Arias: la inverecundia como método
06/05/2008
- Opinión
Queridas amigas, queridos amigos de la Hora del Silencio, compañeras y compañeros:
Han pasado varios días desde que el pasado jueves primero de mayo, cuando Óscar Arias pronunciara ante la Asamblea Legislativa el Mensaje Sobre El Estado De La Nación a que lo obliga la Constitución Política.
Es lamentable que un individuo que tiene una información tan vasta a su alcance, que está rodeado de un ejército de asesores y escribientes, no hubiera tenido la capacidad para escribir algo mejor aunque, naturalmente, no hubiéramos compartido sus conclusiones. Pero nada parecido ocurrió. Fue una intervención completamente vacía, llena de lugares comunes y peor aún, dedicada casi exclusivamente a embellecer una realidad nacional que nadie conoce, que nadie percibe ni siquiera como lejanamente real y que sólo cabe en la cabeza de Óscar Arias.
Se supone que el mensaje presidencial del primero de mayo, debe ser ante todo un examen crítico, profundo y sin concesiones sobre los aspectos sociales, económicos y políticos por los que atraviesa el país. Pero sería demasiado pedir. Arias no sólo se mantuvo alejado de semejante perspectiva sino que sus frases grandilocuentes sólo se orientaban a ocultar la aplastante realidad que conmueve, día tras día, al pueblo costarricense. Enredado en sus propios mecates y obligado a tejer una falsedad tras otra, terminó de hablar sin aportar una sola idea digna de crédito, ni una sola solución a los problemas del país ni menos una aproximación realista a los graves problemas de la humanidad que, necesariamente, repercutirán en nuestro país.
Comenzó llamando a la Asamblea Legislativa "recinto sagrado" y luego "lugar bendito", "cáliz de democracia", "vértice centenario de los anhelos de nuestra tierra". Semejantes calificativos, exagerados y grandilocuentes, tenían un solo propósito: ocultar detrás de ellos la acción política más perversa y demoledora que gobernante alguno haya realizado en la historia reciente de Costa Rica contra la Asamblea Legislativa. Porque ningún gobernante antes de Óscar Arias, se atrevió a doblegar tan radicalmente, la voluntad y las atribuciones constitucionales de la Asamblea Legislativa, como primer poder de la República. Dedicarle esos epítetos constituye una burla sangrienta al órgano legislativo y a los diputados que lo forman.
Después señaló los que para él son las tareas impostergables que debe enfrentar Costa Rica: 1- la inversión social; 2- impulsar la producción nacional, con más empleos y menos inflación; 3- espacio luchar contra la delincuencia y las drogas; 4- reforzar nuestra política exterior. Señaladas estas tareas, simula la construcción de una casa en la que cada tarea es colocada como una pared. "una casa, nos dice, capaz de resistir las lluvias y los vientos, pero que necesita algunos ladrillos que sólo pueden venir de esta Asamblea Legislativa".
Una burla más, una desvergüenza más, aparte de que el asunto resulta bastante cómico. Porque a la casa no le pone ni cimientos ni techo y confiesa además, que necesitan los ladrillos que le aporte la Asamblea. En conclusión, no hay casa. Todo se reduce a ambiguas promesas basadas en la absurda figura de comparar su acción de gobierno con la construcción de una casa, una casa destechada y con paredes maltrechas y peor aún, una casa que ni siquiera se ha comenzado a construir.
Después viene la letanía de las supuestas grandes obras del Gobierno a las que también respondemos:
Dice Arias: "La pobreza disminuido en 3,5 puntos porcentuales"
Mentira, todo se deriva de una simple manipulación de las estadísticas.
Dice Arias: "Este gobierno ha vuelto centrar la política pública en el ser humano, en el desarrollo de sus libertades y en el mejoramiento de sus condiciones de vida"
Mentira, violó la libertad de opinión y por eso estamos aquí; violó la Constitución y las leyes y sometió a los costarricenses a las inauditas presiones del terrorismo mediático durante referéndum; además, conserva y acrecienta las divisiones sociales, pues Costa Rica es el país de Centroamérica en que más rápidamente se acrecienta la división entre ricos y pobres.
Dice Arias: "miles de adultos mayores han salido de la pobreza"
Mentira, para nadie es un secreto el abandono que sufren los viejos en Costa Rica; cientos de ellos deambulan por las calles pidiendo una limosna o un mendrugo de pan y la mayor parte de los asilos de ancianos, donde gente noble y generosa cumple una labor apostólica, carecen de lo elemental para albergar, alimentar y curar a los viejos.
Dice Arias: "hemos librado una lucha sin paralelo por erradicar los precarios en Costa Rica"
Mentira, porque la labor desplegada por el Ministerio de la Vivienda, se enfrenta una dramática carencia de recursos y choca contra las mafias que comercian con los bonos de la vivienda y la edificación de viviendas de interés social.
Dice Arias: "hemos mejorado sustancialmente la cobertura y la calidad de nuestros servicios de salud, al tiempo que rescatamos la infraestructura hospitalaria y de atención básica en las comunidades"
Mentira, porque apenas se le ha comenzado a girar con cuentagotas la inmensa deuda del estado con la Caja del Seguro, a la que se le han arrancado por otro lado, decenas de millones del régimen de reparto, supuestamente intocables por mandato constitucional, cambiando dineros que son del pueblo, pagados por el pueblo, por papeles o bonos de la deuda que no valen nada. Si desde hace años esos dineros se hubieran invertido cumplidamente en el desarrollo de los sistemas de salud, encargados de la prevención y la curación, si se hubieran invertido en la formación de cientos de especialistas que desde hace años le urgen al país y en las tecnologías médicas de punta, en vez de transferirles decenas de millones a las clínicas privadas, probablemente tendríamos hoy uno de los mejores sistemas de salud del continente.
Dice Arias: "quiero dar gracias a Dios y al pueblo… por la forma en que se llevó a cabo el primer referéndum"
Mentira, porque nunca la buena fe de los costarricenses había sido trampeada y violentada de manera más sistemática e inhumana. Para consolidar el fraude en el referéndum y garantizar el triunfo de las fuerzas neo filibusteras, con Óscar Arias a la cabeza, desarrollaron las más inconcebibles maniobras, antitéticas, inmorales, fraudulentas, a las que sumaron el miedo y el chantaje ¿Cómo puede darle gracias a Dios por eso? ¿Cómo puede invocar el agradecimiento del pueblo al que ofendió, agravió, aterrorizó, chantajeó y prometió hasta lo inaudito?
Compañeros y compañeras: me permito transmitirle un sentimiento que no es halagüeño. Serios nubarrones se ciernen sobre la noble e insistente voluntad del pueblo costarricense por encontrar el camino de la unidad de las fuerzas patrióticas. Mezquinos intereses, incalificables rencillas, provocaciones y hasta infiltraciones y todo un prontuario de debilidades humanas, le ponen escollos a esa unidad. Nuestro deber es lograr que la voluntad unitaria prevalezca, porque nunca hubo mejores condiciones ni mejores mujeres y hombres empeñados en construirla.
Leído en la calle, ante la casa de Arias, el lunes 5 de mayo de 2008
Han pasado varios días desde que el pasado jueves primero de mayo, cuando Óscar Arias pronunciara ante la Asamblea Legislativa el Mensaje Sobre El Estado De La Nación a que lo obliga la Constitución Política.
Es lamentable que un individuo que tiene una información tan vasta a su alcance, que está rodeado de un ejército de asesores y escribientes, no hubiera tenido la capacidad para escribir algo mejor aunque, naturalmente, no hubiéramos compartido sus conclusiones. Pero nada parecido ocurrió. Fue una intervención completamente vacía, llena de lugares comunes y peor aún, dedicada casi exclusivamente a embellecer una realidad nacional que nadie conoce, que nadie percibe ni siquiera como lejanamente real y que sólo cabe en la cabeza de Óscar Arias.
Se supone que el mensaje presidencial del primero de mayo, debe ser ante todo un examen crítico, profundo y sin concesiones sobre los aspectos sociales, económicos y políticos por los que atraviesa el país. Pero sería demasiado pedir. Arias no sólo se mantuvo alejado de semejante perspectiva sino que sus frases grandilocuentes sólo se orientaban a ocultar la aplastante realidad que conmueve, día tras día, al pueblo costarricense. Enredado en sus propios mecates y obligado a tejer una falsedad tras otra, terminó de hablar sin aportar una sola idea digna de crédito, ni una sola solución a los problemas del país ni menos una aproximación realista a los graves problemas de la humanidad que, necesariamente, repercutirán en nuestro país.
Comenzó llamando a la Asamblea Legislativa "recinto sagrado" y luego "lugar bendito", "cáliz de democracia", "vértice centenario de los anhelos de nuestra tierra". Semejantes calificativos, exagerados y grandilocuentes, tenían un solo propósito: ocultar detrás de ellos la acción política más perversa y demoledora que gobernante alguno haya realizado en la historia reciente de Costa Rica contra la Asamblea Legislativa. Porque ningún gobernante antes de Óscar Arias, se atrevió a doblegar tan radicalmente, la voluntad y las atribuciones constitucionales de la Asamblea Legislativa, como primer poder de la República. Dedicarle esos epítetos constituye una burla sangrienta al órgano legislativo y a los diputados que lo forman.
Después señaló los que para él son las tareas impostergables que debe enfrentar Costa Rica: 1- la inversión social; 2- impulsar la producción nacional, con más empleos y menos inflación; 3- espacio luchar contra la delincuencia y las drogas; 4- reforzar nuestra política exterior. Señaladas estas tareas, simula la construcción de una casa en la que cada tarea es colocada como una pared. "una casa, nos dice, capaz de resistir las lluvias y los vientos, pero que necesita algunos ladrillos que sólo pueden venir de esta Asamblea Legislativa".
Una burla más, una desvergüenza más, aparte de que el asunto resulta bastante cómico. Porque a la casa no le pone ni cimientos ni techo y confiesa además, que necesitan los ladrillos que le aporte la Asamblea. En conclusión, no hay casa. Todo se reduce a ambiguas promesas basadas en la absurda figura de comparar su acción de gobierno con la construcción de una casa, una casa destechada y con paredes maltrechas y peor aún, una casa que ni siquiera se ha comenzado a construir.
Después viene la letanía de las supuestas grandes obras del Gobierno a las que también respondemos:
Dice Arias: "La pobreza disminuido en 3,5 puntos porcentuales"
Mentira, todo se deriva de una simple manipulación de las estadísticas.
Dice Arias: "Este gobierno ha vuelto centrar la política pública en el ser humano, en el desarrollo de sus libertades y en el mejoramiento de sus condiciones de vida"
Mentira, violó la libertad de opinión y por eso estamos aquí; violó la Constitución y las leyes y sometió a los costarricenses a las inauditas presiones del terrorismo mediático durante referéndum; además, conserva y acrecienta las divisiones sociales, pues Costa Rica es el país de Centroamérica en que más rápidamente se acrecienta la división entre ricos y pobres.
Dice Arias: "miles de adultos mayores han salido de la pobreza"
Mentira, para nadie es un secreto el abandono que sufren los viejos en Costa Rica; cientos de ellos deambulan por las calles pidiendo una limosna o un mendrugo de pan y la mayor parte de los asilos de ancianos, donde gente noble y generosa cumple una labor apostólica, carecen de lo elemental para albergar, alimentar y curar a los viejos.
Dice Arias: "hemos librado una lucha sin paralelo por erradicar los precarios en Costa Rica"
Mentira, porque la labor desplegada por el Ministerio de la Vivienda, se enfrenta una dramática carencia de recursos y choca contra las mafias que comercian con los bonos de la vivienda y la edificación de viviendas de interés social.
Dice Arias: "hemos mejorado sustancialmente la cobertura y la calidad de nuestros servicios de salud, al tiempo que rescatamos la infraestructura hospitalaria y de atención básica en las comunidades"
Mentira, porque apenas se le ha comenzado a girar con cuentagotas la inmensa deuda del estado con la Caja del Seguro, a la que se le han arrancado por otro lado, decenas de millones del régimen de reparto, supuestamente intocables por mandato constitucional, cambiando dineros que son del pueblo, pagados por el pueblo, por papeles o bonos de la deuda que no valen nada. Si desde hace años esos dineros se hubieran invertido cumplidamente en el desarrollo de los sistemas de salud, encargados de la prevención y la curación, si se hubieran invertido en la formación de cientos de especialistas que desde hace años le urgen al país y en las tecnologías médicas de punta, en vez de transferirles decenas de millones a las clínicas privadas, probablemente tendríamos hoy uno de los mejores sistemas de salud del continente.
Dice Arias: "quiero dar gracias a Dios y al pueblo… por la forma en que se llevó a cabo el primer referéndum"
Mentira, porque nunca la buena fe de los costarricenses había sido trampeada y violentada de manera más sistemática e inhumana. Para consolidar el fraude en el referéndum y garantizar el triunfo de las fuerzas neo filibusteras, con Óscar Arias a la cabeza, desarrollaron las más inconcebibles maniobras, antitéticas, inmorales, fraudulentas, a las que sumaron el miedo y el chantaje ¿Cómo puede darle gracias a Dios por eso? ¿Cómo puede invocar el agradecimiento del pueblo al que ofendió, agravió, aterrorizó, chantajeó y prometió hasta lo inaudito?
Compañeros y compañeras: me permito transmitirle un sentimiento que no es halagüeño. Serios nubarrones se ciernen sobre la noble e insistente voluntad del pueblo costarricense por encontrar el camino de la unidad de las fuerzas patrióticas. Mezquinos intereses, incalificables rencillas, provocaciones y hasta infiltraciones y todo un prontuario de debilidades humanas, le ponen escollos a esa unidad. Nuestro deber es lograr que la voluntad unitaria prevalezca, porque nunca hubo mejores condiciones ni mejores mujeres y hombres empeñados en construirla.
Leído en la calle, ante la casa de Arias, el lunes 5 de mayo de 2008
https://www.alainet.org/es/active/23935?language=en
Del mismo autor
- Costa Rica: Por dónde empezar 11/02/2016
- Boicot a la CELAC y rumbo incierto 06/11/2014
- Independencia y solidaridad 05/11/2014
- El enemigo actúa ¿cederá el gobierno? 20/10/2014
- Un congreso nacional campesino 19/10/2014
- Apoyarse en el pueblo 09/09/2014
- Impaciencia? 14/08/2014
- Breve examen del proceso electoral 2014 23/03/2014
- La contrareforma en Costa Rica 22/03/2014
- Campañas, política y politiquería 20/12/2013