Debe defender la democracia boliviana liderada por los pueblos indígenas

15/10/2008
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Al comienzo del presente mes (setiembre), quedamos atónitos con las noticias que reportaban que al menos 30 indígenas bolivianos habían sido masacrados mientras protestaban contra una ola de ataques que apuntaban a los que apoyan el gobierno dirigido por pueblos indígenas.

Como miembros de las naciones originarias que vivimos ahora en Canadá y que visitamos Bolivia el año 2006, las noticias de esta masacre fueron un recuerdo doloroso de las conexiones que las luchas indígenas tienen en todas partes del mundo.

En esta ocasión, se trata de la lucha de los pueblos indígenas de Bolivia. Esta lucha, creemos, debería también ser de critica preocupación para el gobierno canadiense.
El Presidente Evo Morales, el primer Jefe de Estado indígena de Bolivia, fue elegido democráticamente en el año 2005. Luego, el 67% de los electores volvieron a endorsar su liderazgo en el “Referéndum Revocatorio”.

A pesar de este apoyo, grupos opositores, que representan la elite tradicional de las provincias ricas del oriente, han acudido a la violencia para lanzar ataques racistas e intimidar a los que apoyan el gobierno del Presidente Morales. Han ocupado y quemado mas de 70 edificios, han tomado aeropuertos y bloqueado carreteras tratando de desestabilizar al gobierno. Asimismo, cortaron temporalmente las exportaciones de gas natural a sus vecinos Brasil y Argentina con el propósito de sabotear la economía.

Es un llamamiento del futuro promisorio de esperanzas que habíamos visionado por Bolivia cuando la visitamos como miembros de una delegación de Iglesia/ONG en diciembre del 2006. En esa ocasión nuestra delegación pudo ser testigo de primera mano la intima relación que existe entre el Presidente Morales y las mayorías indígenas ciudadanas de Bolivia. Pudimos reunirnos con el gabinete de Ministros y la Presidenta de la Asamblea Constitucional y nos dimos cuenta directamente de los pasos que Morales esta tomando para reparar los casi 500 años de injusticia –una historia marcada por la opresión y la marginalización de los pueblos indígenas a manos de colonizadores extranjeros y una elite privilegiada de descendencia europea.

En lugar de ceder sus privilegios, los grupos opositores están amenazando con provocar una guerra civil o un golpe de estado. Un movimiento secesionista en 4 departamentos pretende dividir el país en lugar de compartir las riquezas de las reservas de importantes depósitos de gas natural con pueblos indígenas de las tierras altas. El líder de la oposición Oscar Urenda estableció sus intenciones de forma clara cuando afirmó: “No nos venceran, si estamos hablando de confrontaciones hablemos de confrontaciones, si se piensa hablar de guerra, guerra será, pero no nos van a imponer nada. Somos lo suficientemente fuerte para poder separarnos del pais, y si tengo que utilizar un palo, una honda, una pistola, lo haré... ”

El 11 de setiembre (2008) en Pando, un departamento aislado y fronterizo con Perú y Brasil, un grupo importante de campesinos indígenas marchaban hacia la ciudad de Cobija con el objeto de denunciar la violencia perpetrada por el Prefecto (Gobernador) departamental Leopoldo Fernández. A la par del camino, individuos contratados por el Prefecto Fernández tendieron una emboscada. Cavaron sendas fosas y cuando los marchistas se aproximaron, francotiradores apostados en las arboleadas dispararon utilizando ametralladoras. Por lo menos ocho personas fueron asesinadas e, inmediatamente, docenas fueron heridas. La gente huyó hacia el monte, escapando de sus asesinos. De acuerdo a informes, alrededor de 30 personas fueron asesinadas, docenas capturadas y existen más de cien desaparecidos.

Las víctimas fueron perseguidas, torturadas y ejecutadas antes de que el gobierno pudiera decretar estado de sitio para terminar con la violencia. Estas horrendas acciones han producido una enorme indignación de la sociedad civil, de los movimientos sociales, de los medios de comunicación y de muchos gobiernos del Hemisferio.

Existe evidencia que respalda lo afirmado por el presidente Morales en sentido de que la Embajada de los EEUU está detrás de los grupos violentos que buscan la autonomía y que “conspiran contra la democracia”. El Presidente Morales ha expulsado al embajador de los EEUU Phillip Goldberg, luego de haberse documentado meses de reuniones, intercambios, contactes e involucramiento de este último con los dirigentes secesionistas.

Estos eventos en Bolivia nos recuerdan el derrocamiento, apoyado por los EEUU, del democráticamente electo presidente de Chile Salvador Allende quien busco cambios pacíficos utilizando medios democráticos.

El 15 de setiembre los Jefes de Estado de América del Sur (UNASUR), a quienes observamos por primera vez en su reunión en Bolivia en el 2006, volvieron a reunirse en Santiago de Chile para realizar una declaración de emergencia observando su “completo y resuelto apoyo al Gobierno Constitucional del Presidente Evo Morales cuyo mandato ha sido respaldado por una amplia mayoría en el reciente Referéndum”.

Canadá también debe apoyar el derecho del pueblo boliviano a tener un gobierno democráticamente electo. NO podemos permitir que nuestro hemisferio sucumba a prácticas del pasado de programas de desestabilización encubierta o retroceder a los oscuros días cuando dictadores como Augusto Pinochet tomaron el poder mediante el uso de las armas.

Pedimos al Gobierno del Canadá que condene inmediatamente la masacre de Pando y que concluya claramente que el Canadá se mantiene firmemente opuesto a los ataques de los grupos que intentan no solamente comprometer la integridad territorial de Bolivia sino que también buscan desestabilizar la democracia boliviana y socavar los derechos de los pueblos indígenas.

- John Beaucage es Jefe del Gran Consejo de la Nación Anishinabek
Tel: (705) 497-9127

- Tarrance Whiteye es miembro de la Nación Originaria Moravian Delaware
Tel: (519) 692-5232

*versión original en ingles se puede ver en www.commonfrontiers.ca
- agradecemos el apoyo del Bolivia Action Solidarity Network (BASN) para la traducción.
https://www.alainet.org/es/active/26942
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