance importante y reconocemos la actitud del Fiscal General Mario Iguarán de querer asumir esta investigación. Y le digo algo: esas pruebas que hoy son tan contundentes no son nuevas. Desde el mismo momento en que se recuperó el Palacio se habló del video. Don Enrique Rodríguez decía que en ese video se veía a su hijo salir con vida, pero ningún estamento del Gobierno le creía. ¿Eso no es un crimen de Estado?”.
- Y en el caso de las exhumaciones de fosas comunes que actualmente adelanta la Fiscalía a través de la Unidad de Justicia y Paz, ¿no cree que eso ayudará a encontrar a sus seres queridos? ¿No será un pequeño alivio?
“Decir esto es muy duro, pero quien no ha vivido la desaparición forzada no sabe el sufrimiento que se siente, y yo no creo que encontrar unos huesos sea un descanso. Y seguimos insistiendo que si bien se han hecho una cantidad de exhumaciones, se han encontrado muchos cuerpos, se han hecho identificaciones iniciales, también es cierto que son muy pocos los cuerpos identificados plenamente y, en el caso de Asfaddes, ninguno de las 9.000 personas registradas en nuestra base de datos hasta el 2004 ha sido encontrada”.
- Eso hace pensar que están lejos de hallar la verdad sobre sus seres queridos...
“Esos cuerpos que se están sacando de las fosas comunes corresponden a víctimas que ya se sabían que estaban ahí, no estaban desaparecidos. Simplemente los paramilitares no permitían que se sacaran y ahora lo único que se hizo fue exhumarlos porque lo permitieron. Nosotros, como Asfaddes, estamos haciendo un seguimiento a las exhumaciones y cada tres meses estamos solicitándole información a la Unidad de Derechos Humanos y de Justicia y Paz de la Fiscalía, porque queremos demostrar que en Colombia no se está buscando a los desaparecidos, y mucho menos se están encontrando. Lo otro es que están sacando muchos cuerpos que no se pueden identificar porque corresponden a personas que murieron en confrontaciones armadas”.
- Por lo que acaba de mencionar, se podría decir que en Colombia hay más de 9 mil desaparecidos...
“Por ser tan atroz, tan aberrante, pero tan eficaz para los victimarios, hace que sea casi imposible tener un consolidado en números y la verdad es que Asffades es una organización que no le gusta manejar números, eso hace más insensible a la gente. No se trata de estadísticas, se trata de hombres, mujeres y niños, de seres humanos, y un desaparecido es igual de dramático en un país que se dice democrático, de Estado Social de Derecho, pues en Colombia no debería haber un solo desaparecido”.
- Algunos organismos como el Comité Internacional de la Cruz Roja (Cicr) hablan de 4 mil desaparecidos, la Fiscalía de 7 mil, la Vicepresidencia de la República de cerca de 2 mil y ustedes de 9 mil. ¿Por qué tanta disparidad en las cifras?
“Para nosotros no debería haber un consolidado, eso no lo vemos tan importante como para los medios, que todo lo resumen a una cifra; pero se olvidan que detrás de esa cifra existían hombres y mujeres llenos de sentimientos, que hacían que nuestras vidas fueran más felices y nos lo quitaron; queremos reivindicarlos y no manejar una cifra porque es imposible, pues en este momento en Colombia el silencio es una mordaza para los victimarios: para quienes denuncian sólo hay persecución, amenaza de asesinato, de desplazamiento, amenaza de ser desaparecido también.
- ¿Quiere decir que existe un subregistro enorme y que el flagelo de la desaparición forzada es más grave de lo que parece?
“Hay una gran número de familias en regiones como Casanare, Arauca, Guaviare y Cundinamarca que no quieren denunciar, porque quien denuncia se muere, entonces optan por el silencio, que se convierte en garantía de vida. Y es contradictorio, porque en estos 25 años hemos dicho que el silencio es cómplice de la impunidad, pero en estos momentos, para muchas familias en Colombia, el silencio es garantía de vida, por eso no hay consolidado. Sin embargo, Asfaddes tiene registros de 15 mil víctimas de desaparición forzada desde que se inició el registro de este delito. Sin embargo, Desde Medicina Legal se habla que sólo en el 2007 hubo más de 20 mil casos de N.N. Nosotros hablamos de 15 mil desaparecidos, sin estar todos registrados y sin contar los N.N. Yo sólo dejo eso ahí”.
- Por último, ¿cree que la marcha del 6 de marzo logrará sensibilizar a la sociedad frente a las víctimas de los paramilitares, de la desaparición forzada y de los crímenes de Estado?
“Nosotros desde Asfaddes creemos que es muy largo el camino y estamos convencidos de que, definitivamente, nosotros no vamos a tener pronto esa solidaridad o ese interés por parte de la sociedad. Pero llevamos 25 años insistiendo y los seguiremos haciendo”.
Agencia de Prensa IPC
Medellín, Colombia
www.ipc.org.co
Del mismo autor
- Más alianzas y traiciones, en la guerra de bandas del Bajo Cauca 24/11/2012
- Expectativa: inician los diálogos de paz 19/11/2012
- La paz debe incluir a todos los sectores 01/11/2012
- La guerra y sus alianzas en el Bajo Cauca 28/10/2012
- Para lograr equidad es necesaria otra economía 16/10/2012
- BACRIM en el Bajo Cauca: un pacto débil y parcial 25/09/2012
- En vísperas de la Audiencia contra “Don Berna” asaltan el IPC para robar información 02/09/2012
- La restitución requiere que se sostenga en el tiempo una sociedad campesina 07/02/2012
- Restituciones sin garantías de no repetición 22/11/2011
- En la educación necesitamos recuperar los sueños 17/11/2011