Enseñanzas

02/12/2008
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A

Mientras que en la Argentina hace unos días el Poder Ejecutivo vetó la ley de protección a los glaciares el presidente de Bolivia Evo Morales envió una carta a la Cumbre del Clima de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se realiza por estos días en Polonia, manifestando su preocupación por el Medio Ambiente y sugiriendo al organismo la creación de una “Organización Mundial del Medio Ambiente y el Cambio Climático a la cuál se subordinen las organizaciones comerciales y financieras multilaterales para que promueva un modelo distinto de desarrollo amigable con la naturaleza y que resuelva los graves problemas de la pobreza”.

Los glaciares constituyen una de las mayores reservas de agua dulce del planeta y debido a la imprudencia del hombre, son  castigados duramente por el calentamiento global.

La Ley de Presupuestos Mínimos para la Protección de los Glaciares y del Ambiente Periglaciar fue votada por unanimidad el  22 de noviembre de 2007 (el 22 de octubre había sido aprobada por mayoría en el Senado). “La norma impediría la realización del mega-proyecto binacional Pascua-Lama, en la frontera entre San Juan y Chile (…) De eso se trata el veto, una vez más privilegia los grandes intereses económicos por sobre la vida del pueblo” explicó Adolfo Pérez Esquivel (Nobel de la Paz 1980) en una carta enviada al Congreso de la Nación en repudio a la decisión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Este proyecto minero está a cargo de la poderosa multinacional Barrick Gold. “Pascua–Lama es el primer proyecto minero binacional del mundo y consiste en desarrollar una mina de oro a rajo abierto, ubicada  a más de 4.000 metros  de altura  en la frontera de Chile con Argentina. Por el lado chileno, Pascua se ubica en la Provincia de Huasco, Región de Atacama, mientras que por el lado argentino, Lama se sitúa en la Provincia de San Juan”[1]

Por su parte, el diputado nacional Miguel Bonasso (Diálogo por Buenos Aires) explicó que los objetivos de la ley eran preservar los glaciares manteniéndolos como “reservas estratégicas de recursos hídricos y proveedores de agua”, prohibiendo así la explotación minera o petrolífera sobre los mismos y sus adyacencias.

Según el diputado “los argumentos esgrimidos para vetar la norma sancionada por ambas cámaras, carecen de la solidez necesaria para hacernos rever la estratégica decisión que tomamos. No es cierto que la ley prohíba ‘absolutamente’ cualquier tipo de actividad en las áreas en cuestión, sino aquellas que se ejecuten directamente sobre los glaciares y zona periglacial, destruyéndolos o contaminándolos”. Bonasso aclaró además que “tampoco es cierto que exista suficiente protección con los informes de impacto ambiental que se realizan antes de poner en marcha la autorización”. Por su parte, la empresa minera Barrick Gold, presentó informes de impacto ambiental en Argentina y en Chile, omitiendo la existencia de glaciares en la zona de operación.

El titular de la Comisión de Recursos Naturales de la Cámara Alta  Daniel Filmus manifestó también, su apoyo a la ley ya que “hablamos de uno de los temas más importantes que puede tener la Argentina en el futuro (…)  porque aludimos principalmente a las reservas de agua de nuestro país".

El texto de la ley fue elaborado con el asesoramiento científico del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA), que disponía “la creación de un Inventario Nacional de Glaciares, y la prohibición de la exploración y explotación minera o petrolífera en los glaciares y en el ambiente periglacial saturado en hielo”. Además, contó con el aval del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).

La carta de Evo Morales dejará una enseñanza más para todo el mundo. Sus recomendaciones, sus decisiones, su lectura tan profunda de los grandes conflictos, sus diagnósticos, deben servir como ejemplo para los gobiernos ya no sólo de América Latina sino de todo el mundo. A continuación, un fragmento de dicha carta:

“En manos del capitalismo todo se convierte en mercancía: el agua, la tierra, el genoma humano, las culturas ancestrales, la justicia, la ética, la muerte… la vida misma. Todo, absolutamente todo, se vende y se compra en el capitalismo. Y hasta el propio ‘cambio climático’ se ha convertido en un negocio”.

[1] http://www.barrick.com/GlobalOperations/SouthAmerica/PascuaLamaProject

https://www.alainet.org/es/active/27862

Del mismo autor

Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS