Nuevamente nos vemos en la necesidad de actualizar el informe sobre la situación del periodismo en México, ante un nuevo asesinato. En la mañana de este jueves, al salir de su domicilio en Ciudad Juárez, Chihuahua, fue ultimado con armas de alto poder por un sicario el colega Armando Rodríguez de 37 años de edad, reportero del rotativo El Diario de esa localidad. A su esposa, a sus tres menores hijos y a todos los compañeros de ese dolorido estado nuestro pésame y solidaridad. A las autoridades, como siempre a pesar de sus oídos sordos, nuestra demanda de justicia.

Ocho meses después de celebradas las elecciones internas, como lo apreciamos periodísticamente en su momento, otorga el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federaciçon el triunfo a Jesús Ortega Martínez como presidente del Partido de la Revolución Democrática.
En aquella ocasión nos habíamos reservado el comentario público, aunque sí contestamos todos y cada uno de los correos electrónicos la mayoría con denuestos, insultos pedestres y amenazas, aunque los hubo corteses que se limitaban a no estar de acuerdo con nuestro análisis que señalaba al líder de Nueva Izquierda como triunfador de dichos comicios; 271 días después la última instancia judicial comprobó nuestro aserto.

Jesús Ortega Martínez, quien al contrario de otros líderes jamás ha militado en el Partido Revolucionario Institucional y sus raíces las encontramos precisamente en los movimientos de izquierda, inmediatamente después de conocer el fallo que le otorga la victoria llamó a establecer acuerdos que garanticen la unidad del partido, así como su disposición a dialogar con las demás fuerzas políticas del país y con el Gobierno federal.

En contraste, Alejandro Encinas Rodríguez, de Izquierda Unida, a quien le corresponde por estatutos la Secretaría General, nuevamente se niega a aceptar la derrota e inclusive estudia la posibilidad de renunciar; además expresó que era inadmisible el fallo porque el Tribunal Electoral se inmiscuye en la vida interna de los partidos, llamó a Ortega a no asumir la presidencia del partido y construir un acuerdo conjunto que beneficie al perredismo nacional.

La determinación fue por unanimidad de la sala superior del Tribunal Electoral y la misma revoca la declaración de nulidad en los comicios para elegir al presidente nacional y secretario general del PRD, emitida por la Comisión Nacional de Garantías del propio Sol Azteca.

Es de tomarse en cuenta que en la resolución los magistrados otorgan 48 horas a dicho órgano del partido para realizar las diligencias necesarias y entregar las constancias de mayoría correspondientes a la fórmula de la corriente Nueva Izquierda, encabezada por Jesús Ortega Martínez y 24 horas más para notificar su cumplimiento.

El fallo es inapelable; en consecuencia corresponde a las llamadas tribus del PRD reconstruir a su partido o de plano tirar por la borda años de esfuerzos para que México cuente con un verdadero, fuerte y consolidado organización de izquierda.

- Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor mexicano.  

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