Seguridad: en el centro de la agenda del Presupuesto Participativo

19/06/2008
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
Medellín

El incremento de hechos que alteran el orden público en Medellín está llevando a los líderes barriales de varias comunas de la ciudad a considerar como “proyectos prioritarios para el bienestar de sus comunidades” iniciativas relacionadas con la seguridad y la convivencia ciudadana.

Dicha percepción de intranquilidad se ha podido sentir con mayor fuerza en los consejos consultivos del Presupuesto Participativo de las comunas 1, 2, 5, 14, 15 y 16. En estos espacios de participación ciudadana, las comunidades deciden en qué rubros se invierten los recursos municipales destinados a este programa.

A diferencia de años anteriores, donde la educación, obras de infraestructura, programas de promoción de la salud y prevención de la enfermedad constituyeron el centro de las discusiones barriales, este año el componente de seguridad ciudadana ha ocupado un lugar preponderante en la agenda de las comunidades e incluso, en algunos casos, ha sido el tema más priorizado por la gente.

Tal es el caso de la comuna 16 (Belén), donde el tema no sólo fue el más discutido sino además uno de los que obtuvo mayores rubros para ejecutar: 540 millones de pesos. Al respecto, aún no existe un consenso entre los dirigentes barriales sobre la destinación final que tendrán esos recursos, pues se han planteado propuestas tan diversas que van desde el fortalecimiento de los cuerpos de seguridad estatal, renovación y adquisición de equipos de vigilancia, creación de brigadas de seguridad comunitaria, hasta la ejecución de campañas dirigidas a mejorar la tolerancia y la convivencia ciudadana.

“En estos momentos hay unos líderes que proponen la construcción de un Centro de Atención Inmediata (CAI) de la Policía Nacional, por valor cercano a los 114 millones de pesos. Pero yo soy de la corriente que piensa que seguridad no sólo es más policía y, junto con otros líderes, estamos proponiendo el diseño de un observatorio para la convivencia, que impulse además la investigación sobre las principales problemáticas de seguridad la comuna 16”, explicó Richard Ospina, líder barrial de Belén San Bernardo.

No obstante las diferencias en las concepciones sobre seguridad que priman entre los participantes de los consejos consultivos, lo cierto es que en ambos casos se pretende “generar tranquilidad en la comunidad, pues hay una percepción de inseguridad que viene creciendo incluso en sectores que siempre fueron muy tranquilos”, según lo manifestó un líder comunitario de Belén Las Violetas.

A juzgar por sus declaraciones, lo que viene sucediendo en este amplio sector del suroccidente de Medellín va más allá de la percepción. “Barrios como Belén Las Mercedes y Las Violetas se convirtieron en fortines de los ilegales, porque uno ya ni sabe quiénes son los que ejercen la violencia. Lo que si es cierto es que aquí han aumentado los robos, las amenazas, los controles sociales”, sostuvo el líder.

A esto se suma las denuncias de habitantes del corregimiento Belén Altavista, que fueron conocidas por otros líderes de la comuna 16 recientemente, donde se afirma que un grupo armado sin identificar amenazó con atentar contra la integridad de todo aquel que circule por las calles de la localidad a altas horas de la noche. “Muchos jóvenes de Altavista que participan en procesos de formación o actividades en otras zonas de la comuna han limitado su asistencia, pues les da miedo llegar a sus casas tarde en la noche”, agregó el líder comunitario.

Su testimonio coincide con los análisis que sobre violencia en Medellín ha realizado el Observatorio de Derechos Humanos del Instituto Popular de Capacitación (IPC). Según esta ONG, la comuna 16 figura como la cuarta zona de la ciudad donde más se han cometido homicidios en Medellín en lo que va corrido del año, detrás de Aranjuez, Castilla y Robledo.

Superan dificultades


En la comuna 1, nororiente de Medellín, sus líderes barriales han recuperado la confianza y retomado las actividades luego de las tensiones que generó la reciente muerte de un reconocido dirigente barrial de la zona.

Tras la trágica muerte de Carlos Alberto Ospina Giraldo, asesinado el pasado 13 de mayo, las actividades del programa de Presupuesto Participativo sufrieron una disminución sensible, lo que afecto la discusión de proyectos prioritarios para la comunidad.

“Pero gracias al acompañamiento de la Personería de Medellín, a las reuniones que se sostuvieron con la Secretaría de Gobierno de Medellín, se ha retomado el trabajo con la misma intensidad que ha caracterizado a esta comuna”, manifestó Elkín Pérez, miembro de la Junta Administradora Local de esta comuna.

Aunque aún persiste el temor entre los líderes de la zona, no se ha planteado ningún tipo de proyecto que responda al incremento de fuerza pública o fortalecimiento de los cuerpos de seguridad que allí funcionan. “Aquí hay una sobre-población de Policía, pero falta el trabajo con la comunidad. Lo que estamos discutiendo en los consejos consultivos es que se destinen recursos importantes para fortalecer esa parte de la Policía Comunitaria y Juvenil, porque realmente eso es lo que necesitamos en esta comuna”, añadió Pérez.

Por su parte, al otro extremo de la ciudad, en la Comuna 14 (Poblado), se está imponiendo el enfoque “policivo” sobre el “comunitario” en cuestiones de seguridad, que también ha ocupado un lugar importante en las sesiones de los Consejos Consultivos.

“Este sector de la ciudad ha crecido de una manera exponencial en los últimos cuatro años. Se han triplicado los locales comerciales, los negocios, las unidades residenciales y sentimos que hay que reforzar ese aparato de seguridad que existe para el sector del Poblado”, declaró Juan Gonzalo Velásquez, miembro de la Junta de Acción Comunal del barrio El Poblado.

“Aquí nos sentimos seguros, pero no nos podemos confiar”, aseguró Velázquez, quien siente que los 214 millones que lograron priorizar por el programa de Presupuesto Participativo para el componente seguridad no serán suficientes para ejecutar proyectos que beneficien a la comunidad. “Somos conscientes que hay cosas que son del resorte del Estado, pero si nosotros podemos fortalecer esa parte, digamos mediante alarmas comunitarias, capacitación a las empresas de vigilancia del sector, cosas así, sería algo muy positivo para nosotros”, enfatizó el dirigente barrial.

Al ser consultados por la Agencia de Prensa IPC, varios funcionarios de la Administración Municipal que acompañan los procesos de Presupuesto Participativo en la ciudad coincidieron en afirmar que si bien hay una tendencia a posicionar el componente seguridad, no es una generalidad, y destacaron que hay sectores importantes de la comunidad que sienten que se deben impulsar procesos pedagógicos por encima del incremento de pie de fuerza.

“En todas las mesas siempre ha existido ese componente de convivencia y seguridad ciudadana. En la comuna 1, por ejemplo, sólo se llamaba convivencia y este año decidieron agregarle el otro concepto. Bueno, eso da otro matiz, pero allí predomina el enfoque de la formación en derechos humanos; distinto a las comunas 14 y 16 donde, por sus mismas condiciones sociales, predominan las propuestas relacionadas con lo “policivo”. Sí sorprende esa tendencia que se viene dando, pero no consideramos que sea sinónimo de una percepción de inseguridad”, manifestó Arles López, técnico social de la zona nororiental.

Independiente de los enfoques o los planteamientos que se formulen al respecto, lo cierto es que la ciudadanía siente la necesidad de reforzar los esquemas de seguridad existentes a fin de conservar el clima de tranquilidad que la ciudad había alcanzado en los últimos años. La discusión ahora girará en la conveniencia o no, de aportar recursos destinados a la comunidad a temas de seguridad, precisamente en el Gobierno que más dinero ha invertido en sus cuerpos militares.

Agencia de Prensa IPC

Medellín, Colombia

www.ipc.org.co


https://www.alainet.org/es/active/24835?language=en
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS