La candidatura de Pepe Mujica

19/12/2008
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Uruguay es un país pequeño en extensión y en población, situado entre dos gigantes del continente, Brasil y Argentina. "Paisito" lo denominan afectuosamente los propios uruguayos. Pero en su trayectoria hay una importante historia de conciencia social y política que la dictadura militar de los años 70 no consiguió borrar, aunque los efectos del autoritarismo, la represión y el empobrecimiento dañaron su solidez. El Frente Amplio que hoy gobierna ese país, es un ejemplo de esa historia. Desde la lucha y la tenacidad de amplios sectores de la sociedad uruguaya, se conformó esa coalición donde conviven partidos y corrientes que coinciden en los ejes programáticos que siempre fueron debatidos democráticamente. A diferencia de los partidos tradicionales ( Colorado y Blanco ) que siempre se alternaron en el poder, el Frente desarrolló un crecimiento desde las bases partidarias, abriendo espacios para su participación activa en la construcción política. Esa militancia permitió importantes victorias populares incluso cuando gobernaban blancos y colorados. Como cuando en 1992 se consiguió forzar un plebiscito sobre la privatización de las empresas públicas en el que el 72% de los ciudadanos votó en contra. A fines del 2004 el Frente Amplio ganó las elecciones en primera vuelta, al obtener más del 50% de los votos, y el presidente electo, Tabaré Vázquez accedió al gobierno en marzo del 2005.

Desde entonces, se ha desarrollado una acción de gobierno que sigue teniendo un respaldo mayoritario, pero que también acumuló críticas desde amplios sectores que lo votaron. Cuestiones como la continuidad de los mega-proyectos de las "papeleras" como Botnia y su modelo de mono-cultivo; la invitación al presidente Bush para que visitara el país en coincidencia con una importante cumbre latinoamericana en la otra orilla del Río de la Plata; las negociaciones finalmente frustradas de establecer un TLC (Tratado de Libre Comercio) con Estados Unidos, y últimamente, el veto a la ley que incluía la despenalización del aborto en determinadas circunstancias, fueron -entre otras - determinantes de un distanciamiento de las bases frenteamplistas. Por eso, cuando hace meses Tabaré Vázquez sugirió que su ministro de Economía Danilo Astori fuera el candidato a sucederle (en caso de ganar las elecciones), las disidencias fueron haciéndose evidentes. La propuesta de que José Mujica, ex dirigente de la guerrilla del MLN Tupamaros fuera el compañero de fórmula, no logró atenuar el rechazo.

Las semanas previas al Congreso partidario, otros acontecimientos aumentaron la incertidumbre. El veto presidencial a la Ley que despenalizaba parcialmente el aborto, provocó que una parte importante de los legisladores desafiaran abiertamente la decisión de Tabaré. El desafío incluyó a la propia dirección de Partido Socialista, al que pertenecía el presidente. Tabaré, días después enviaba una carta donde presentaba su renuncia como militante de esa agrupación política. Quizás confiado en su liderazgo y su ascendencia sobre los votantes del Frente, ratificó su apoyo a Danilo Astori como eventual sucesor de su gestión. Y así se llegó a las sesiones del Congreso partidario del pasado domingo 14.

Amplia victoria de "Pepe" Mujica

Allí se acordó que fuera cual fuera el resultado del Congreso, habría elecciones internas en junio próximo a las que podrían presentarse los cinco pre-candidatos. Este acuerdo previo incluyó seis puntos sobre el mecanismo congrensual de elección del candidato presidencial. Allí se fijaba que la votación se haría candidato por candidato y que los más de dos mil congresales podían votar a cuantos candidatos quisieran. Se exigía que el vencedor tenía que sobrepasar los 2/3 del total para ser proclamado por el Congreso. Y por último se acordaba que en junio del próximo año, se realizarán internas para refrendar la candidatura.

Finalmente se procedió a votar en el orden previsto con un quórum de 2.381 delegados, o sea el 90,12% de los habilitados. El resultado final fue el siguiente: Enrique Rubio obtuvo 408 votos (17,14%); Daniel Martínez - presentado por el Partido Socialista - 515 votos (21,63%); Danilo Astori 566 (23,77%); Marcos Carámbula ( intendente de Canelones ) 1.012 (42,50%) y José Mujica 1.694 votos (71,15%).

Los resultados confirmaron el amplio consenso en torno a la candidatura del ex dirigente Tupamaro, y demostró que la democracia de base suele no coincidir con los criterios de las cúpulas partidarias. A pesar de que José Mujica se empeñó en insistir que “nadie había resultado derrotado” y reiteró varias veces la frase “unidos, unidos vamos a vencer”, los resultados implican que el presidente Tabaré Vázquez ha perdido gran parte del ascendiente que tenía sobre sus partidarios, y que los votos de su candidato Danilo Astori, lo relegaron al tercer lugar. A ello posiblemente contribuyeron partidarios de Mujica, que al votar también por Carámbula, definieron ese inesperado segundo lugar.

Tras los resultados del Congreso, hubo quienes estimaron que Danilo Astori podría retirar su candidatura, dando lugar a que los demás postulantes siguieran ese camino y revalidar así la contundente victoria del dirigente del Movimiento de Participación Popular José Mujica. Eso permitiría que el Frente consolidara su perspectiva en el período pre-electoral, evitando las fricciones y el gasto de energías de meses de campaña para las internas. Sin embargo, Astori tras unas horas de silencio, afirmó que aspira a ser el candidato presidencial del Frente Amplio en las próximas elecciones, y que por tanto, se presentará a las internas de junio. En cuanto a Carámbula, la posibilidad de recoger votos de socialistas y de la Vertiente Artiguista, podría animarle a "continuar en carrera". Pero para eso sería determinante que desistieran Daniel Martínez y Enrique Rubio, los candidatos de esas dos agrupaciones políticas, algo que al momento de redactar esta crónica no está todavía definido.

Los próximos meses

Se abre así la posibilidad de una campaña intensa entre dos formas de asumir la posibilidad de un segundo mandato de gobierno del Frente Amplio. "Pepe" Mujica, tiene ahora 74 años. Casi quince de ellos estuvo preso en durísimas condiciones, incomunicado en diversos cuarteles militares, al igual que otros dirigentes "tupamaros". Todo ello le dejó una secuela de serios problemas de salud. Al asumir hace casi cuatro años el ministerio de Ganadería consideraba que ese sería su "servicio final" y anunciaba su deseo de retirarse a su chacra de Rincón del Cerro. Pero las circunstancias le han colocado en una situación a la que por su compromiso y su historia le resulta muy difícil eludir. Su trayectoria política y personal, su forma de hacer y de decir lo han convertido en una referencia indispensable para muchos uruguayos. Para un amplio sector de las bases del Frente, no solo para su agrupación - el MPP- "Pepe" es una esperanza de rectificar el rumbo de un gobierno al que ven escorado hacia posiciones socialdemócratas y que se aleja de los principios fundacionales de la coalición.

Por otro lado, Danilo Astori, de la corriente Asamblea Uruguay, representa la continuidad de Tabaré Vázquez, y cuenta con el apoyo de sectores moderados que aprecian su perfil de tecnócrata. Esgrimen ya una frase - "Astori, el cambio seguro" - que más que promover al propio candidato, apuntan a crear incertidumbre sobre un eventual Mujica presidente. Como hicieron blancos y colorados en el 2004 cuando intentaron impedir la victoria del Frente, ahora los partidarios de Astori procuran presentar una victoria de "Pepe" Mujica como un riesgo. Y en voz baja elogian la trayectoria del ex tupamaro, su compromiso y honestidad, pero añaden "que eso no es suficiente para presidir Uruguay".

Si finalmente las internas enfrentan a Mujica y Astori, será difícil evitar que las diferencias aparezcan más nítidas y contrastadas. Eso ayudaría a clarificar las opciones para los electores. Pero según como se desarrolle y se resuelva, también se corre el riesgo de debilitar la imágen del Frente. Hay que tener en cuenta que algunas encuestas (aunque como siempre no hay que creer demasiado en ellas ) estiman que en el caso probable de que sea necesaria una segunda vuelta en octubre del 2009, una candidatura del Partido Blanco puede resultar la vencedora.

Desde afuera del Frente

Alejados del Frente por voluntad propia, muchos militantes siguen críticamente este proceso interno. Algunos, como Helios Sarthou que fue fundador y dirigente de la coalición, han hecho duros comentarios. "La tradicionalización como partido y santificación burocrática del Frente Amplio fue consolidada, bajo la zanahoria de un nuevo período de poder", afirmó horas después de la elección de Mujica en un artículo que tituló "El Congreso de los ideales muertos". Sarthou renunció hace unos meses a su militancia en el Frente Amplio en una carta donde entre otras cosas afirmaba: “El precio de llegar al poder fue muy caro. Los cambios efectuados para ganar afectaron los principios irrenunciables e hicieron que dejara de ser izquierda”. Hubo antes otros dirigentes y militantes que se apartaron y que comparten esa visión crítica. El distanciamiento de las dirigencias partidarias de los Comités de Base y de las tradicionales formas internas de participación democrática, crearon primero desconcierto, luego desconfianza, y finalmente una progresiva desmovilización. Es difícil preveer que ocurrirá con este heterogéneo sector en los próximos meses y cuál será su posición frente a las alternativasque se pueden plantear en la campaña interna.

  Nosotros ratificamos lo que escribíamos entonces ( ver SERPAL Nº 379 del 17-10-2008 en nuestra página  www.serpal.info) . Creemos que son frases que mantienen toda su vigencia, aún después de la realización del Congreso del Frente Amplio.

Escribíamos allí:  (...)  " El Frente se prepara para un nuevo tiempo electoral. Tendrá que elegir sus candidatos y definir su programa. Y para muchos uruguayos, llega el tiempo del examen de conciencia. De reflexionar si esto es lo que se quería. Si esto es todo lo que se puede "avanzar".  Si esta es toda la justicia social a la que se podía o se puede aspirar. Cada uno sacará sus conclusiones.  Pero creemos que en ese balance del tramo recorrido habrá que incluir a los que han quedado por el camino. A los que -desalentados-  han ido perdiendo empuje. A los que les cerraron puertas. A los que no pueden hacer llegar sus opiniones. A los que advirtieron en voz alta que las bases no eran consultadas ni escuchadas habrá que incluir otro hecho que sucedió en estos días, pero que tiene un especial alcance: la renuncia al Frente de uno de sus fundadores y consecuente luchador: Helios Sarthou.  Ya vamos por los tres años y estamos a las puertas de un nuevo ciclo presidencial. Habrá que decidir si la mayor aspiración será seguir así, o recuperar principios y objetivos. Y fundamentalmente que las bases que fueron el motor social de la victoria electoral del 2005, ocupen el protagonismo y la participación que corresponde."

 

Carlos Iaquinandi Castro

Redacción de SERPAL, Servicio de Prensa Alternativa.


 
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