Ante agresión fascista de Uribe y el militarismo pro-imperialista colombiano
06/03/2008
- Opinión
De la Confederación de Trabajadores del Ecuador y de la Fuerza Socialista Bolivariana de Trabajadores:
A los trabajadores y los pueblos del Ecuador y Venezuela
A los trabajadores y el pueblo de Colombia.
A nuestros hermanas y hermanos de Latinoamérica y el mundo
A los gobiernos del Ecuador y Venezuela
Los recientes acontecimientos acaecidos en la frontera de Colombia con Ecuador, donde cae asesinado el Comandante Raúl Reyes, miembro del secretariado de la FARC-EP, son una muestra fehaciente del carácter belicista de la administración de Álvaro Uribe, que irrespetando la soberanía nacional del Ecuador, incursionó en su territorio para perpetrar uno de los más cuestionables hechos que ponen en peligro la vida, no solo de quienes están involucrados en esta guerra sino del pueblo colombiano y el de sus vecinos, Ecuador, Venezuela, Panamá y Brasil.
Pero estos hechos no son nuevos, la detención de Rodrigo Granda en la capital venezolana, la progresiva infiltración de agentes del DAS y paramilitares en las principales ciudades de Venezuela, los sistemáticos bombardeos y fumigaciones con glifosato a cultivos de supuesta droga en la frontera ecuatoriana, la existencia de cada vez mas desplazados por el conflicto interno colombiano, hacia las fronteras de Ecuador y Venezuela, reafirman el carácter belicista y agresor del gobierno de Álvaro Uribe, quien pasando por encima de los derechos humanos, del derecho internacional y de los convenios suscritos por nuestros países en materia de solución de conflictos, trata de justificar la mascare de la frontera con falaces argumentos de defensa propia o repuesta a una agresión, cuando los informes realizados por las Fuerzas Armadas Ecuatorianas y sus organismos de seguridad, demuestran que fue un ataque a sangre fría donde alevosamente bombardearon, con el apoyo operativo de “asesores” estadounidenses, un campamento, que ni era permanente ni albergaba ninguna intención de base de operaciones para agredir desde el territorio ecuatoriano a Colombia.
Estos sucesos, persistentes y reiterados por los gorilas que hoy gobiernan a Colombia, son el resultado del Plan Colombia y Plan Patriota, planes diseñados por el Pentágono, no para combatir el trafico de estupefacientes sino en el diseño de la administración norteamericana de convertir a Colombia en un nuevo Israel en América Latina.
Para nadie es un secreto que en el uso de sus facultades soberanas el Presidente Rafael Correa, rescindió el tratado que obligaba a la permanencia de tropas norteamericanas en Manta la cual deberá ser desalojada en el 2009, rescatando para Ecuador una parte importante de su territorio entregado por la oligarquía local al imperialismo para que este contara con una base segura para controlar y agredir a nuestros pueblos.
Tampoco es un secreto que el avance popular de este siglo XXI, donde Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, acompañando a Cuba, nos hemos dado a la tarea de forjar nuestro propio destino fuera de la dominación imperialista y en el marco de una integración regional, que reconoce nuestra debilidades y apuntala nuestras fortalezas.
Para la CTE y la FSBT, esta agresión perpetrada por las tropas colombianas no es más que un paso más para alejar la paz y para, desde la cínica postura de Uribe y sus secuaces, ejecutar las órdenes que desde el Pentágono dictan los cultores de la violencia y el genocidio.
Los trabajadores de Ecuador y Venezuela, no podemos estar al margen de este conflicto, por lo que nuestras organizaciones se pronuncian, en un rechazo total y absoluto, frente a esta agresión imperialista ejecutada servilmente por sus lacayos en esta región.
Lo ocurrido en el Putumayo, es el aldabonazo a futuras agresiones contra pueblos y procesos democráticos y progresistas, hoy es Ecuador, mañana puede ser Bolivia, Venezuela o Nicaragua, en el intento vil de acallar la sed de justicia social que tanto en Ecuador como en Venezuela venimos dando respuesta a nuestros pueblos. Que el asesinato a sangre fría, es la nueva diplomacia del cañón y la alevosía con la que el imperio y sus sirvientes quieren frenar el avance de propuestas alternativas en nuestra sufrida Latinoamérica.
Desde la CTE y la FSBT hacemos un llamado a nuestros hermanos y hermanas de Colombia a que no permitan que la terquedad y el belicismo de ese gobierno obediente de los designios de Estados Unidos y no de las necesidades de su pueblo, nos separe en esta angustiosa hora de provocaciones y actos agresores, sino por el contrario cierren filas junto a nosotros para detener la barbarie imperialista expresada por la postura arrogante, policial y agresiva de Uribe y su combo.
Que los trabajadores y el pueblo de Colombia desde hace 70 años ha sido la principal víctima de las políticas de la derecha oligárquica de su propio país, que impide la paz, que no quiere solución negociada ni intercambio humanitario, pues de concretarse estas propuestas no podrían seguir, en nombre de la “seguridad democrática” anunciada por este gobierno paramilitar y narcotraficante, asesinando al pueblo colombiano que solo entre los trabajadores ha cobrado la vida de cientos de dirigentes sindicales y ha sometido al pueblo un terror y zozobra, además de agredir permanentemente a otros pueblos bajo el implacable control de los militares norteamericanos que hoy se enseñorean en el territorio fronterizo colombiano.
En nombre de nuestras organizaciones, respaldamos las decisiones de los gobiernos de Venezuela y Ecuador, quienes con mano firme han denunciado la clara agresión de la que hemos sido objeto. Exigimos del gobierno colombiano que cese sus actitudes belicistas y serviles a los intereses foráneos, ya que no solo han comprometido con su estupidez la estabilidad en la región, sino que esta poniendo a prueba la paciencia no solo de los gobiernos sino de los trabajadores y los pueblos, que no permitiremos más agresiones en nombre de una paz de cementerio.
A nuestros hermanas y hermanos de Colombia, sepan que las posturas del gobierno títere de Estados Unidos, no harán mella en nuestra simpatía y compromiso con sus propias luchas y muy por el contrario los invitamos a cerrar filas contra este intento de convertir a América Latina en un nuevo Medio Oriente. Que nos acompañen a detener la escalada guerrerista de Uribe, que con estas provocaciones, pretende justificar una intervención directa del ejército imperialista en nuestra región y junto con nosotros denuncien al mundo la flagrante violación a la soberanía del Ecuador y las constantes agresiones de la mafia enquistada en el Palacio de Nariño.
A nuestros hermanos y hermanas de Latinoamérica y el mundo les manifestamos que en esta hora de integración y de trascendentales cambios que viven nuestros países no permitiremos que Ecuador sea agredido por fuerzas bélicas superiores, que los pueblos del Ecuador y de Venezuela, actuaremos unidos en defensa de la soberanía y la integridad nacional. Si el gobierno de Bogotá, usado como punta de lanza de los planes imperiales, intenta dirimir por la fuerza este bochornoso conflicto lo enfrentaremos con decisión, por lo que hoy más que nunca la solidaridad y posiciones militantes en defensa de la soberanía, en defensa de nuestros pueblos, en defensa de la paz es imprescindible. Que nadie se quede en su casa en esta aciaga hora donde el imperio y sus aliados en la región, busca enfrentar pueblo contra pueblo.
A nuestros compañeros Rafael Correa, Presidente del Ecuador y el Comandante Hugo Chávez Presidente de Venezuela, les manifestamos que los trabajadores de Ecuador y Venezuela, sabremos hacer honor al compromiso adquirido con nuestros compatriotas, y así como una vez Bolívar recorrió los caminos de nuestra América para liberarla del yugo español, nosotros asumiremos el compromiso de defender ese legado frente a las actuaciones de las oligarquías locales que una vez más defienden los bastardos intereses imperiales y no de los pueblos.
A los dirigentes sindicales colombianos, que ya han expresado su repudio a la actitud de su gobierno y se han pronunciado por fijar una posición común frente a esta delicada situación y concretar acciones conjuntas que encaminen a una solución pacífica, les decimos que tanto la CTE como la FSBT hacen suyas estas proposiciones y propondremos la realización en breve plazo de una reunión en Quito o Caracas para concertar conjuntamente las actividades y pronunciamientos de nuestras organizaciones y las del resto de América Latina.
Edgar Sarango Correa
Presidente (E) CTE
Oswaldo Vera
Coordinador General FSBT
Caracas, 05 de Marzo de 2008
A los trabajadores y los pueblos del Ecuador y Venezuela
A los trabajadores y el pueblo de Colombia.
A nuestros hermanas y hermanos de Latinoamérica y el mundo
A los gobiernos del Ecuador y Venezuela
Los recientes acontecimientos acaecidos en la frontera de Colombia con Ecuador, donde cae asesinado el Comandante Raúl Reyes, miembro del secretariado de la FARC-EP, son una muestra fehaciente del carácter belicista de la administración de Álvaro Uribe, que irrespetando la soberanía nacional del Ecuador, incursionó en su territorio para perpetrar uno de los más cuestionables hechos que ponen en peligro la vida, no solo de quienes están involucrados en esta guerra sino del pueblo colombiano y el de sus vecinos, Ecuador, Venezuela, Panamá y Brasil.
Pero estos hechos no son nuevos, la detención de Rodrigo Granda en la capital venezolana, la progresiva infiltración de agentes del DAS y paramilitares en las principales ciudades de Venezuela, los sistemáticos bombardeos y fumigaciones con glifosato a cultivos de supuesta droga en la frontera ecuatoriana, la existencia de cada vez mas desplazados por el conflicto interno colombiano, hacia las fronteras de Ecuador y Venezuela, reafirman el carácter belicista y agresor del gobierno de Álvaro Uribe, quien pasando por encima de los derechos humanos, del derecho internacional y de los convenios suscritos por nuestros países en materia de solución de conflictos, trata de justificar la mascare de la frontera con falaces argumentos de defensa propia o repuesta a una agresión, cuando los informes realizados por las Fuerzas Armadas Ecuatorianas y sus organismos de seguridad, demuestran que fue un ataque a sangre fría donde alevosamente bombardearon, con el apoyo operativo de “asesores” estadounidenses, un campamento, que ni era permanente ni albergaba ninguna intención de base de operaciones para agredir desde el territorio ecuatoriano a Colombia.
Estos sucesos, persistentes y reiterados por los gorilas que hoy gobiernan a Colombia, son el resultado del Plan Colombia y Plan Patriota, planes diseñados por el Pentágono, no para combatir el trafico de estupefacientes sino en el diseño de la administración norteamericana de convertir a Colombia en un nuevo Israel en América Latina.
Para nadie es un secreto que en el uso de sus facultades soberanas el Presidente Rafael Correa, rescindió el tratado que obligaba a la permanencia de tropas norteamericanas en Manta la cual deberá ser desalojada en el 2009, rescatando para Ecuador una parte importante de su territorio entregado por la oligarquía local al imperialismo para que este contara con una base segura para controlar y agredir a nuestros pueblos.
Tampoco es un secreto que el avance popular de este siglo XXI, donde Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, acompañando a Cuba, nos hemos dado a la tarea de forjar nuestro propio destino fuera de la dominación imperialista y en el marco de una integración regional, que reconoce nuestra debilidades y apuntala nuestras fortalezas.
Para la CTE y la FSBT, esta agresión perpetrada por las tropas colombianas no es más que un paso más para alejar la paz y para, desde la cínica postura de Uribe y sus secuaces, ejecutar las órdenes que desde el Pentágono dictan los cultores de la violencia y el genocidio.
Los trabajadores de Ecuador y Venezuela, no podemos estar al margen de este conflicto, por lo que nuestras organizaciones se pronuncian, en un rechazo total y absoluto, frente a esta agresión imperialista ejecutada servilmente por sus lacayos en esta región.
Lo ocurrido en el Putumayo, es el aldabonazo a futuras agresiones contra pueblos y procesos democráticos y progresistas, hoy es Ecuador, mañana puede ser Bolivia, Venezuela o Nicaragua, en el intento vil de acallar la sed de justicia social que tanto en Ecuador como en Venezuela venimos dando respuesta a nuestros pueblos. Que el asesinato a sangre fría, es la nueva diplomacia del cañón y la alevosía con la que el imperio y sus sirvientes quieren frenar el avance de propuestas alternativas en nuestra sufrida Latinoamérica.
Desde la CTE y la FSBT hacemos un llamado a nuestros hermanos y hermanas de Colombia a que no permitan que la terquedad y el belicismo de ese gobierno obediente de los designios de Estados Unidos y no de las necesidades de su pueblo, nos separe en esta angustiosa hora de provocaciones y actos agresores, sino por el contrario cierren filas junto a nosotros para detener la barbarie imperialista expresada por la postura arrogante, policial y agresiva de Uribe y su combo.
Que los trabajadores y el pueblo de Colombia desde hace 70 años ha sido la principal víctima de las políticas de la derecha oligárquica de su propio país, que impide la paz, que no quiere solución negociada ni intercambio humanitario, pues de concretarse estas propuestas no podrían seguir, en nombre de la “seguridad democrática” anunciada por este gobierno paramilitar y narcotraficante, asesinando al pueblo colombiano que solo entre los trabajadores ha cobrado la vida de cientos de dirigentes sindicales y ha sometido al pueblo un terror y zozobra, además de agredir permanentemente a otros pueblos bajo el implacable control de los militares norteamericanos que hoy se enseñorean en el territorio fronterizo colombiano.
En nombre de nuestras organizaciones, respaldamos las decisiones de los gobiernos de Venezuela y Ecuador, quienes con mano firme han denunciado la clara agresión de la que hemos sido objeto. Exigimos del gobierno colombiano que cese sus actitudes belicistas y serviles a los intereses foráneos, ya que no solo han comprometido con su estupidez la estabilidad en la región, sino que esta poniendo a prueba la paciencia no solo de los gobiernos sino de los trabajadores y los pueblos, que no permitiremos más agresiones en nombre de una paz de cementerio.
A nuestros hermanas y hermanos de Colombia, sepan que las posturas del gobierno títere de Estados Unidos, no harán mella en nuestra simpatía y compromiso con sus propias luchas y muy por el contrario los invitamos a cerrar filas contra este intento de convertir a América Latina en un nuevo Medio Oriente. Que nos acompañen a detener la escalada guerrerista de Uribe, que con estas provocaciones, pretende justificar una intervención directa del ejército imperialista en nuestra región y junto con nosotros denuncien al mundo la flagrante violación a la soberanía del Ecuador y las constantes agresiones de la mafia enquistada en el Palacio de Nariño.
A nuestros hermanos y hermanas de Latinoamérica y el mundo les manifestamos que en esta hora de integración y de trascendentales cambios que viven nuestros países no permitiremos que Ecuador sea agredido por fuerzas bélicas superiores, que los pueblos del Ecuador y de Venezuela, actuaremos unidos en defensa de la soberanía y la integridad nacional. Si el gobierno de Bogotá, usado como punta de lanza de los planes imperiales, intenta dirimir por la fuerza este bochornoso conflicto lo enfrentaremos con decisión, por lo que hoy más que nunca la solidaridad y posiciones militantes en defensa de la soberanía, en defensa de nuestros pueblos, en defensa de la paz es imprescindible. Que nadie se quede en su casa en esta aciaga hora donde el imperio y sus aliados en la región, busca enfrentar pueblo contra pueblo.
A nuestros compañeros Rafael Correa, Presidente del Ecuador y el Comandante Hugo Chávez Presidente de Venezuela, les manifestamos que los trabajadores de Ecuador y Venezuela, sabremos hacer honor al compromiso adquirido con nuestros compatriotas, y así como una vez Bolívar recorrió los caminos de nuestra América para liberarla del yugo español, nosotros asumiremos el compromiso de defender ese legado frente a las actuaciones de las oligarquías locales que una vez más defienden los bastardos intereses imperiales y no de los pueblos.
A los dirigentes sindicales colombianos, que ya han expresado su repudio a la actitud de su gobierno y se han pronunciado por fijar una posición común frente a esta delicada situación y concretar acciones conjuntas que encaminen a una solución pacífica, les decimos que tanto la CTE como la FSBT hacen suyas estas proposiciones y propondremos la realización en breve plazo de una reunión en Quito o Caracas para concertar conjuntamente las actividades y pronunciamientos de nuestras organizaciones y las del resto de América Latina.
Edgar Sarango Correa
Presidente (E) CTE
Oswaldo Vera
Coordinador General FSBT
Caracas, 05 de Marzo de 2008
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