El ejército brasileño tras el genocidio planificado por Inglaterra y denunciado por el doctor Juan Bautista Alberdi, argentino, gran antiimperialista de la época, ocupó nuestro país Paraguay, por mas de 5 años (1869 /1876) y aprovechó la ocupación para anexar a su imperio 62.325 kilómetros cuadrados (dos veces y medio la isla italiana de Sicilia) de la zona más rica del Paraguay donde justamente se encuentra la hidroeléctrica de ITAIPU y también nos arrebató la Memoria al apropiarse del archivo de nuestro mariscal Francisco Solano López.

Cabe rescatar del olvido en esta oportunidad “que el primero de enero de 1869 el ejército brasilero, al mando del coronel Hermes de Fonseca, se apodera de Asunción, haciéndose cargo militarmente de la ciudad. El 17 de mayo de 1869 el complejo siderúrgico “La Rosada” fue silenciado por una columna brasilera al mando del coronel oriental (uruguayo) Hipólito Coronado. Días después, otra columna enemiga, al mando del general brasilero José Luis Mena Barreto, completó la destrucción de la factoría empleando explosivo, derribando edificios y destrozando maquinarias. Esta siderurgia constituyó la primera manifestación minera y metalúrgica de tal tipo en América Latina, y fue la base al desarrollo de la industria pesada del Paraguay que le dio prestigio internacional. De sus hornos proveían los elementos que permitieron a nuestro país la construcción de buques, equipos de guerra como piezas de artillería y municiones, accesorios para la instalación del ferrocarril y el telégrafo, en implementos en general para el consumo civil como los instrumentos de labranzas agrícolas. El primer ensayo de fundición se efectuó el 15 de marzo de 1851 bajo la presidencia de Don Carlos Antonio López.” (Revista de las Fuerzas Armadas de la Nación, No210, 1975)

Luis Veron, se refirió a la "Formación de un nuevo gobierno" en su artículo "La esquina fatidica" ("ABC Color", 28 de diciembre de 2008). "Tras una serie de reuniones, los representantes diplomáticos de las fuerzas aliadas: Mariano Varela, ministro de Relaciones Exteriores del gobierno argentino; el barón, luego vizconde de Río Branco, José Maria da Silva Paranhos, su colega del Brasil, y Adolfo Ortiz, el canciller uruguayo firmaron un protocolo el 2 de junio de 1869, en el que convinieron que "en el territorio liberado del mariscal López" habrá un gobierno designado "por la libre elección de los ciudadanos paraguayos" (articulo 1o.), a condición de "dar garantías de paz, estabilidad y perfecta inteligencia con los gobiernos aliados (articulo2o)". Bajo el severo control de las tropas brasileñas, luego de varias reuniones, el 6 de agosto de 1869 los ciudadanos paraguayos reunidos en asamblea eligieron un "triunvirato de gobierno" compuesto por Carlos Loizaga, José Díaz de Bedoya y Cirilo Antonio Rivarola . Loizaga era uno de los jefes de la Legión paraguaya formada en la Argentina, Bedoya era también legionario y comerciante en la Ciudad de Buenos Aires, y Rivarola, sargento en los ejércitos de López, que luego de haber caído prisionero, se pasó a los brasileños. Existían intereses políticos muy encontrados, y la pugna por las influencias políticas de brasileros y argentinos no se disimulaban".

A la luz del libro “Paraguay, Educación y Dependencia”, mi tesis doctoral en la Universidad Nacional de La Plata UNLP), Argentina, agosto de 1974, leemos lo siguiente: “Los vencedores impusieron al pueblo paraguayo la Constitución Argentina, que era a su vez, copia de la estadounidense. La Universidad, colegio y escuelas respondían al modelo francés, incluyendo al ejército. Inglaterra a través de sus colonias comerciales Brasil y Argentina organizaran nuestra economía para servirse de ella”.

Los partidos políticos

Sobre los escombros de la guerra, la Argentina y Brasil, mucho tendrán que ver con el parto de esta importante pieza de dominación. Así el Partido Colorado, 1887, responderá a la filosofía pro-Brasil y el Partido Liberal decididamente argentinista. Este bipartidismo por fin terminó con el triunfo de Fernando Lugo el 20 de abril de 2008.
Ejercito y partidos políticos, abrazados, separados o enredados sembraron de cruces todas las latitudes de la patria, situación que convenía a nuestros supuestos “libertadores” de la tiranía de López, en especial a Inglaterra.

Es hora que el gobierno progresista de (Luiz Inçacio) Lula (da Silva) devuelva al Paraguay ese acervo cultural, Archivo Histórico Nacional, del único gobierno de la región que promovió un desarrollo político y económico independiente del imperio de turno: Inglaterra.

El pasado se supera con la verdad y no con la impunidad.

Martín Almada
Jurista paraguayo. Integrante de la Comisión Ejecutiva de la Asociación Americana de Juristas (AAJ). Premio Nóbel Alternativo de la Paz. Descubridor de los Archivos del Terror del Operativo Cóndor de las dictaduras suramericanas de los años 1960 a 1980.
 

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