Entrevista a François Houtart:
¿Una sociedad en transición?
06/03/2008
- Opinión
El "Encuentro Latinoamericano del Foro Mundial de las Alternativas: De las resistencias a las Alternativas ", que tuvo lugar en Quito del 26 al 29 de febrero, permitió que intelectuales, actores sociales y políticos de toda la región, y unos tantos de Europa, compartan sus reflexiones respecto a la construcción de teoría y las experiencias de la región, en esta etapa de transición hacia una lógica post capitalista o socialista.
En el documento de Conclusiones del evento, se establece que: "Se requiere construir en la práctica y la teoría un post capitalismo, es decir el socialismo sobre la base de principios que incluyen el uso sostenible de los recursos naturales y su apropiación social, la predominancia del valor del uso es decir las respuestas a las necesidades de la gente, sobre el valor de cambio, la democracia generalizada a todas las relaciones sociales, políticas, económicas, culturales, de género y la multiculturalidad, permitiendo a todas las culturas, saberes, filosofías y religiones, dar su aporte propio a la construcción social nueva. (...)
"El hecho nuevo es que en la región se pasó de las resistencias a la búsqueda de alternativas que se expresa en la construcción de nuevas institucionalidades a través de los procesos de Asambleas Constituyentes; el desarrollo de procesos de integración como la Alternativa Bolivariana para América Latina ALBA, los trabajos articulados de las redes y los instrumentos de comunicación como Telesur y el Satélite Simón Bolívar. Varios aspectos de la experiencia latinoamericana ayudan a entender como la lógica del capitalismo puede ser confrontada para entrar en un proceso de transición al socialismo. Son procesos diversos, con actores múltiples que se enfrentan a oposiciones radicales en función de intereses de clases o de grupos dominantes. Encuentran, como todos los procesos sociales dificultades de organización, de orden cultural, éticas e ideológicas. Son procesos dialécticos que exigen determinación, realismo, estrategias concretas, pero sobre todo claridad de visión". (1)
François Houtart, secretario ejecutivo del Foro Mundial de las Alternativas (FMA), dialogó con ALAI sobre los resultados de este acontecimiento.
- ¿Podrías hacer un balance de los puntos más destacados de los debates de estos últimos días? ¿Cuáles fueron los principales temas y las ideas fuerza?
La idea fundamental de nuestra reunión era intentar analizar lo que pasa hoy en América Latina, en el sentido de pasar de las resistencias a la construcción de alternativas. Al respecto se abordó toda una serie de problemas bien específicos, en los ámbitos económicos, sociales, políticos y culturales. Y lo que para mí fue un verdadero descubrimiento, fue poder discernir de muy cerca cuáles son los mecanismos de cambio y tratar de preguntarse: ¿es una transición o no, y una transición hacia dónde? Y está claro que para el grupo que congregó el Foro Mundial de Alternativas (FMA) en América Latina, el objetivo era realmente la transición al socialismo.
Entonces, es en función de aquello que se reflexionó sobre lo que significa el ALBA, el Banco del Sur, las distintas iniciativas que existen en América Latina, y casos concretos como Ecuador, como Venezuela o Bolivia, para intentar preguntarse en qué medida son pasos adelante en una verdadera transición hacia otra lógica que el capitalismo, o si son pasos que permiten solamente transformar un poco la situación sin atacar la lógica del sistema.
Y allí se llegó a veces a debates no siempre unánimes, pero en general, lo que aparece es que existen pasos que van en el sentido de la construcción de otra lógica. Dicho esto, eso sucede en condiciones completamente concretas que son a menudo contradictorias, donde a veces el discurso no corresponde siempre con la realidad; pero son situaciones, iniciativas, como aquí en Ecuador o en otros lugares, que -y eso fue unánime en el grupo- incluso si tienen sus ambigüedades, deben ser sostenidas; críticamente, pero sostenidas. Además, se ha considerado que no se trata de desarrollar una suerte de espacio de intelectuales, que de lo alto de las nubes, juzgan, y a veces muy correctamente, los procesos, pero que finalmente se convierten en aliados objetivos de la oposición. Pues sí, creo que hay pasos hacia adelante que son absolutamente incuestionables, hay situaciones concretas que son criticables, pero cuando se compara a lo que existe en otras regiones del mundo, o en otros países, -aquí pienso en Colombia y México, por ejemplo-, es evidente que son transformaciones y que son verdaderamente profundas; y que hay que estimularlas, diciendo al mismo tiempo que los objetivos siguen siendo utopías, que no existen hoy, pero que pueden existir mañana, que hay que hacerles existir mañana. Es en este sentido que trabajamos.
- Los principales puntos de acuerdo se expresan en las conclusiones; ¿pero cuáles son los temas donde todavía no hay consenso, o donde se siente que hay que profundizar en el debate?
Una de las cosas que hay que seguir en el futuro, a mi modo de ver, es un análisis más real de los mecanismos tal como se producen hoy en los distintos países que hacen un esfuerzo alternativo. Es decir, ¿en la realidad, qué efectos ha producido aquello? ¿Son los efectos que se pensó, o bien se han producido igualmente efectos inesperados? Y considero que probablemente no tuvimos suficientemente información sobre estos aspectos; pero eso me parece muy importante. Por ejemplo, en algunos países donde hay transformaciones, ¿estas transformaciones están construyendo una nueva clase dirigente, a la postre muy alejada del pueblo, quizá incluso, en algunos casos, una nueva burguesía? Se trata de poder reflexionar sobre el aspecto dialéctico de los mecanismos; porque la realidad no corresponde siempre a los objetivos que se trazó, por muchas razones -eso no depende de la buena voluntad-, puesto que dependen de las circunstancias objetivas, y dependen también de las leyes sociales; al punto que cuando se construye una nueva etapa, se construye una nueva burocracia, es evidente. Con el peligro de que esta nueva burocracia se apropie de los poderes de decisión. De modo que es un proceso dialéctico y allí creo que aún no llegamos a poder verdaderamente analizar aquello con algunos instrumentos de análisis que estén desarrollados suficientemente.
- Este encuentro forma parte de un proceso de encuentros regionales preparatorios al evento mundial del FMA en octubre. ¿Cuál sería la contribución específica más importante de América Latina para este proceso mundial?
Creo que el más específico es precisamente haber puesto en marcha alternativas, particularmente en el plano político, pero que tienen repercusiones a nivel económico, para intentar poner en marcha una serie de mecanismos que contradicen la lógica del capital, lo cual no existe en otros continentes. Entonces, es el análisis de eso que me parece la contribución que América Latina puede aportar a otros continentes.
- ¿Cuáles son los objetivos del encuentro mundial, qué es lo que Uds. esperan?
Son los mismos objetivos que este encuentro, es decir, ¿cómo podemos reflexionar sobre la manera de construir otra lógica, y con qué actores, con qué estrategias y con qué resultados? ¿Cómo redefinir una transición hacia el socialismo? ¿Cuáles son las concesiones que se está obligado a hacer? ¿Cuál es el coste de estas concesiones? Y ver, en función de las realidades diferentes, Asia, África, del mundo árabe, etc., cómo todo ello se pone en marcha.
- ¿Qué perspectivas nuevas se abren para la articulación regional y mundial de intelectuales de izquierda, a partir de este proceso? ¿Cuáles son los retos actuales?
Creo que la primera cosa es poder intercambiar la información, los análisis, los resultados de trabajos que se hacen. En América Latina se conoce muy mal lo que se hace en Asia; en África hay mucho interés por América Latina pero no se conoce muy bien cómo esto se da, por lo tanto es muy importante este intercambio entre intelectuales -pero intelectuales no en el sentido puramente académico, si no de los que están verdaderamente vinculados a los procesos de cambio-. ¿Qué está pasando en países como los del Asia del este, que se encuentran en pleno auge neoliberal, pero que solamente desarrollan una minoría de su población? ¿Qué está pasando en África, donde se está solamente al inicio de una recuperación política que podría desembocar en algunas orientaciones económicas? ¿Cómo podría un continente como África aprovechar de la experiencia latinoamericana, para la recuperación de la soberanía sobre los recursos naturales, por ejemplo? Es todo eso que está en juego.
(1) Conclusiones de la Reunión Latinoamericana del Foro Mundial de Alternativas:
En el documento de Conclusiones del evento, se establece que: "Se requiere construir en la práctica y la teoría un post capitalismo, es decir el socialismo sobre la base de principios que incluyen el uso sostenible de los recursos naturales y su apropiación social, la predominancia del valor del uso es decir las respuestas a las necesidades de la gente, sobre el valor de cambio, la democracia generalizada a todas las relaciones sociales, políticas, económicas, culturales, de género y la multiculturalidad, permitiendo a todas las culturas, saberes, filosofías y religiones, dar su aporte propio a la construcción social nueva. (...)
"El hecho nuevo es que en la región se pasó de las resistencias a la búsqueda de alternativas que se expresa en la construcción de nuevas institucionalidades a través de los procesos de Asambleas Constituyentes; el desarrollo de procesos de integración como la Alternativa Bolivariana para América Latina ALBA, los trabajos articulados de las redes y los instrumentos de comunicación como Telesur y el Satélite Simón Bolívar. Varios aspectos de la experiencia latinoamericana ayudan a entender como la lógica del capitalismo puede ser confrontada para entrar en un proceso de transición al socialismo. Son procesos diversos, con actores múltiples que se enfrentan a oposiciones radicales en función de intereses de clases o de grupos dominantes. Encuentran, como todos los procesos sociales dificultades de organización, de orden cultural, éticas e ideológicas. Son procesos dialécticos que exigen determinación, realismo, estrategias concretas, pero sobre todo claridad de visión". (1)
François Houtart, secretario ejecutivo del Foro Mundial de las Alternativas (FMA), dialogó con ALAI sobre los resultados de este acontecimiento.
- ¿Podrías hacer un balance de los puntos más destacados de los debates de estos últimos días? ¿Cuáles fueron los principales temas y las ideas fuerza?
La idea fundamental de nuestra reunión era intentar analizar lo que pasa hoy en América Latina, en el sentido de pasar de las resistencias a la construcción de alternativas. Al respecto se abordó toda una serie de problemas bien específicos, en los ámbitos económicos, sociales, políticos y culturales. Y lo que para mí fue un verdadero descubrimiento, fue poder discernir de muy cerca cuáles son los mecanismos de cambio y tratar de preguntarse: ¿es una transición o no, y una transición hacia dónde? Y está claro que para el grupo que congregó el Foro Mundial de Alternativas (FMA) en América Latina, el objetivo era realmente la transición al socialismo.
Entonces, es en función de aquello que se reflexionó sobre lo que significa el ALBA, el Banco del Sur, las distintas iniciativas que existen en América Latina, y casos concretos como Ecuador, como Venezuela o Bolivia, para intentar preguntarse en qué medida son pasos adelante en una verdadera transición hacia otra lógica que el capitalismo, o si son pasos que permiten solamente transformar un poco la situación sin atacar la lógica del sistema.
Y allí se llegó a veces a debates no siempre unánimes, pero en general, lo que aparece es que existen pasos que van en el sentido de la construcción de otra lógica. Dicho esto, eso sucede en condiciones completamente concretas que son a menudo contradictorias, donde a veces el discurso no corresponde siempre con la realidad; pero son situaciones, iniciativas, como aquí en Ecuador o en otros lugares, que -y eso fue unánime en el grupo- incluso si tienen sus ambigüedades, deben ser sostenidas; críticamente, pero sostenidas. Además, se ha considerado que no se trata de desarrollar una suerte de espacio de intelectuales, que de lo alto de las nubes, juzgan, y a veces muy correctamente, los procesos, pero que finalmente se convierten en aliados objetivos de la oposición. Pues sí, creo que hay pasos hacia adelante que son absolutamente incuestionables, hay situaciones concretas que son criticables, pero cuando se compara a lo que existe en otras regiones del mundo, o en otros países, -aquí pienso en Colombia y México, por ejemplo-, es evidente que son transformaciones y que son verdaderamente profundas; y que hay que estimularlas, diciendo al mismo tiempo que los objetivos siguen siendo utopías, que no existen hoy, pero que pueden existir mañana, que hay que hacerles existir mañana. Es en este sentido que trabajamos.
- Los principales puntos de acuerdo se expresan en las conclusiones; ¿pero cuáles son los temas donde todavía no hay consenso, o donde se siente que hay que profundizar en el debate?
Una de las cosas que hay que seguir en el futuro, a mi modo de ver, es un análisis más real de los mecanismos tal como se producen hoy en los distintos países que hacen un esfuerzo alternativo. Es decir, ¿en la realidad, qué efectos ha producido aquello? ¿Son los efectos que se pensó, o bien se han producido igualmente efectos inesperados? Y considero que probablemente no tuvimos suficientemente información sobre estos aspectos; pero eso me parece muy importante. Por ejemplo, en algunos países donde hay transformaciones, ¿estas transformaciones están construyendo una nueva clase dirigente, a la postre muy alejada del pueblo, quizá incluso, en algunos casos, una nueva burguesía? Se trata de poder reflexionar sobre el aspecto dialéctico de los mecanismos; porque la realidad no corresponde siempre a los objetivos que se trazó, por muchas razones -eso no depende de la buena voluntad-, puesto que dependen de las circunstancias objetivas, y dependen también de las leyes sociales; al punto que cuando se construye una nueva etapa, se construye una nueva burocracia, es evidente. Con el peligro de que esta nueva burocracia se apropie de los poderes de decisión. De modo que es un proceso dialéctico y allí creo que aún no llegamos a poder verdaderamente analizar aquello con algunos instrumentos de análisis que estén desarrollados suficientemente.
- Este encuentro forma parte de un proceso de encuentros regionales preparatorios al evento mundial del FMA en octubre. ¿Cuál sería la contribución específica más importante de América Latina para este proceso mundial?
Creo que el más específico es precisamente haber puesto en marcha alternativas, particularmente en el plano político, pero que tienen repercusiones a nivel económico, para intentar poner en marcha una serie de mecanismos que contradicen la lógica del capital, lo cual no existe en otros continentes. Entonces, es el análisis de eso que me parece la contribución que América Latina puede aportar a otros continentes.
- ¿Cuáles son los objetivos del encuentro mundial, qué es lo que Uds. esperan?
Son los mismos objetivos que este encuentro, es decir, ¿cómo podemos reflexionar sobre la manera de construir otra lógica, y con qué actores, con qué estrategias y con qué resultados? ¿Cómo redefinir una transición hacia el socialismo? ¿Cuáles son las concesiones que se está obligado a hacer? ¿Cuál es el coste de estas concesiones? Y ver, en función de las realidades diferentes, Asia, África, del mundo árabe, etc., cómo todo ello se pone en marcha.
- ¿Qué perspectivas nuevas se abren para la articulación regional y mundial de intelectuales de izquierda, a partir de este proceso? ¿Cuáles son los retos actuales?
Creo que la primera cosa es poder intercambiar la información, los análisis, los resultados de trabajos que se hacen. En América Latina se conoce muy mal lo que se hace en Asia; en África hay mucho interés por América Latina pero no se conoce muy bien cómo esto se da, por lo tanto es muy importante este intercambio entre intelectuales -pero intelectuales no en el sentido puramente académico, si no de los que están verdaderamente vinculados a los procesos de cambio-. ¿Qué está pasando en países como los del Asia del este, que se encuentran en pleno auge neoliberal, pero que solamente desarrollan una minoría de su población? ¿Qué está pasando en África, donde se está solamente al inicio de una recuperación política que podría desembocar en algunas orientaciones económicas? ¿Cómo podría un continente como África aprovechar de la experiencia latinoamericana, para la recuperación de la soberanía sobre los recursos naturales, por ejemplo? Es todo eso que está en juego.
(1) Conclusiones de la Reunión Latinoamericana del Foro Mundial de Alternativas:
https://www.alainet.org/es/active/22667
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