“Los jóvenes de América Latina quieren ser protagonistas y debatir sus propias realidades. Quieren participar en la construcción de iniciativas que propicien la superación de las principales problemáticas que afrontan en la región y, muy especialmente, no quieren limitar los espacios de participación a la representación de un delegado consular”.

La afirmación, hecha por Juan Alexander Cano, analista en temas de Juventud del Instituto Popular de Capacitación (IPC), resume el propósito fundamental del Primer Encuentro Latinoamericano de los Pueblos, que dará inició este jueves 29 de mayo en la Universidad de San Buenaventura, sede San Benito, de la ciudad de Medellín.

Se trata de la concentración de jóvenes latinoamericanos más grande vista en la capital antioqueña, quienes debatirán sobre la realidad juvenil en América Latina desde mañana y hasta el próximo 3 de junio, de manera alterna a la XXXIII Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que sesionará en Medellín entre los días 1 y 3 de junio.

Se espera la presencia de jóvenes pertenecientes a diversos movimientos sociales y procesos de base en México, Perú, Ecuador, Bolivia, Venezuela, Colombia, entre otros, quienes intercambiarán experiencias en materia de exigibilidad de derechos, participación en espacios democráticos e incidencia en la formulación de políticas que favorezcan el desarrollo integral de la juventud en esta parte del continente.

Asimismo, se analizará la situación social, cultural, económica y política de la juventud en América Latina, con el fin de proponer alternativas para la superación de las principales problemáticas de los jóvenes latinoamericanos, las cuales estarán contenidas en la declaración alterna que saldrá al final del encuentro. Según los responsables del mismo, la idea es presentarla ante los delegados de los países participantes a la XXXIII Asamblea General de la OEA como una forma de hacer pública la situación de vulnerabilidad de los jóvenes así como sus propias expectativas y reivindicaciones de cara a los nuevos desafíos democráticos, económicos y sociales que enfrentará la región.

“Los movimientos sociales también hacen parte de la OEA, pero por motivos logísticos no tendrán cabida dentro de esta Asamblea. Por ello, consideramos pertinente que las mujeres, los jóvenes, los afrodescendientes, los indígenas y otros actores sociales organizados tengan un espacio alterno en el que puedan hacer sus reflexiones sobre el balance de la justicia social, los conflictos, los derechos humanos y la democracia en el continente”, agregó Cano.

Para tal fin, el encuentro contará con una variada agenda que incluye desde las discusiones sobre las diversas realidades juveniles en América Latina, pasando por foros y paneles académicos sobre la democracia, jóvenes y conflicto armado, modelos de desarrollo, entre otros, hasta manifestaciones artísticas y actos simbólicos.

Entre las numerosas actividades se destacan la presentación del informe nacional de derechos humanos 2007 titulado: “Sin democracia y sin derechos”, que tendrá lugar en el Museo de Antioquia a las 6:30 de la tarde; el foro: “Desafíos para la democracia real en América Latina a 60 años de la carta de la OEA”, a realizarse el 3 de junio en el auditorio del Ferrocarril de Antioquia desde las 9 de la mañana y el acto simbólico: “Sin dignidad y libertad para los pueblos no hay democracia real”, que se llevará a cabo el 3 de junio en la Plaza de la Dignidad del Centro Administrativo La Alpujarra.

Aida Suárez, miembro del Comité Ejecutivo de la Organización Indígena de Antioquia (OIA), una de las organizaciones que convoca al encuentro, considera este espacio como una oportunidad excepcional para intercambiar experiencias con otros actores latinoamericanos, lo que puede redundar en el fortalecimiento de lazos de cooperación con pueblos indígenas de diferentes países americanos.

“Esta es una oportunidad para nosotros como pueblos indígenas, de sentar un precedente ante un organismo tan importante como lo es la OEA. También es la oportunidad de que estos jóvenes, provenientes de diversas países, se sienten a debatir, a estudiar sus realidades y a que se fortalezcan como nuevos líderes en la región”, aseguró Suárez.

Hasta el momento, jóvenes indígenas de las etnias colombianas Emberá-Chamí, Zenú, Tule y Paeces han confirmado su presencia en el encuentro, quienes darán a conocer su situación actual de vulnerabilidad frente al conflicto armado, la exclusión social y la marginalidad, pero también los procesos de resistencia y desarrollo alternativo que han logrado desarrollar en sus comunidades.

“Las organizaciones que estamos al frente de este encuentro tenemos un gran reto y un compromiso enorme y es que este escenario, de carácter latinoamericano y que congrega a múltiples movimientos del continente, se sostenga en el tiempo. Esa es nuestra idea”, sostuvo la líder indígena.

El Encuentro Latinoamericano de los Pueblos es organizado por un conjunto de organizaciones sociales colombianas entre las que se destacan el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, la Comisión Colombiana de Juristas, Colectivo de Derechos Humanos Semillas de Libertad (Codhesel); Grupo Interdisciplinario por los Derechos Humanos, Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado, Platohedro Grupo Audiovisual, Instituto Popular de Capacitación (IPC), entre otros.

Agencia de Prensa IPC, Medellín, Colombia. www.ipc.org.co