El complejo panorama del Calidoscopio Ministerial Paraguayo
- Opinión
La deconstrucción de un sistema político perverso, como el instalado en el país por el Partido Colorado, donde los índices de pobreza y extrema pobreza son alarmantes, donde el clientelismo, la prebenda y el nepotismo son parte de la costumbre política nacional, le deparará un arduo y sobre todo complicado trabajo al nuevo gobierno.
Ingenuo sería pensar que en 5 años el gobierno de Fernando Lugo llevará adelante cambios radicales, e invertirá la pirámide de la desigualdad que existe en el país, pero realista y necesario es pensar, que algunos pasos se deben dar en este menester.
En los primeros meses de transición para la asunción del nuevo gobierno, varias señales contradictorias ha dado el nuevo presidente, las cuales deben ser entendidas y leídas desde algunos códigos que hacen a la frágil estructura sobre la que se cimienta.
Desconocer la intencionalidad del presidente Lugo con respecto a modificar la actual estructura de desigualdad que registra el país sería injusto, como tampoco lo sería dejar de reconocer que el sistema de poder le condiciona mucho no le va a dejar hacer.
Esta situación, nace del proceso mismo de candidatura del Presidente electo, donde sectores tan polarizados, tan opuestos forman su primer anillo, reflejándose en la actualidad en la conformación de su gabinete.
Los nombramientos de sus ministros han desconcertado a mucha gente. En el gabinete se observa la presencia de presiones políticas que vienen de los partidos integrantes de la Alianza Patriótica para el Cambio, en especial del Partido Liberal Radical Auténtico.
Incluso, antes de asumir la Presidencia de la República, el Presidente electo ya sufre una crisis dentro de su gabinete. La designada Ministra de Relaciones Exteriores, Milda Rivarola -cuota política del Partido País Solidario, Social Demócrata, muy cercano al PSOE- renunció al conocer quién sería el director de la hidroeléctrica Itaipú, el liberal Carlos Mateo Balmelli.
Y no es para menos. El excandidato a Vicepresidente de la República, que perdiera ante Federico Franco las elecciones, es un conocido liberal de pensamiento, con profunda simpatía hacia las políticas privatizadoras, y es muy poco probable que defienda los intereses nacionales.
Balmelli es conocido por estar en contra de políticas sociales que representen que el Estado asuma su responsabilidad, y se apliquen políticas públicas desde la perspectiva de derecho, sino más bien, sostiene la necesidad de una menor intervención estatal incluso en sectores sociales.
En reemplazo de Rivarola fue nombrado Alejandro Hamed Franco, de origen musulmán, aunque no practicante, con un posicionamiento claro ante las injusticias que vive hoy el pueblo palestino con relación al gobierno de Israel. Es un conocedor de temas árabes, fue embajador paraguayo en el Líbano, donde debió expedir varias visas de manera urgente durante el conflicto bélico entre este país e Israel, lo cual le valió una investigación administrativa y penal, de la que ya fue absuelto.
Es un canciller que cuenta con el veto del gobierno de Washington, cuyo embajador, el cabo Cason, se pronunció moderadamente en contra, y entregó una carta al Presidente de la República donde señalaría las objeciones. A pesar de ello, y de la crítica de sectores políticos, como el partido Colorado y Patria Querida, Lugo lo confirmó en el cargo de Ministro de Relaciones Exteriores.
Una difícil tarea espera al canciller. Por un lado deberá velar por la negociación verdadera del tratado de Itaipú que estará en manos de un liberal, partido que tiene en sus espaldas varias traiciones, además que el tema le resulta nuevo y ya ha expresado su desconocimiento acerca del mismo, por lo cual deberá contratar técnicos y negociadores que lo ayuden en la gestión.
Por otro lado, deberá lidiar con las presiones de los Estados Unidos, que ya manifestó su malestar con este nombramiento, aunque fueron cautos en la forma, y más bien se sirvieron de políticos locales.
Otro cuestionado nombramiento que se suma a Balmelli, es el del Ministro de Agricultura y Ganadería, el también liberal Cándido Vera Bejarano, quien en el año 1996, recibió 3 mil hectáreas de tierra, como beneficiario de la Reforma Agraria, colocando como titular de la misma a su esposa, debido a que él se encontraba desempeñando su gestión parlamentaria. Por lo que existe un “fuerte olor a tráfico de influencia”, según señaló el senador saliente de Patria Querida, Estanislao Martínez.
La adquisición de las tierras se dio en tiempos de Juan Carlos Wasmosy, Presidente colorado, y uno de los más corruptos de la transición democrática, dicha adjudicación de tierras es de muy dudosa forma, además de poder representar el pago de algún favor político que el mismo le diera dentro del Congreso Nacional.
Si bien el Ministro de Agricultura es del sector rural, del departamento de San Pedro, el mismo es resistido por el sector campesino, que no ve con buenos ojos esta designación, y que por lo tanto se encuentran en campaña por la nominación de alguien del sector para el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra.
El ex presidente del Partido Liberal, Blas Llano, contrincante político del Vicepresidente electo, fue nominado a la cartera de Justicia y Trabajo, donde los sindicatos no lo aprueban, debido a que simpatiza con medidas como la flexibilización laboral, la modificación del código del trabajo.
Llano es conocido por una política agresiva, de poco hablar, y de extremo liberal, muy poco partidario de los sindicatos, a quienes ya les envío el mensaje de la necesidad de modificar actitudes, y de ver la forma de facilitar las inversiones, refiriéndose a las maquiladoras, razones que ameritan mantener la atención en esta cartera.
Otra cartera sensible, y donde también fue designado otro liberal, Efraín Alegre, es en el Ministerio de Obras Publicas y Comunicaciones, encargado de llevar adelante la Iniciativa de Integración de la Infraestructura Regional de Sudamérica (IIRSA), donde el BID prestará una importante colaboración además del FONPLATA y otros.
EL emprendimiento del IIRSA tiene como principal producto beneficiado a la soja, que por medio de los corredores multimodales tendrá una rápida salida. Para la construcción de los puertos, caminos y obras de infraestructura, varias comunidades indígenas y campesinas deberán ser desalojadas, como es el caso de la Fase I y II de la pavimentación de la ruta 8, y en especial en la construcción de la ruta 13, donde comunidades indígenas y propietarios minifundistas se verán afectados.
El monto destinado por el BID para la construcción de carreteras es de 249 millones de dólares, y el costo social será muy elevado, por lo que la designación de un liberal en esta cartera y con estos fondos, representa un riesgo para los propietarios minifundiarios, como los campesinos, y más aún para los sin tierra, por lo que tampoco ha agradado esta designación, aunque esta información muy poca gente la maneje.
El nombramiento de Dionisio Borda en el Ministro de Hacienda -el primero del gabinete- dejó a varios sectores sociales muy descontentos, mientras que colorados y Patria Querida, festejan la continuidad de la política económica nacional.
Los planes económicos actuales son los elaborados por Borda cuando fue Ministro de Nicanor Duarte Frutos, y muchos de ellos representan la más clara situación de injusticia hacia los que tienen menos; la consecuencia de las políticas aplicadas es el aumento sensible de los índices de extrema pobreza.
El paso de Borda por el Ministerio dejó contentos principalmente a los técnicos del Fondo Monetario Internacional, con quienes firmó Acuerdos de Stand By, así como los sectores ganadero y sojero, empresarial y financiero, representados por personas como Pedro Fadul.
Quizás muchas sean las razones que hoy esgrima el actual Ministro de Hacienda en cuanto a la mala distribución de las riquezas en el país, en cuanto a la carga tributaria sobre los jefes y jefas de las familias más pobres, pero lo que sí queda claro, y es lo que lleva a los sectores sociales a desconfiar del Ministro, es que él fue y es, el responsable del sistema económico actual, que beneficia a pocos a costa de muchos.
El Ministerio de Educación es otra de las carteras que recibe a una persona con antecedentes poco claros, o con mucha carga negativa en sus espaldas, como Horacio Galeano Perrone. El secretario designado por Lugo para tan importante cartera, fue el encargado en los ’90 de politizar ese Ministerio.
Con Galeano Perrone en el Ministerio de Educación durante el gobierno del General Rodríguez y de Juan Carlos Wasmosy, la cartera se convirtió en una sucursal del Partido Colorado, de hecho allí el Presidente saliente toma sus primeras armas políticas, debido a que fue el Viceministro de Perrone, hasta llegar a la titularidad de la cartera.
Si bien Perrone realizó cambios e implementó una reforma educativa, también ha practicado el clientelismo político en el mismo, y su familia se encuentra vinculada con el oviedismo, sector fascista, que ha conseguido una importante representación parlamentaria.
Con respecto al Ministro de Defensa, Luis Bareiro Spaini es un militar retirado, lo cual preocupa, ya que nuevamente un ex uniformado vuelve, luego de varios años, a presidir esta cartera, donde referentes civiles se encontraban realizando la administración. A esto se suma que el Ministro fue formado en Estados Unidos, y se avizoran tiempos de cooperación militar bilateral con aquel país, hecho que desde la denuncia de la presencia militar estadounidense y el fin del acuerdo en 2006 no se viene dando.
El Ministro de Defensa del nuevo gobierno durante la dictadura fue simpatizante del stronismo durante la dictadura. Fuentes muy cercanas a él, de su mismo entorno familiar, lo caracterizan como una persona acomodada y con muy pocos escrúpulos en este sentido, lo cual contrasta con el nuevo Ministro del Interior (Seguridad Interna) que es una persona recta y en el cual se tiene mucha confianza.
Con respecto a los otros Ministerios, como el de la Función Pública, Secretaría de Acción Social, Salud Pública y Bienestar Social, Niñez y Adolescencia, Secretaría de la Mujer, no existen mayores críticas al respecto, debido a que provienen del sector social y político vinculado con las organizaciones y movimientos sociales. No obstante, será necesaria una constante colaboración crítica entre los movimientos y dichas carteras, es decir, manteniendo la independencia y autonomía.
Los que cuentan con simpatía de la ciudadanía y del sector social tendrán como principales adversarios a sus propios colaboradores, los funcionarios públicos, quienes manejan al dedillo todas las formas de corrupción y de malversación, por lo que deberán estar muy atentos en lo que ocurre a lo interno de sus carteras, para luego llevar adelante las políticas públicas estatales. No será fácil deconstruir los 61 años de prebendas políticas dentro de la cartera estatal.
Lugo y los liberales
El nombramiento de liberales dentro del gabinete del Presidente representa un mal necesario que busca principalmente el equilibrio para asegurar la gobernabilidad. No obstante, se ha dado una situación muy particular debido a que los Ministros designados no son del ala política del Vicepresidente electo, sino del sector que disputó con éste en las internas, pugna que se mantiene desde hace de años a nivel interno.
El nombramiento de Llano como Ministro, representa una piedra en el zapato de Federico Franco, el Vicepresidente. Su molestia se hizo más evidente y llegó a situaciones tensas con el nombramiento de Carlos Mateo Balmelli en la Itaipú, debido a que éste lo había bautizado como Federico “Fraude” en las elecciones internas, en que el actual Director de la Binacional perdió la candidatura a la Vicepresidencia.
Es decir que a Lugo, la designación de Balmelli no solamente le costó la renuncia de la intelectual Milda Rivarola al cargo de Canciller, sino que también le produjo un quiebre interno con su Vicepresidente, que se evidenció aún más, cuando el Presidente no acudió a la Convención Liberal tal como lo había prometido.
Este vacío representó una alta tensión con su Vicepresidente, quien además de soportar la no designación de hombres de su entorno a cargos ministeriales -siendo su último revés el nombramiento de su rival acérrimo, Mateo Balmelli en Itaipú- tuvo que intentar justificar la ausencia del Presidente.
Pareciera ser que Lugo se juega a la división interna del Partido Liberal, promocionando al sector vencido en las internas, tanto en las elecciones para Vicepresidente como para Presidente del partido, lo cual puede ser muy riesgoso.
Ante la ausencia de Lugo en la Convención de su principal socio en el gobierno, los Franco contaron con la presencia del golpista Lino Oviedo, del Partido UNACE, que ha conseguido importantes escaños, y con quien Federico Franco conseguiría aliarse, antes que el propio Presidente, lo cual representa un serio riesgo para la gobernabilidad, en un posible escenario de rispidez entre los compañeros de fórmula ejecutiva.
Este quiebre no reconocido con el sector oficialista liberal ya le está costando posicionamientos a la interna del Congreso Nacional, como el pedido de pronunciamiento del Parlamento contra el nuevo Canciller Hamed Franco, encabezado por el liberal Miguel Ángel “Tito” Saguier, así como de otras voces dentro del franquismo. De conseguirse un pronunciamiento por parte del Congreso Nacional, esto representaría un duro golpe al nuevo Presidente, e iría delimitando el tablero con el cual deberá jugar y cuáles son sus piezas.
Analizar la nueva conformación del Parlamento es otro tema que deberemos analizarlo por separado, pero que nos permitirá ver, la fragilidad del actual gobierno, y la necesidad de que el mismo se acerque más aún a los sectores sociales.
Hasta el momento se ha conformado el Frente Social y Popular, a instancias de Tekojoja, pero que ha conseguido poca participación de los sectores sociales, aunque no deja de ser una referencia importante.
Este frente ha trabajado los últimos 2 meses en la confección de propuestas de trabajo y de políticas para el nuevo gobierno, llegando incluso a proponer nombres para los cargos de Ministros, los cuales no fueron tenidos en cuenta. Esta situación llegó a generar fricciones con la nominación de Galeano Perrone y la no designación de Ricardo Canese como director de Itaipú.
Lo claro y concreto es un gabinete muy variopinto y con señales indicadoras de riesgo, donde se ha designado a Ministros liberales en cargos que debieron ser otorgados a personas con más sensibilidad social y con capacidad técnica. Pero es preciso también señalar que el sector social hoy cuenta con un gran vacío en cuanto a personas capacitadas para acceder a los cargos públicos.
Resulta necesario un largo proceso para que las organizaciones y movimientos sociales logren la formación y capacitación de liderazgos en condiciones de asumir cargos públicos, así como personas preparadas para realizar un seguimiento y control de la gestión pública, por medio no sólo de la crítica sino también de la presentación de propuestas, que es el camino que hoy deberán transitar, con el riesgo de poder verse y creerse parte del gobierno, sin serlo en realidad.
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